jueves, 28 de noviembre de 2013

ALMENDRAS FRITAS

Que me dejen un bote que me lo como entero. Las almendras fritas o "tostás" son una de mis debilidades gastronómicas preferidas. Si, si, ya se que engordan y tienen no se cuantas miles calorías, pero el placer de su sabor crujiente, dorado, rebozado levemente en sal, porque ya uno con la edad se está acostumbrando a prescindir del salado elemento,es indescriptible.
    Como acompañamiento de la cerveza fría. Sobre las porciones del queso manchego, recio y gustoso, cortado sobre tabla del redondo cilindro. O sobre las mojamas y huevas, lo que más me gusta de la vecina provincia alicantina, que la verdad me gusta infinitamente más que su capital. Dicen que disminuye el cansancio y la fatiga y es muy rica en hierro.
    La almendra. Que me gusta. Porque hay además pocas cosas más bellas que un almendro en flor. Y el turrón de almendra, blando por supuesto. Las garrapiñadas me llaman menos la atención, porque yo soy más de salao, porque soy muy salao ¿o no?
    Cuando voy a casa de mi amiga Milu, me voy directo al armario donde guarda el tarro de cristal con las almendras tostadas con esmero por ella y su madre, de sus almendros serranos, de gran calidad. Y como dije antes, tengo que cortarme porque no tendría hartura y seguiría sin parar de devorar.
   Miro a la ventana, De momento no nieva. Lo mismo han avisado tanto que luego no cae nada. O que otras veces no pronostican y surgen los colapsos y problemas. Si tiene que nevar que nieve pero bien, y en casica calentico, tal vez comiendo un cucurucho de almendras fritas de uno de los puestos de la Plaza Mayor, pequeños quioscos, recuerdos de aquella entrañable plaza con torre del reloj y cuestas...
     

miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA MILAGROSA/ GLORIA

De niño me encantaba esta imagen de la Virgen de cuyas manos
salían esos rayos tan espectaculares. Sin niño, ni manto bordado, ni ráfaga plateada, que es como me gustan ahora (je,je), íbamos a visitarla los últimos viernes de mes mis compañeros de colegio a la cercana iglesia del Buen Pastor, anexa a la Casa de Misericordia, encomendada a las Hijas de la caridad, en cuyo retablo presidía aquel recinto. Recuerdo las medallas plateadas o con un cristal azul que nos regalaban ceñidas a una tosca cadena de hilo. También la otra Milagrosa del internado, donde estaban las niñas huérfanas de aquellos sesenta y setenta, carretera de Madrid adelante, cuya novena concitaba casi más afluencia que la de la patrona, siendo transmitida por la radio y con autobuses especiales desde el Altozano.
Y las monjas de María Inmaculada tenían y tienen una soberbia imagen de esta advocación, que como todo lo que hacen los franceses han sabido vender y exportar por todo el mundo; no hay más que ver Lourdes. Nosotros en cambio nuestras Vírgenes no sabemos promocionarlas y quedan para consumo propio o de colonias de emigrantes. Día de la Medalla Milagrosa, día de nostalgias y de meriendas en brasero, escuchando la vieja radio y haciendo deberes...

  ...y haciendo deberes en aquella mesa camilla, salía esta mujer en la tele, en aquella "Cometa blanca" o "Un globo, dos globos, tres globos", con sus poesías infantiles, de rima acertada y sencilla, que años más tarde descubrí lo grandes que eran. Murió tal día como hoy hace quince años, pero Gloria Fuertes nos ha quedado grabada a varias generaciones con su voz característica y aquel vestuario tan insólito y transgresor para aquellos años de tardofranquismo y transición.
   Siempre abominaba de la guerra, pacifista convencida. Y abogaba por la igualdad con sus "tres reinas magas". Ella escribió y sufrió, tal vez no era su época, y como suele pasar, no estaba en el momento justo en el sitio justo. Gloria nos sigue provocando una sonrisa que nos sabe a gloria, nunca mejor dicho.
    Y como dice su epitafio:
               "ya creo que lo he dicho todo
                 y que ya todo lo amé"
    Pues servidor lo suscribe. Y volveré a soñar con aquel niño que en ocasiones tampoco sabía estar en el momento apropiado en el sitio idem. Poéticos sueños os deseo. Y un montón de besos de gominolas y nubes.
 

martes, 26 de noviembre de 2013

DE UNA

Ayer escribí un nuevo post; cuando estaba en la última frase, no sé a que tecla le daría, que se me borró todo lo escrito. Me quedé estupefacto y sin posibilidad de recuperar el texto, y todo así, de una.
Como así de una pasan las cosas, en un segundo cambian de un extremo a otro, o se consiguen o se pierden. La ininterrumpida sucesión de gentes, actitudes, actuaciones y momentos van interconexionando unas con otros, para no dejarnos, en ocasiones el más mínimo relajo y tranquilidad.
Fuera, el mercurio sigue agazapado en los niveles más bajos, y el sol brilla sin calentar. Llegamos al ecuador de esta semana nueva, de este tiempo nuevo, que no es al mismo tiempo más que un recordatorio cíclico de otras semanas, otros tiempos...
La resaca de los acontecimientos que han formado la vorágine que atrapa, hace que sentimientos y fuerzas anden desaparecidos y esparcidos por suelos y torrentes. Riada de fuerzas, desbocado nivel de los desniveles vividos, al tiempo que el fatum me niega, de una forma tajante e inflexible, el menor atisbo de cualquier primavera.
El frío se apodera de noches llenas de cielos de gotas de agua, aguas nacidas en pupilas y muertas en la pendiente de la mejilla, mientras silencios y ausencias se adueñan de la negra espera y sola estancia.

viernes, 22 de noviembre de 2013

OLVIDO, CECILIA Y CONFLICTOS

Con la octava de la Presentación, llega la función solemne de Nuestra Señora del Olvido. Vestida de negro, de riguroso luto, a la usanza de las dolorosas castellanas, sobrias, enlutadas, elegantes...Este año me perderé oler su incienso, ver sus lágrimas, compartir esas horas con amigos que son más hermanos que amigos, y renovar y revivir esta devoción a la imagen entrañable que tanto quiero y tanto me llena.
   Olvido. Hace un año andaba en otras cosas, que tú me has hecho que olvide, Señora, por algo será. Y cuando mañana esté lejos de tu capilla de San Bartolomé, por un momento cerraré los ojos y me trasladaré a tus plantas, y soñaré y pediré que llegue un nuevo noviembre, un nuevo compromiso y tú, dulce Olvido.


   Hoy además es la patrona de la música. Música siempre necesaria, y más para mi. La santa mártir, aparece siempre tocando el órgano o la lira, y sale a las calles a hombros de sus bandas de música, haciendo festejos y agasajos. Tengo muchos amigos músicos, y es esta una de mis asignaturas pendientes. Me encantaría saber solfear, ser diestro en el piano o el violín, llenarme de músicas, de todas las notas y pentagramas. Mi vida transcurre paralela a la música, a veces como allegro, otras como adagios, unas como fantasía, otras más fúnebre. La música es vida y la vida no es sino una partitura en la que vamos escribiendo los movimientos y los ritmos, muchas veces sin coordinación para que la orquesta la interprete correctamente, y sin un director que lleve la batuta y marque bien los tiempos. Música siempre, y felicidades, melómanos.

       Conflictos. Siempre discerniendo, Siempre pensando. Siempre sopensado. Siempre sobrepensando. Las diatribas y disputas se pelean en mi mente y en mis ideas...¿estará bien  hacer esto o lo otro?, ¿podré ser capaz o me quedaré en el camino? No para la conflictiva sucesión de momentos, siempre en tensión, siempre en polémicas propias. Es viernes, de un finde que se prevee largo, intenso y cansado. Esperemos que libre de conflictos, que ya hay bastantes, y de todo se cansa uno.

jueves, 21 de noviembre de 2013

ENYA

Me regalaron este disco hace casi veinticinco años. Y me quedé sin saber que decir. No tenía ni idea de quien era esta cantante. Pero cuando saqué aquel viejo vinilo de su funda y empecé a escucharlo, me fui haciendo absolutamente fan de su música.
    Irlandesa, virtuosa de varios instrumentos, con los que compone e interpreta sus canciones, acoplando las diferentes melodías, por lo cual no hace actuaciones en directo. Ha vendido más de setenta millones de discos en todo el mundo y tiene una legión de seguidores, entre los que me incluyo, que esperamos ansiosos sus nuevos trabajos.
   Canciones como "Amarantine", " Orinoco flow", "Boadicea", "Angels" o "Caribbean blue" me han acompañado en viajes, llantos, risas, momentos románticos y no tan románticos. Melodías suaves, etéreas, dulces, también fuertes y triunfales, con su voz peculiar, que reverbera, que envuelve. Con esos ojos profundos y bellos, y ese halo de misterio que la rodea, como una artista única, diferente, que por ser distinta hasta vive en un castillo y se declara católica practicante, pues eso, politicamente incorrecta, como es la gente que e mi me gusta.
       Y como mañana es Santa Cecilia, patrona de la música, pues la homenajeo con una de las músicas que más me han llenado, que más conozco y que espero compartir contigo algún día contigo, a la luz de una vela, con una copa de ron miel o cava, creando ambiente, creando magia.
       Enya, que me llena de gnomos, ángeles, estrellas, lunas y sobre todo sueños, a mi que me quitaron casi todos ya...
   Y es que como dije en una ocasión, no se porqué, pero me tira esta música celta y new age. Otro día tocarán las Cianni y Loreena Mckennit.
   

miércoles, 20 de noviembre de 2013

SERRANAS DE ALMONASTER

En Huelva, esa tierra que le pasa como a la mía, que tiene una capital más bien fea e insulsa, pero una de las provincias más bellas de todo el país. Allí está el pueblo de Almonaster, entre la sierra de Aracena y el Andévalo, un lugar de solera, de historia y de tradiciones. Por tener tiene hasta una mezquita, bella, bien conservada, donde me han dicho que se para el tiempo y se huele el silencio.
   Y allí conservan una indumentaria propia, secular y ritual. Traje de serrana de Almonaster la Real, que ha representado a la provincia de Huelva en sellos, cuadros y postales, antes de esa invasión rociera de faralaes, batas cortas y tipismo sujeto a la moda de modistos y pasarelas.
     Aquí, las mujeres lucen con orgullo su traje de serrana en las fiestas de la Santa Cruz, donde como en tantos otro pueblos onubenses, como la Palma del Condado o Bonares, existe la dualidad y rivalidad entre las hermandades cruceras. De tal modo, que las devotas de cada una llevan su traje típico con leves diferencias para distinguirse de las otras.
    Nadie diría que son andaluzas. Lamentablemente esta tierra tiene mucho y no es solo flamenco, gracias a Dios. Aquí llevan negro "monillo" de raso, moaré o terciopelo, con mandil de encaje y esa "cobija" a modo de mantilla de cintón en rojo y negro. Ricos y polícromos mantones de Manila, puestos con mimo, y esas medias azules y blancas de trabajadas cenefas que aquí llaman de "cuchilla", envueltas en el zapato de salón con graciosa borla colorada, imitando el calzado de las cortesanas.
    Lazos de mil colores, de cuadros y rayas y flores al moño. Y los fandangos a ritmo de grandes panderos con borlas, mientras mayo llena de primavera los campos serranos:

        " Y una niña se perdió
           camino de Santa Eulalia,
           Virgen de la Candelaria,
           si me la encontrara yo
           una salve le rezaba"

martes, 19 de noviembre de 2013

SARDINAS SALÁS

O de cuba. En aquellas cajas de madera, circulares, en aquel puesto de la vieja plaza mayor, a la sombra de aquella torre, que la picota se llevó por delante, en esta ciudad sesgada de tantas cosas. Y en aquellas cubas de la tienda de "Juanela" al lado de sacos de pienso, abarcas, latas, telas y ese mostrador donde iba a comprar bolsas de pipas con un cromo dentro.
    Hoy me huelen las manos a sardinas, a sardinas "salás". De esas que embargaban el ambiente, de las que se comían con pimientos y huevo fritos en el mismo aceite, produciendo una explosiva y placentera mezcla de sabores, que ahora mi hipertensión, leve espero, no me permite disfrutar.  
  Era este, con el bacalao, el único pescado posible en aquellos pueblos de la Mancha de los setenta. Empezaban los congelados, en algún rudimentario "furgoneto" que hacía la ronda semanalmente. Pero la sardina, y esta especialmente, era menú obligado y asiduo. Pescado azul que dicen que reduce el colesterol, aunque esta variedad con tanta sal, no se yo.
   Pero es otro de los sabores de mi infancia. Y es que últimamente no paro de hacer flash back, como si la película de mi vida quisiera parar el presente y revivir, proyectar de nuevo, pasadas secuencias.
    Sigue este frío. Un invierno de sopetón, como tantas otras cosas vienen. Ahora que lo pienso ya casi no veo estas sardinas por ahí; es lo malo que tiene que ya no haya tiendas de barrio y solo grandes superficies y y cadenas. Al menos intentaré ser "salao" y estar con gente que también lo sea, y lo mismo un día de estos le pido a alguna de mis matriarcas que me las prepare con un huevo y pimienticos, ya ese aceite salado, salado, osea que pastilla doble. Feliz martes.

lunes, 18 de noviembre de 2013

LA VARITA MÁGICA

De niño, las hadas que yo conocía, en los cuentos o en las peliculas, llevaban un palo rematado con una estrella, que al moverlo, desprendía una lluvia de minúsculas estrellitas y conseguían convertir las cosas, hacer realidad deseos, alcanzar cualquier cosa anhelada.
    Con el tiempo me di cuenta que las varas eran de madera y cartón plateado, falso todo, como las otras varas negras de punta blanca de los magos. Y las hadas se fueron diluyendo entre las hojas de papel de aquellos libros de cuentos de Perrault o Grimm. Empezaron a aparecer ángeles de y no de la guarda, que tampoco eran infalibles ni mágicos.
    Después, las estrellas se me mostraron en las manos propias, a veces buena, otras no tanto. Y la varita mágica se hizo de brazos y de trabajo, un poco también de esfuerzos y entusiasmo, lo que pasa es que demasiado a menudo no funciona, y hay que desenchufar y volver a conectar. Y a veces ni por esas...
    Seguimos con frío, con crisis varias. Hoy volveré a enfrentarme a muchos de mis alumnos menudos, que son tan diferentes del niño que fui y con los que me crié, porque ellos han tenido una varita mágica en sus padres que les han consentido y conseguido todo, la mayoría de las veces sin haberlo pedido, con lo cual se han saturado de todo, y ni valoran ni anhelan nada. Y eso que estamos con las rebajas, pero así lo siento y percibo.
    La verdad es que los lunes me cuesta arrancar esta bitácora. Y más con este gélido ambiente que nos ha cogido por sorpresa y que congela manos e ideas. A ver si encontrara una tienda especializada en estas varitas, y poder regalaros a cada uno la vuestra, personalizada, única e intransferible.
      Buscar vuestro deseo de hoy, y que sea un hechizo el que os lo haga realidad. Y abrigarse, que luego pasa lo que pasa, y para eso no hay varita que valga, sino calor, sudor y sopor.
      Las estrellas se me escapan, lo mismo alguna se cae en algún jardín o se pierde por alguna noche despejada, en vigilia de madrugadoras escarchas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

CRÓNICAS SEGOVIANAS

¡mira que es bonita Segovia! una ciudad pequeña, coqueta, monumental, recogida entre valles y sierras.
   Llevo diez años sin ir, sin pasear sus calles, sin gozar a la sombra del acueducto, sin llenarme de sus esencias. Quien no haya ido a la Vera Cruz, en lo alto de la colina, y mira la ciudad al fondo y Zamarramala atrás, no gozará de uno de los mejores espectáculos paisajísticos que hay en toda la castellanía. Enfrente el Alcázar segoviano, castillo de princesas y caballeros, con fantasmas por las torres y almenas, exincastillos de piedra, entre armaduras y escudos. Y el Alcázar que se mira en la catedral afiligranada, gótica tardía, seo de San Frutos, donde gocé de las edades del hombre de la vieja castilla, en una exposición inolvidable.
      Y por San Millán y San Antonio el Real, al acueducto, grandiosa arcada romana, prodigio de ingeniería, y símbolo de la ciudad. Por sus vanos, pasan, van y vienen, gentes, ideas, sentimientos, vidas...Vida espiritual de Juan de la Cruz en el convento carmelita adyacente al santuario de la patrona, Virgen de la Fuencisla, maravillosa imagen, que en septiembre se llena de oraciones y promesas. Cerca de allí, un bar en la carretera donde las cañas más frescas se acompañan de variadas y sobre todo baratas tapas, en esas veladas dominicales de aperitivos segovianos. Haciendo hambre para luego probar unas judías o judiones de la Granja, y el cochinillo asado, crujiente y blandito, cortado con plato de porcelana. Y para rematar, un poco de ponche segoviano para endulzar la sobremesa, paseando, callejeando para rebajar tan suculento homenaje.
      Toda Castilla es inmensamente bella, y variada, y amplia. También flota el alma machadiana, siempre con sabor a otoño, a melancolía, como este otoño mio, como estas nuevas o tal vez viejas melancolías.

    Y recordar: nos vemos en Segovia.

jueves, 14 de noviembre de 2013

POR EL HUECO DE LA CERRADURA

   cuando no hay llave que abra,
   cuando no hay pestillo que cierre,
   cuando no hay puerta entornada,
   cuando no hay cerrojo que suene

    por el hueco, la ventana,
    entra el aire y algunas luces,
    por el hierro, la madera,
    entra el frio y algunas nubes,

   y el ojo furtivo mira,
   espiando los adentros,
   de uno y de mil secretos,
   mientras todo se termina


   cuando retumbe el portazo,
   cuando la llave se eche,
   cuando suenen las bisagras
   cuando estas pidan aceite

  por el hueco donde cierra
  donde abre un nuevo aquel
  donde comienza este jueves
  por donde empezarme a leer

        Buscar la llave e intentar abrir palabras, hoys y corazones. Esto me salió así, no sé...    
   

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA CONSOLACIÓN DE UTRERA

"y mira que bonita era, que se parecía a la Virgen
 de Consolación de Utrera"

      Así cantaba uno de los personajes de la obra "La venta de los gatos" de Bécquer. Las coplas flamencas se hicieron eco de esta virgen sevillana, porque en la ciudad hispalense estaba en un principio, hasta que sucesivos episodios la llevaron a Utrera, allá por 1500 y pico, para hacerla su patrona años después.
   Una imagen que fue rechazada por unas monjas, por no considerarla bella, que sufrió abandono y marginación, como tantas personas. Pero las cosas sencillas son grandes y esta humilde talla hizo prodigios, como el de la lámpara de aceite que no se apagaba y tantos otros. Desde entonces Consolación de Utrera fue el más importante santuario de Andalucía la baja, con más de sesenta hermandades filiales, que dejaron de asistir cuando se prohibió la procesión de la Virgen por una pragmática real, a causa de los "vicios" que se formaron alrededor de su romería. La devoción fue decayendo, quedando solo en su pueblo y algunos limítrofes.
   Pero la Virgen de Consolación sigue dándonos el necesario consuelo. Como a aquel marinero que socorrió una vez y le regaló el barquito de plata, un perfumero de dama del siglo XVI, precioso, que porta en su mano y es su mayor distintivo iconográfico. Consuelo siempre necesario e importante el que da esta Señora desde su imponente y elegante santuario, con uno de los retablos más grandiosos del barroco andaluz.
      Virgen también del 8 de septiembre, como las grandes. Solo fui una vez. Pero volveré. Tal vez este año que es jubilar vaya a verla, a que me consuele con su sonrisa, a ver ese niño que una vez le robaron y que devolvieron meses después con una nota que decía: "arrepentidos los quiere Dios". Y camino alante me llegue hasta la plaza de Utrera a la sombra de la torre de Santa María de la Mesa, a comerme un "mostachón" ese dulce abizcochado tan característico de aquí.
   Después seguiré peregrinando por esos mundos, y buscando su consuelo, tu consuelo. Feliz miércoles, y que la Consolación de Utrera os llene de gozo.

martes, 12 de noviembre de 2013

FARINATO

O el chorizo del pobre. Así se llamaba a este embutido salmantino, hecho de miga de pan, manteca de cerdo y especias, sin presencia de las carnes magras del gorrino, que sirven para rellenar los demás embutidos de la matanza.
    Es algo exquisito por su sencillez. Y es que uno es de comidas sencillas, y de pobres. No cambio unas gachas por una mariscada, ni unas patatas a lo pobre con huevos y pimientos por una merluza fresca o un chuletón. El farinato naranja se fríe y se revuelve con huevos fritos, produciendo una maravillosa y espectacular simbiosis de sabores y texturas. También con pequeñitos huevos de codorniz, como hace mi salmantina Cori, que hace mucho tiempo que no me invita a probar esta excelencia culinaria que tan bien maneja.
   Dicen que proviene de Ciudad Rodrigo, sede episcopal, y que hasta a sus habitantes les llegó el nombre de "farinatos" como gentilicio popular. El caso es que me encanta. Y ayer como fue San martín, y se supone que comienza la temporada de mataeros, cada vez más escasos, más sofisticados y menos numerosos, hoy tocaba este plato tan típico y distintivo. Y es que el invierno avanza, sino con frío si con cielos más tempranos, naranjas y salmones embutidos en azules y grises.
  Y a mi el cuerpo me pide esto. La pechuga de pollo y la ensalada, al igual que el cielo, y otras cosas pueden esperar. Y en cuanto pueda me voy a la ciudad charra a darme un voltio, y un homenaje, solo o en compañía de otros. Avisados quedáis.

lunes, 11 de noviembre de 2013

CON CAPA ESPAÑOLA

Con capa española empiezo este lunes, esta semana media de este noviembre que corre y casi vuela. Y es que hoy es San Martín, aquel que partió su capa en dos para compartirla con un pobre, por lo cual es el patrono de los que lucen esta prenda tan española y tan elegante. Hoy 11 es San Martín, el que le llega a todos los cerdos, aunque a algunos les tarde mucho en llegar, y no solo cerdos de cuatro patas, sino de los otros.
    La capa española es al hombre lo que la mantilla a la mujer. Su origen está en la salmantina Béjar, donde empezaron a fabricarse estos recios paños, de elegante traza, con el botón charro a modo de broche y las vistas, o de interior que se abre tímidamente con bonitos terciopelos. En todo el país se llevaba como prenda de gala, abrigo y distinción. Hubo una antigua en mi familia, que llevaron por las calles de Vianos y las calles empedradas de Alcaraz mis antepasados, que en los tiempos de la posguerra sirvió para cazadoras y abrigos para mis tíos y abuelo, en épocas de penurias y escasez, perdiendo una joya más, una reliquia del pasado, que ojalá hubiera podido conservarse.
     Ha asociaciones de amigos de la capa, bailes que ejecutan con la misma, fiestas de caballeros ataviados a esta usanza. Hubo hasta motines por la prohibición de lucirla y ministros que tuvieron que salir por pies. Tengo amigos que la lucen con salero y elegancia. Yo tengo una, no de las buenas y auténticas, pero que también he intentado portar con estilo. Quizás algún día me de el capricho y me vaya hasta Castilla para agenciarme una de las de verdad, y es que en Ávila vi una, preciosa, cuyo dueño yo creo que ni la estrenó...con lo bien que estaría en mi armario...
    Hace frío. A ver si un día de estos me la pongo, cual majo embozado, cual caballero de capa sin sombrero, y me doy unas vueltas por ahí. Que la capa no se escape, ni ningún momento de calor y de sentirse abrigado, protegido y bien.

        Y eso que a veces haría de mi capa un sayo. Dicho queda.
     
         

viernes, 8 de noviembre de 2013

CECILIA

Mañana será nueve de noviembre. Tal vez alguien mande un ramito de violetas. Bonitas flores las violetas, humildes, pequeñas, sencillas...el ramito de violetas que hoy te mando a ti Nancy, que mañana es tu cumple, y que como siempre, no podré pasar contigo.
    Cecilia es una de esas cantantes de culto. Muerta prematuramente como el gran Nino, en la carretera, como lo hacen los mitos. Con veintipocos años puso patas arriba aquel final del franquismo, con esas letras descaradas de dobles intenciones, y que hoy en día siguen vigentes. Dobles vidas, adulterios, las dos Españas, amores clandestinos de medianoche, deseos de soltería, rebeldía. No era guapa, ni gran voz, pero gran artista, casi cuarenta años después sigue vigente la tímida Eva, hija de un embajador, al que le salió la niña artista.
       Poco antes de morir vino a actuar "de gratis" a las fiestas de Motilleja, que conmocionada por su triste final le dedicó una calle, por aquella desinteresada colaboración. Vamos, lo mismo que harian imputadas y ya condenadas, y otras cantantes de medio pelo. Hoy me levanté cantarín y tarareando estos estribillos, que forman parte de la banda sonora de este cuarentón, cada vez más cincuentón, y más...


   Nada de ti, nada de mi                                                                           
Una brisa sin aire soy yo
nada de nadie

No me pertenece el paisaje, 
voy sin equipaje por la noche larga, 
Quiero ser peregrino por los caminos de España 

Soy como un verso suelto sin rima, sin par. 
Soy un alma en pena contando lunas, 
Apenas me quedan ni para contar. 

Comienza un nuevo fin de semana que más que nunca es semana y novedad. Mientras, iré oyendo las canciones de Cecilia, profundizando en sus letras, tarareando sus melodías. Y por el camino unas cuantas violetas para vosotros, con aroma a caramelo lila, a nostalgia, y ¡que coño! a cualquier tiempo futuro que será mejor sin duda.

jueves, 7 de noviembre de 2013

EN ESA ERMITA VACÍA...

                 Te vi llorando una tarde
                  en esa ermita vacía...
                  y no te diste ni cuenta,
                 te vi suspirando, sin alegría,
                  y no me oíste las venas
                 en esa ermita vacía...

                 Tu cabeza entre tus manos
                 y tu mirada perdida
                 el corazón entre vanos
                 y mi mirada en ti hendida

                                                         
                                                           te vi mirar hacia abajo,
                                                           te vi mirar hacia arriba,
                                                           te vi mirar a la nada,
                                                           te vi mirarte la vida

                                                           Y no te diste ni cuenta
                                                            de que yo a ti te seguía
                                                           y no te diste ni cuenta
                                                           que yo por ti me moría                  
                                                           y por no darte ni cuenta
                                                           ni notaste que latía

                                                           Cuando te diste la vuelta
                                                           me escondí en la capilla
                                                           cuando cerraste la puerta
                                                           me asomé a ver tu ida

                                                          Y al quedarme solo, solo,
                                                           en esa ermita vacía,
                                                          me puse frente a la Virgen
                                                          con tristeza, de rodillas,
                                                          y le pedí ir contigo,
                                                          de la mano, sin mentiras,
                                                          y consolar tu y mi llanto
                                                          y ser dos en una vida.

                                                         A la luz de aquellas velas,
                                                         pensé en ti y en este dia,
                                                         y en la llama imaginaba
                                                         el volver pronto los dos
                                                         y llenarnos de esperanzas
                                                         en esa ermita vacía





  Tiempos de otoño I. En una tarde de miércoles, soleada, raramente cálida. Siempre habrá una ermita abierta, siempre un banco vacío, siempre una y mil oraciones, una persona y sus mil instantes.




 
                                                       
                                                         
                                                         




























miércoles, 6 de noviembre de 2013

CALLE MAYOR

Empedrada calle. Vía principal. Tal vez mañana mojada, hoy con arenilla traída por los vientos, y alguna hoja rodante, correteando por el suelo.
  Calle mayor soportalada. Vacía en tardes que son más noches, concurrida en mañanas que a veces vela la niebla. Senda que conduce a la plaza, al campanario, al consistorio. Tantas veces andada, tantas veces recorrida como dice la copla:

       "calle mayor ancha y larga
         cuantos pasitos me debes
        cuantas veces me habrá dado
        la sombra de tus paredes"

     Y las ventanas cerradas, bajando persianas...quizá alguien se asome tras el visillo, aunque no sea una vieja. Tan diferente de las callejuelas y callejones, sombríos, cerrados, vacíos, y a veces sin salida.
    Calle mayor de tiendas y comercios. Bullicio y ruido. Sin coches ni humos, solamente almas y vivientes puestas en ella, como personajes de un teatrillo. Tantas calles mayores en lugares pequeños, siempre hay un lugar donde estar, donde pensar, donde caminar. Imposible camino a veces, fallido circuito de sensaciones.
      Esta de la foto es la calle mayor de Alcaraz, larga y estrecha. Ruta hasta la meta de las dos torres y la ancha plaza, que al ser mayor hace pequeña la vía. Quienes no la conocéis ir a verla. Yo sé que es mi calle preferida, que por ahí andaron mis ancestros hasta San Miguel o la Trinidad, y ojalá tuviera una ventana y una manta desde donde mirar y recordar...
    No sé porqué escribo esto. Tal vez sea un post absurdo. Pero vi la foto y como siempre, Alcaraz sigue presente en mi inspiración y mi aspiración. Perdones mil por los absurdos, pero ya sabéis que yo lo soy, casi tanto como barroco, casi tanto como cabezón, casi tanto como iluso.
       Cierro la puerta de aquí esta noche. Con Dios. Me voy a pasear por mil y una calles mayores, pasito a pasito, corriendo y parando, riendo y tal vez llorando.
 

martes, 5 de noviembre de 2013

ROMPECABEZAS

Admiro a la gente que tiene la habilidad para "casar" una pieza con otra, para formar la imagen agrietada en estas fichas con forma de raspa, de doble cruz tal vez, con formas curvas y rectas. Nunca fui de hacer puzzles, ni de niño, prefería dibujarlos yo de una pieza, porque tal vez me gustan las cosas naturales, sin copias, sin trampa ni cartón. sin embargo si he sido de romperme la cabeza, a pesar de que en algunos momento debería haber roto la de algún semejante...
     Rompecabezas. A estas horas de la noche, la mía anda un poco rota tras tantas horas de coche, gente, ruido, pensamientos cautivos... Y para colmo, el viento, no se si solano o no, ruge con fuerza y estrella su aullido contra el cristal semihelado, que el calor del hogar, del radiado,r no puede vencer. Y es que a mi me cuesta terminar estos engranajes, y casi siempre o se me pierde una pieza, o no viene en la caja, y me deja la obra inacabada, cuando no es que la pieza que me falta ni siquiera es de este modelo.
     Quedan cuatro días para mi nuevo reto. Nervioso, ilusionado, asustado, expectante. Me como mi cabeza, más que me la rompo. Y sigo insertando una y otra figura, en la plantilla de este martes ya de noviembre, mes sin vírgenes, mes con ánimas. Undécimo y acabando, espero que ellas escuchen mis rezos y las otras me animen un poco. Que es que ya hace mucho frío por la noche, y no tengo quien me arrope ni quien me de las buenas noches, que eso si que es un juego de habilidad mental, o más bien racional.
      No perdáis más piezas. Y seguir uniendo unas con otras, más que separándolas, aunque el mundo se empeñe en ello, en cortarlas, en no ligarlas. Quizá alguna vez tú y yo lo completemos, aunque lo mismo será el momento de abrir una nueva caja y un nuevo desafío.
     

lunes, 4 de noviembre de 2013

MIEL

Dulce como la miel. Así os deseo que sea este lunes. Porque la miel siempre va unida a cosas agradables, dulces, positivas. Las mieles del éxito, la miel sobre ojuelas, la leche y la miel, la voz melosa...este denso elemento, que nace en las flores y vuela en las abejas, malvados insectos de inoportunos aguijones, que tienen sus palacios de formas exagonales, donde hay una reina, un zángano y muchas obreras, como la vida misma. El panal es un micromundo, matriarcal, donde el hombre es un mero elemento fecundador, que cuando no vale ¡zas! y es que los bichos estos a veces son más listos...
 Llevo días enganchado a las mieles manchegas. La tos peleaba con mi garganta hasta que la miel de tomillo y la leche caliente han hecho muralla y le han hecho retroceder. Es que me gusta la miel, y encima es buena para casi todo y dicen que no engorda. Aunque también se dice que no hay miel sin hiel, que casi son palabras iguales aunque el equipaje de ambas sea diametralmente opuesto.
   Miel de romero, de rosas, de azahar, ron miel, orujo de miel, costillas a la miel de mi María, caramelos de miel. Todo un universo para endulzarnos, cicatrizarnos, curarnos...Lo malo es que es viscosa y pegajosa, y hay que limpiarse las manos, y en ocasiones resbala por el tarro y mancha, y resbala. Pero tiene más pros que contras, y no se me ocurrió mejor tema para empezar esta semana que se me plantea larga, intensa y complicada, con nuevos retos, con viejos miedos.
    Y recordar que "más moscas se cazan con miel que con vinagre". Y que "no se hizo la miel para lo boca del asno", y es que hay muchos asnos de dos patas, doy fe.
    Me retiro a mi panal, más obrero que zángano. Y mañana a volar y laborar. Y a soñar nuevas mieles.