miércoles, 9 de marzo de 2011

ENCENIZADO

             Comienza la cuarentena más esperada del año para mí. Aunque la semana de pasión me vendrá muy tardía al igual que tempranos y prematuros han sido estos días de miedos y cautividades. Ha tornado el gris a apoderarse de cielos y tiempos, como grises son los rescoldos del fuego, que pasa del rojo, que puede ser del amanecer, de la sangre o del atardecer, a la amalgama de entrecruzados blancos y negros en volátiles partículas, que se posaran en efímeras y simbólicas cruces, custodias de nuestra mirada y nuestro pensamiento.
            Hoy me han dicho que en Sevilla ya empieza a oler a azahar. También me dijeron que un buen musulmán tiene que creer y respetar a Jesucristo y María, sino no es un buen creyente. Hoy alguien me dijo que mi suerte, buena o mala, no sé, iba a cambiar. He visto la fragilidad que trae el paso del tiempo y de los años, la figura de cristal expuesta a romperse o quebrarse que es la vida, que a veces en un arañazo o un roce en el vidrio es simple y llanamente dolor.
          Pistoletazo para ayunos y abstinencias, unas voluntarias y otras forzadas. Llegarán jornadas de potajes y bacalaos, como aperitivos de la gastronomía semanasantera que se me sigue antojando muy retrasada, en este final de abril insólito, de este insólito y extraño 2.011. Hoy es día de ceniza, que al soplarla volará, casi sin dejar rastro, como a veces hacen las personas, los actos y los sentimientos. Y no paro de acordarme de que en Sevilla ya huele a azahar...  
  

6 comentarios:

  1. Ayunos y abstinencias hay todo el año (por desgracia)..
    por suerte, tu también estás todo el año conmigo..
    te quiero,tía..

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué grata vivencia de mi niñez! Añoro aquellos años escolares cuando los padres jesuítas nos llevaban a la capilla por turnos y nos imponían la ceniza proclamando que somos polvo y en él nos convertiremos. Si lo recordáramos con más frecuencia, no ansiaríamos tantas cosas que, cuando nos volvamos ceniza, aquí se quedarán.

    ResponderEliminar
  3. Tenemos que intentar hacer el bien todo el año, ayunar no lo puedo hacer sin mi cafelete no soy nadie y la abstinencia se hace aunque no sea Semana Santa,que no llueva y puedan salir las procesiones que son muy importantes en estas fechas,un abrazo amigo.
    Loly

    ResponderEliminar
  4. Somos polvo, de un polvo vinimos,y a veces, por un polvo somos capaces de lo más inverosimil, y acabaremos siendo polvo.
    Temple, saca la balleta que con tanto polvo...

    ResponderEliminar
  5. Como muchas otras veces, le he de dar la razón a mi tío. Yo también me acuerdo mucho de los padres, escolapios en este caso, que nos llevaban a la iglesia a imponernos la ceniza, y todos los años nos insistían en que las cosas que valen la pena son las que se quedan más allá de cuando seamos ceniza.

    (Y ahora, como contradicción) me voy a la falla que me dejé la cartera en la estantería de los vasos y no es cuestión de ir indocumentada)

    Muaks

    Desamparados

    ResponderEliminar