viernes, 28 de junio de 2013

LE DIJO/ OS DIGO

          Le dijo que le quería y era mentira
          le habló de mil y una noches
          y hasta de una noche huía
          le dejó tronchada el alma
          e hizo tempestad su calma.
       
         Le dio arena y cal
         borró el color de sus sueños
         le dio mieles con sal
         robó el valor de su dueño.

        Le dijo que volvería
        entre palabras distantes
        entre semanas vacías
        le dijo que no podía
        entre silenciosos llantos
        entre creídas mentiras.

        Le dio cual toro puntilla
        rompió estima y cristal
       le dio la postrera humilla
       y regócijose tal cual.
       

       

 Os digo:  Quedan solo unas horas. Muy pocas. Un finde ajetreado de eventos y trabajos. Estoy nervioso esperando a la gente que quiero y que vais a venir. Antes de que se me olvide, los ganadores de los templetillos del 2013 son:

TEMPLETILLO DE ORO: DOLOR CALMADO CON 165 POSTS
TEMPLETILLO DE PLATA: LAPOLO CON 162
TEMPLETILLO DE BRONCE: PEPI CON 136

   Muy cerca las nuevas incorporaciones, madrileña y valenciana, Meriyou y Maribel con
116 y 112 respectivamente. En nada, la entrega de premios, hermosísmos que diría la Ague.

jueves, 27 de junio de 2013

ABANICOS

Refresca la noche. Aunque el día ha sido caluroso, como son los días que preludian la fiesta de San Pedro, ya aquí mismo. Pues eso, que esta noche corre la brisa, como si el cielo de estrellas hubiese hecho de abanico nocturno para mitigar el sol que ya abrasa, agota y casi agobia.
   El abanico es uno de esos objetos imprescindibles en una casa, en un bolso, en un cajón. Un regalo socorrido siempre, para madres, abuelas y amigas. Madera y tela para dar aire, para hacer el ruido característico, de abre y cierra, de golpes sobre el pecho. Abaniqueras de cristal, a modo de pequeñas hornacinas donde guardar reliquias de familia, pintadas a mano, con carey, con nácar, con finas varillas, labradas y estofadas.
   Abanicos pequeños de hombre, tan poco vistos y casi mal idem. Abanicos pericones, extra grandes, para el baile por caracoles o alegrías de Cádiz, una de las cunas de la artesanía abaniquera, junto con Valencia. Abanicos de encaje, recordando a Goya para las majas que bailaban tiranas y panaderos. Damas del pay pay, madamas más bien, con soplos de aire con sabor a puerto, noche intensa y vacío tras las persianas. Contraseñas de mensaje:
Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.
cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver". 
 Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya 
Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir "Puede besarme"

  Interesante ¿verdad? Los abanicos son un universo que se abre y se cierra, que sirve y adorna, que da un soplo de frescura o te deja con el mismo sudor. Abanicarse es un verbo y casi un arte. Y yo necesito arte, siempre, y aire, casi siempre, fresco y verdadero, que a veces el calor es como un infierno, sin diablo, pero si con muchos demonios, algunos de ellos humanos.
   En dos días nos vemos. Estoy deseando. Gracias por vuestro tiempo, por pensar que soy merecedor del mismo, no todo el mundo piensa lo mismo, desde luego. Ya huelo a cerveza fría, risas, y un poco de nostalgia antes de empezar.

miércoles, 26 de junio de 2013

LAS COSAS DEL QUERER

Una de mis películas preferidas. Hace casi veinticinco años que la vi en aquel cine Cervantes, en la calle de la Feria, que como todos los demás cayó para hacer un bonito edificio de pisos, en aquellos años, no tan lejanos de delirio urbanístico.
    Recuerdo que al salir nos fuimos a tomar un te con leche al Marius, que era una cafetería muy decadente, con sillones de terciopelo rojo y grandes candelabros, donde antes estuvo Cullel, una de las tiendas emblemáticas de telas y ropas de esta ciudad, que ni su viejo comercio ha sabido conservar.
  Las cosas del querer. No tienen fin ni principio ni tienen como ni porqué. Pues no sé yo que decir...Pero si que fue esta película, una reivindicación de la copla, con una historia atractiva y amarga al mismo tiempo, basada en la vida de Miguel de Molina, un grande nunca reconocido. Con canciones inolvidables como esa Bien pagá, Herencia gitana, el Ole, el Morrongo y por supuesto Compuesta y sin novio, con una María Barranco cantando esa copla, que todos hemos tarareado en alguna fiesta desenfadada con alguna cerveza de más. Posguerra, canciones, colores, historias...de una época gris que por momentos se torna en azul, al aire de música y baile.
    Frases ya míticas como: "¿Estrellita de segunda?" " si tú me tiras el cocío yo te tiro la bebía" o "ten cuidado a ver donde metes las pelotitas" jejee, se  nota que la he visto unas cuantas veces.
      Luego se hizo una segunda parte. Si me apuran, más cuidada que la primera, pero ya no tenía la frescura de esta. Al menos la secuela acababa de una manera más optimista, más esperanzadora. Con canciones como Te lo juro yo,una de mis coplas preferidas, de las que me ponen sensible, la Hija de Don Juan Alba, Pepa Banderas o Tani. Con la voz un poco desgarrada, pero peculiar de la Molina, tan diferente al gorgoriteo de su padre y el Bandera, cantando sin alardes, pero con gusto.
   Poco después la condenada I. P. se subió al carro del cine folklórico. Pero claro nada que ver, pero nada.
 Y es que hoy ha sido un día duro y tocaba música y un poco de alegría en las penas, o penicas.

        "....lo nuestro tiene que ser aunque entre el uno y el otro levanten una pared,
              son las cosas de la vida, son las cosas del querer..."

martes, 25 de junio de 2013

ARROZ NEGRO

Soy muy arrocero. Me encanta. Ya hablé del arroz al horno, creo que del caldoso también, y hoy del negro.
  El arroz negro es una exquisitez, a pesar de su apariencia poco atractiva. El sofrito de verduras, ajo y laurel, mezclado con la sepia, calamar, gambas y el caldo de la morralla (bonita palabreja, tanta moralla humana), todo ello embadurnado de la oscura tinta de la bolsa del calamar, constituye uno de los más ricos manjares y platos para mi pobre paladar.
   El arroz negro deja el estómago feliz y los dientes negros. Deja un regusto de relamerse en la lengua y el gusto, al tiempo que un tizne en la garganta y el labio. Me gusta más el arroz negro que el humor negro, y más que el ¿amor negro?.. ¡Dios mío! que cosas digo.
    He comido varios arroces de este tipo. Tal vez el mejor lo probé en plena Mancha, en Picón, cerca de Ciudad Real, en una arrocería transplantada de tierras valencianas a plena llanura calatrava. Otros muy buenos en Cullera, Albacete e incluso en Barcelona. Porque no depende del lugar, sino de las manos y el cariño de quien lo hace, como todas las cosas. Y nada es patrimonio de nadie ni de ningún lugar, porque cada persona no es solamente un mundo, sino un universo entero.
      Voy a echarle un poco de ajo. Lo sé Polo, que no te gusta nada, pero al ajo es bueno para la tensión, y aliña con fuerza los sabors. Y de todos modos no pienso besar a nadie, y si beso, espero que se haya sentado a compartir mesa y mantel, y algunas partes más del día a día, y supongo que no le importará el saborcillo al alioli, ajo y aceite que reboza los granos ennegrecidos y calados de tintas y rocas ahogadas en aguas saladas y movidas.
        Encauzando la semana. Un poco complicada, intensa. Y esperando el sábado, para reuniros in person, y alrededor de una cerveza fría a quienes casi a diario os reunís en torno a esta ventanita de palabras y vivencias, escritas sin tinta, solo con alma invisible. Porque la tinta, como otras cosas, la guardo para echársela al arroz y al adiós.
  Y ya se pasó San Juan, que pena!
     

lunes, 24 de junio de 2013

EL TRÉBOL DE SAN JUAN


" a coger el trébole, el trébole, el trébole,
a coger el trébole la noche de San Juan"

noche mágica de junio; vísperas del día del precursor-primo de Jesús, que justo seis meses antes de la navidad celebra la fiesta de su nacimiento.Olvidados conjuros y sortilegios, noche de fuego y purificación, de cortas horas y largos momentos.Noche especial y especial, sin arenas, ni verbenas, sin reuniones siquiera...

"todas las noches busco y no encuentro
cuando por Junio llega San Juan
un trébol verde de cuatro hojas
que a mí me sirva de talismán"

¿alguien tendría la amabilidad de decirme donde leches encontrar el dichoso trébol, encima con cuatro hojas? hay que joderse...

      Mi santo onomástico. Templetillo se escribe con jota, de Juanito, de Yohanan hebreo, del primo segundo de Jesús. Hoy es fiesta, pero yo no tengo. Hoy es la noche más corta del año y para mi es larga. Hoy es lunes, más lunes que nunca. Hoy es mi santo. Y el del rey también, que por eso compartimos día, por su culpa me llamo así. Y en la catedral albacetense, el titular preside el altar mayor, de la que siempre fue la iglesia de San Juan, la parroquia principal.

viernes, 21 de junio de 2013

BERNARDA ALBA


Hace poco he vuelto a ver€ en televisión el gran drama lorquiano, aquella lectura de mis tiempos de instituto que tanto me impactó. Esta tragedia femenina de prejuicios, hipocresías y tiranía, que nos lleva a un panorama de negros atavíos, de silencios y de lamentos.La personalidad despótica de Bernarda, que a veces produce miedo y siempre rechazo se €contrapone a la sinceridad de Adela y su afán de libertad y vida. La sabiduría innata de Poncia, sirvienta y observadora consciente de la trama contrasta con la locura de María Josefa y sus frases plenas de cordura.Casa encalada de blanco andaluz salpicada de manchas negras de lutos y oscuros interiores, castración del deseo y la alegría.Tal vez la vida es a veces una Bernarda Alba que llega€ a asfixiar y a no permitir ser nosotros mismos y poder disfrutar, aunque sea, de efímeros momentos de felicidad.
   Exquisito teatro lorquiano. Drama y tragedia. Silencio en el calor, sed de amor, de sexo, de agua.Los nombres de los personajes, son un compendio de simbolismos y mensajes subliminales: Bernarda (masculina y significa “con fuerza de oso”), Angustias (oprimida y deprimente), Martirio (atormentada), Magdalena (nombre bíblico y como el dicho de llorar como una Magdalena), Amelia (significa “sin miel”), Adela (significa de “naturaleza noble” aunque también puede proceder del verbo “adelantarse”), María Josefa (María significa la madre de Jesús y José significa el padre de Jesús; simboliza la edad del personaje), y La Poncia (nombre relacionado a "Poncio Pilatos", personaje bíblico que envió a crucificar a Jesús), de vida. 
     Entro en el verano con literatura, con libros, con papel. Y con un poco de teatro. Como la vida misma, como los falsos decorados de cartón piedra que muchos se montan, felices ellos que se lo creen. Farsa y máscara. Que Talía os perdone. Y seguiré leyendo a Federico, pero un poco de poesía, que endulze y refresque lo que se nos avecina.
          

jueves, 20 de junio de 2013

CENA PARA DOS

Casi siempre ceno solo. La comida de mediodía o almuerzo, más veces se escapa de este solitario no de cartas, sino gastronómico, porque hay amigos que acompañan, que acogen, como la nieta de la Remedios, castañuela o Milú, en cuyas casas me siento uno más.
    No sé muy bien porque escribo este post hoy. Pero vi esta foto y me llamó la atención. Bonita mesa y mejor vista. Las dos copas de vino..y a la noche se le fue la mano como decía el "Derroche" de Ana Belén, mientras me pregunto. ¿quien se sentará en esta mesa? ¿que pasará después? ¿cenarán mañana también o ya no habrá mas cenas? interrogantes varios...
       Se supone que es una cena romántica. Que tampoco sé muy bien lo que quiere decir. Cena de tortolitos, donde casi no se come, con miradas tiernas, manitas e interrupciones en forma de ósculos. No sé, pero será la falta de costumbre. Mis cenas son rozando la medianoche, ligeras y rápidas. Y es que será la edad, pero cada vez llevo peor los excesos nocturnos de todo tipo y cuando hago cena copiosa, el sueño se torna pesado, repetitivo y necesitante de almaxes o bicarbonatos.
       Tú cocinas, yo pongo la mesa. Tú recoges, yo friego. O mejor pongo el lavavajillas si lo tuviera. O mejor aún pido un catering íntimo, que haberlos haylos y muy buenos...¿y porque digo yo estas tonterías? la noche me confunde, o tal vez el hartazón de otras cenas abortadas, o únicas y aisladas, sin solución de continuidad. Y es que "repetición" quiere decir "volver a pedir", y yo ya no pido más, me conformo, como decía Marisol en la película con Robert Conrad.
     Bonitas vistas panorámicas. Como las de esa Florencia que me llama a gritos, y donde pienso cenar a dos, yo y mis circunstancias, siempre presentes, siempre fieles, siamesas de alma y des-amores.
       A dos. Como "Pijama para dos", con Doris Day, uno de mis iconos cinematográficos preferidos, que será, será!

   ¡que post más raro hoy! ¿verdad?, si es que no pue ser...
     

miércoles, 19 de junio de 2013

CACEREÑAS

Indumentarias patrias. Viendo los cuadros de Sorolla, de trajes regionales españoles, tan maravillosos, tan detallistas, que han servido ¡por fin! para un montaje del Ballet  Nacional sobre folklore, que ya era hora. Los lienzos retratan el vestir popular, que con mayor o menor acierto sirvieron de base para los trajes representativos de las diferentes provincias, aunque los "catedráticos del arca" se empeñen en uniformarnos a lo dieciochesco, a lo levantino.
  Gracias a Dios, Cáceres es territorio libre de este sarampión. Porque Extremadura es tierra dura, brava y con solera. Una gran desconocida, una de las tierras de las españas, que más me gusta y sorprende. Ya en 1.917, Sorolla vió a las mujeres de Montehermoso con este peculiar traje, santo y seña del tipismo extremeño. Un traje de gran colorido donde a los refajos o sayas se les llama mantillas, destacando entre los varios que lucen, el de color cereza, el fruto de estas comarcas norteñas. Y el dengue o esclavina, negro, rojo y verde, sobre el que reposa el collar dorado de joyería tradicional. Pero la prenda que más lo distingue es la gorra o sombrero de paja, ricamente adornado de colores, de peculiar forma, tan diferente y análogo a los que se lucen en las vecinas Salamanca y Ávila. La gorra montehermoseña es un souvenir, un icono de la cultura popular, de la raíz, de la leyenda. Como la creencia popular, alentada por los propios vecinos, del espejo, completo para las solteras, roto para las casadas y sin él para las viudas, que también portan gorras adornadas en el negro color de lutos.
    Y las medias azules y las cintas bordadas de los mandiles, recordando la vecina Lagartera toledana. Un traje con personalidad, sin justillos versallescos, ni sedas ni brocados. Sobrio, serio y también barroco, como ese gen que creo que llevamos las tierras de este país, que se paró en épocas de meninas y retablos.
    Hace más de veinticinco años fui testigo en Palma de Mallorca, como se le concedía el primer premio al traje folklórico de entre más de ciento veinte grupos de todo el mundo. Por algo será. Lo más importante porque toda Extremadura lo ha hecho suyo, y lo luce con orgullo y prestancia.
    Después de Asturias, necesito una escapadita por allí. Que tengo mono de Cáceres, de Guadalupe, de migas, de vino de pitarra, sopa de tomate y jamón de dehesa. No solo de folklore vive el hombre, auqnue yo viva de él y casi por y para. Ea, las cosas son asín...

martes, 18 de junio de 2013

EN COVADONGA

Me encontré esta foto por la red. Y me dió la idea para el post de hoy. Días de altibajos, de oscilaciones en la temperatura y en los ánimos, de amigos que sufren, de cuitas, de preocupaciones.
   Por eso, Covadonga. Uno de los lugares más bonitos de todo el país, la montaña sagrada de los asturianos, santuario mayor del norte, cuna de la reconquista, verde, verde, sencillez, devoción.
   Covadonga no te deja impasible. El ascenso al real sitio es impresionante, preludiando el espectáculo de más arriba con los lagos renombrados. La basílica neogótica impacta, pero me pasa como con el castillo del rey loco en Baviera, que me gusta más por fuera que por dentro, y de lejos que de cerca. Lo importante es la gruta, la Santa Cueva, donde la Santina, forma en la que familiarmente se la denomina por parte de los astures, preside el entorno, en modesta capilla, al aire libre, al abrigo de la roca.
   "Es pequeñica y galana" dice el dicho sobre la patrona asturiana. Y uno siente debilidad por las imágenes pequeñas, tal vez porque en ellas se condensa la mayor fuerza y belleza. Y encima es de las del 8 de septiembre, el dia más hermoso del año, que también coincida con la fiesta del Principado, porque Covadonga es el mayor símbolo de asturianía. Nuestra Señora de Covadonga me inspira ternura, paz y sobre todo ganas de volver. La imagen que se venera no es la primitva que pereció en un incendio, sino una talla del siglo XVI regalada por el cabildo de la catedral ovetense. En 1.918 fue coronada canónicamente, siendo una de las primeras de España en recibir tal distinción. Dos veces la he visitado pero nunca la he olvidado. Siempre con buenas gentes de allí, y emocionante la última visita, pasando por delante de Ella, tan cerca, con una flor en la mano, con el corazón también en la mano.
   Y bajo la gruta, la cascada de agua de la que brota la Fuente de los Siete Caños, de falsa leyenda. Porque yo bebí y a la vista está que ni me he casao ni nada que se le parezca. Será que la Virgen no ha querido, por algo será que así sea.
    Voy a volver en cuanto pueda. A divisar el mirador de Pelayo, subir las escaleras hasta el más ecológico y pobre camarín de patrona alguna, rezar, sentir el tintineo de las velas, y bajar viendo el cielo cantábrico, azul y grisáceo, mientras me relamo de pensar en unas fabes con chorizo y un culín de sidra. Lo dicho, que me voy pa Asturias, que lo he decidido ¿quien se apunta?

lunes, 17 de junio de 2013

VENTANAS ABIERTAS, PALABRAS CERRADAS


Aún no es verano; todavía la primavera quiere robarle espacio a este junio, que se ha puesto bravo y desplega todo su poderío de calor y color.Llega por sobresalto, y como siempre en este bendito Albacete, sin pausa ni tregua, pasando de fríos y aguas a canículas y soles abrasadores.
Molesta la ropa; mi cama yace semidesnuda, emanando una molesta sensación de agobio, que no sería tal si la soledad me abandonase.Las persianas, cortinas y cristales, que estuvieron aletargados y sellados a cal y canto, empiezan a abrirse y moverse, tras el largo y crudo invierno de este año, que tantos hielos y nieves dejó sin compasión.
Pronto será noche de solsticio, de magia, de conjuros. Mientras llega, este verano juliano adelantado, me quita ropas superfluas del cuerpo y del alma, y abre rendijas en mis paredes y mis ventanas, para que el aire refrescante y purificador me deje disfrutar de plácidos sueños y renovados despertares.


Deja de pensar,deja de agobiarte, amigo mio,
respira hondo...1,2,3...recuerda, mejor no, no eches la
vista atras, mira hacia adelante;uff! ¿que pasa? no pasa
nada... vaya, saborea esta tediosa quietud.Siéntate, deja
ya de moverte, para un poco tus piernas y tu cabezica.
 Aún queda tarde, aun quedan dias.. (vayan a
tomar viento todos los acentos y todas las normas del
mundo)...por un momento la ruleta cerebral se ha
desactivado, tus neuronas se han sentado a descansar, y
el ordenador de tu vida se ha recalentado y te pide reiniciar.

  Este es mi primer post con las ventanas abiertas, las de mi casa. Demasiado tiempo cerradas como tantas otras cosas. Y dicen que vuelven los fríos, pero hoy me he llenado de calores entre tanta frialdad. Y lunes, en una semana mi santo y en nada, las templecañasssssssssssssssssssss!!!!

viernes, 14 de junio de 2013

PINCHOS MORUNOS

El pincho moruno me lleva a mis primeros años de feria, a aquellos puestos de la cuerda, idénticos a las tascas que ahora se ponen en el paseo. El olor de la carne asada, desprendiendo el humo de su adobo, de su aliño de pimentón, se me metía en el olfato y el paladar.
    Y eso que los morunos, claro, no pueden ser de cerdo. Pero la piel de toro nuestra es muy de cochino y orza, y por eso, los pinchos por aquí son de carne magra. Tapa siempre asociada a merenderos y bares, porque no sé porqué pero en mi casa nunca fue plato doméstico, ni tengo conciencia e haberlos comido en casas de amigos o familiares, al menos yo no lo recuerdo.
   A mi me gustan con su pincho metálico. Ahora los hay tipo palillo largo, de madera, pero como que me pierden así glamour y casi sabor. Ese ritual de ir pasando la dentadura trozo a trozo, con cuidado de no ser taladrado por el acero, saboreando, desensartando ¿se dirá así? la carne, y engañándola con el pan bañado en el aceitico del adobo.
     No he dicho que este plato tiene un origen árabe, de ahí su nombre. Y hablando de pinchos, pinchazos y pinchitos: estoy harto de pincharme con espinas en forma de palabras vacías, y de historias requeterepetidas, hastiado de los pinchazos de las ruedas de mi forma de ser, de esa transparencia que buena o mala, se empeñan en empañar, y para terminar conformándome con estos pinchitos de tascas y tabernas, porque de los otros, de los que habla el Amador de La que se avecina, poco, poco, muy poco.
   Feliz fin de semana. Hará calor dicen. Ya lo hace. Me resulta raro teclear al lado del radiador que no hace tantos días aún estaba caliente. Y escribir en pantalón corto. Hoy guardé nórdicos y edredones, un poco de mi intimidad y saqué al aire un poco de mala leche, que ya estoy harto de ser bueno, bueno, bueno no, más bien tontico a veces.
   Tomaros una caña con un pinchito a mi salud. Con Dios.

jueves, 13 de junio de 2013

CARTA A SAN ANTONIO

Querido San Antonio:
   Lo primero de todo felicitarte en este día de tu santo. Un año más en este trece de junio que nos has dejado ponernos la manga corta y guardar edredones y nórdicos.
    Ayer fui a verte a tu capilla en San Juan, que estaba oscura y desangelada, ni siquiera tenías los centros de azucenas de otros años. Por eso tu altar no tenía el blanco y el perfume de estas flores, que tan bien huelen y a las que en alguna ocasión les dedicaré un post, porque me gustan mucho ¡ Ay San Antonio, que hasta a ti te ha llegado la crisis!
    Allí te he contado cosas y te he regañado, y te he rezado, y aunque sabes que mis palabras son sinceras y nacen desde dentro, quería dejarlas por escrito, que sino es posible que se las lleve el viento como tantas otras cosas.
    No, hoy no te riño, porque no seas casamentero conmigo. Por algo será, si tú no lo facilitas es porque es mejor, espero. Tampoco soy modistillo ni chulapo, ni tengo alfileres que poner en tu pila de agua bendita para clavarlos en la palma, y además no quiero más agujas, más pinchazos, tú ya me entiendes...
      Pero por favor, tú que intercedes por las cosas perdidas, haz que encuentre todo aquello que no hallo, y que he extraviado. Cosas como mi confianza en el ser humano, mi entusiasmo, mis afán de proyectos y una parte de la alegría esa que dicen que era mía, y que no consigo dar con ella. Tú que eres milagroso, que hasta restituiste un pie cortado a su pierna, y que hablabas a los pajarillos y las flores, haz lo posible por borrar este malestar que hay , esta tensión, esta tristeza tan general, este abatimiento, que a muchos nos ahoga y nos hace no disfrutar, no sentir, casi no vivir.
    Cuida a mis blogeros, especialmente a tus tocayos, Antonio Esquiva, Ris, Antonio Orellana y alguno más. También a mi Nancy, que se ocupa con su familia de tu culto desde hace décadas, o a Mar que es una de tus más fervientes seguidoras; ¿sabes? estoy escuchando la canción de Pasión Vega, que habla de ti y de Teresa, que historia tan bonita y tan entrañable, te hace creer en los milagros, por momentos.
   Enciendo una vela por ti y por mi. Y aspiro el olor de la cera y la azucena. Eres el santico doméstico y popular de estas tierras. Casi de la familia. Un día a ver si puedo ir a Padua, de camino a Florencia.
  ¡Ay San Antonio! perdona si me pongo un poco pesado, no son buenos tiempos para  muchas cosas ni para muchas gentes. Pero al menos te tenemos para desahogarnos, para seguir creyendo, para seguir adelante.
    Me despido ya, con un beso en tu peana y otro al Niño Jesús que llevas en tus brazos. No te olvides de este pobre templetillo y de su gente. Siempre salud. Y que vayamos encontrando siquiera algo de lo que ya no tenemos.
     ¡felicidades Fernando de Lisboa, Antonio de Padua!

                    Tu devoto   templetillo
     

miércoles, 12 de junio de 2013

AMÉLIE

Como estoy peleado con el mundo, bueno con una parte del mismo, estoy viendo "Amélie" mientras escribo este post. Porque es una película tan fresca, distinta, optimista y tan francesa, que puede ser el mejor antídoto en esta primera noche de más de veinte grados. Y es que a mi me encanta la cultura francesa, infinitamente más que la inglesa, porque uno es ya antiguo, de cuando se llevaba el francés.
   Amélie sueña y es rara. Como yo. También intenta ayudar a los demás. Como yo, y tal vez como tú. Encuentra el placer en las pequeñas cosas, como meter la mano en un saco de legumbres y tirar piedras al agua de un canal, como yo lo siento al abrir la ventanilla y sacar la cabeza y sentir el viento, o pasear por calles vacías, que me hacen sentir el dueño del mundo. Esta película cuenta varias historias concéntricas, tangentes con el nexo conductor de este ángel humano de expresivos ojos y flequillo tan francés. Porque hay personas que son felices haciendo felices a los demás, al igual que las hay, en mayor medida, o es que yo conozco más, que disfrutan solamente sembrando la infelicidad. En las primeras casi nadie repara, mientras están pendientes de los demás, salvo ellas mismas, cuando llegan a su casa, y examinan su soledad, su único premio.
   Preciosas imágenes de la capital parisina. En el emblemático barrio de Montmartre, con sus peculiares bares, fruterías, casas, y la música tan bonita, con ese acordeón, con esa cadencia optimista, que sirve de fondo a las andanzas de la protagonista. Muchas veces las cartas llegan con treinta años de retraso, la vida cabe en cuatro fotos rotas de un fotomatón, y las casualidades no se buscan, aparecen por arte ¿magia?
  Magia tiene esta película y sus personajes. Tal vez hoy más, porque hoy es hoy. Me quedo con esta frase:
" sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer"..¿es bonito o no? madre mía pa como estoy yo!

    Y mañana San Antonio. Que se prepare. Avisados estáis.

martes, 11 de junio de 2013

PASTIRAS DE JAÉN

11de Junio. San Bernabé. Parece que empieza a hacer calor. Y hoy es la fiesta patronal de la capital del olivar, de Jaén, del Santo Reino. La Virgen de la Capilla descendió a esta ciudad en este día, y desde entonces se conmemora con devoción y tipismo. Hoy se pueden ver, en la ofrenda floral y en la procesión solemne de la Virgen patrona, los trajes típicos de la ciudad jienense, que el pueblo llama de "pastira" una derivación de "pastora", porque esta indumentaria llevaban las pastoras de los arrabales aledaños, que venían a vender la leche de las ovejas de sus rebaños a los mercados y plazas de tan antigua población.
      Y es que este traje tiene aire castellano, manchego más bien. Porque hay quien dice de Jaén no es tierra andaluza. Pero si es tierra señorial y sobria, cuna de un bolero peculiar de cadenciosos brazos y serenos y elegantes movimientos. Porque esta parte andaluza no es de faralaes y peinetas de colores, como por desgracia se ven por doquier en su feria de octubre
en detrimento de esta indumentaria tan propia y distintiva. Precioso conjunto de sayas azules y grises de "canícula, que me encanta esta palabra, sobre refajo encarnado de paño, como encarnada es la mantilla que cubre el peinado de rodetes y "alpargata", sui géneris interpretación del moño de picaporte de otras tierras, mantilla protagonista de una leyenda tan increíble como bella, de una batalla sangrienta que tiñó las tocas blancas de sus antepasadas. Airosos mantones y mantoncillos, y tímidas flores sobre el rodete, encima de las ricas arracadas "saboyamas" que penden de los lóbulos de las jaeneras. Enagüas, pololos, faltriqueras, medias, todo el ajuar de siglos atrás que sale de baúles y arcas, haciendo un viaje en el tiempo y el espacio.
     Me encantan estos trajes "regionales", como me gusta esta denominación. Por suerte Jaén es zona de libre de esos investigadores de medio pelo, empeñados en globalizarnos en el dieciocho y vendernos las ¿maravillas? por ellos encontradas, comecializadas y vendidas. Tal vez algún año me vaya este día de San Bernabé a ver este ambiente y esta fiesta, y tomarme unas cañas con migas, o patatas y huevo en las tascas del barrio de San Ildefonso.
       Otro apartado más de ropa típica, tradicional y de verdad. Ya quedan menos, ir saboreando estos modestos capítulos de este insignificante folklorero aficionado. Con música del Bolero de Jaén de fondo, y un pie con el pensamiento en la plaza de su seo, catedral renacentista de España, obra de un alcaraceño.
     
   

lunes, 10 de junio de 2013

COMO

 Como este frío de junio.
 Como el silencio del solitario.
 Como las cosas que siendo extrañas acaban convirtiéndose en comunes.
 Como el dar y no recibir, seguir dando y seguir no recibiendo.
 Como la ilusión que cabe en un wasap, una voz o una carta.
 Como agua para chocolate, como agua nunca con aceite.
 Como el ruido de la nada.
 Como la pisada en la arena del asfalto.
 Como el despertar de madrugada, rompiendo el sueño y los sueños.
 Como el corazón sin remiendo ya posible.
 Como el final que es más un principio.
 Como el hoy que ya no es ayer ni mañana tampoco.
 Como el adiós, que nunca fue hasta pronto
 Como lo establecido y lo permitido.
 Como lo respetable y respetado.
 Como tú y como yo, como vosotros, como aquellos.
 Como que hoy es lunes y ayer domingo, como que lo mismo da.
 Como que siempre es nunca y jamás.
 Como todo lo que cabe entre el corazón que forman mis manos.
 Como que hoy sale el sol y a la tarde se pone.
 Como que no se puede ir así por la vida.
 Como la vida misma...

viernes, 7 de junio de 2013

PRIEGO DE CÓRDOBA

Es el sueño de una noche de verano. O de varias, tres o cuatro tal vez. Hace más de quince años conocí este maravilloso pueblo cordobés de la Subbética, en pleno mes de julio, con calorcito y una compañía de cuyo nombre no quiero acordarme...
   En el lugar que ilustra el post iba por las noches a sentir el vaho y el ruido de los grifos de la fuente, la Fuente del Rey, una sorpresa cortesana escondida en medio de callejas blancas de zócalos alberos y rejas negras, esperando rondadores y confidencias.
 El agua purificadora limpiaba la calima reinante de horas anteriores, y aliada con un cucurucho de helado te hacia transportarte hacia esos sueños, que eran realidad o que en verdad nunca lo fueron. Un lugar de culto al agua, a la luz, al verde, a la noche, a los sentidos.
   Priego es barroco en estado puro. Imaginar los que me conocéis lo que pude disfrutar. Un compendio de iglesias de abigarrados retablos y cúpulas, con impresionantes tallas como su Nazareno o su Amarrado, arte en eclosión, con derroche, lugar donde rebeliones y guerras por fortuna, respetaron su patrimonio. Palacios y casas solariegas. Y la ermita de la Aurora, desde donde parte su hermandad de cantores de coplas, tan cercana a estas tierras, que es la reina de las ermitas, de la rocalla, de la yesería, del barroco, del blanco, del extásis en el arte.
   Como la parroquia mayor de la Asunción, con su sagrario, capilla sixtina del barroco en blanco, sin palabras. Y al lado el barrio de la Villa, reino de las macetas, de la cal y las calles estrechas, albaicín prieguense, otro mundo, otro tiempo, otro espacio.
    Aquí descubrí el exquisito y refrescante ajo blanco hecho con almendras de sus campos y alrededores. Y me empapé de tostadas de pan con aceite fuerte y denso de sus almazaras. Años después volví con mi gente a ver la Soledad en mayo, entre las flores de la primavera. Nunca me olvido de Priego, como nunca nadie quien lo ha vivido lo olvida. Como a tantos lugares he de retornar. Hoy abro la ventana de mi balcón en medio del asfalto y sueño con una casita blanca, una brisa nocturna de estío, un helado muy helado y una buena conversación, aunque sea silenciosa. A veces los silencios lo dicen todo, y solo basta con el agua que fluye de las fuentes, como las palabras fluyen a veces de la nada, y en el agua se diluyen y ahogan.
     Priego, Córdoba, sueño, silencio, solitario.

jueves, 6 de junio de 2013

RIMAS Y LEYENDAS

Volvemos a la literatura. Que desde hace meses no la he tocado. Y es que tengo que leer más, y sobre todo recordar más lo que he leído. Porque en los libros está el saber y entre los libros muchas veces está la felicidad, yo lo sé...
    Soy becqueriano. Este señor me gusta desde niño cuando su ensortijado cabello y perilla ilustraba aquellos billetes marrones de cien pesetas, que se me antojaban un gran capital, un tesoro. Sesenta céntimos de ahora, con los que entonces podías comprarte casi tus sueños, aunque no hubiera donde.
     Me gusta de Bécquer lo primero, la casa donde nació, al ladito de la Plaza de San Lorenzo, cerca de mi fe, que se llama Gran Poder, que como él también es sevillano. Pero sobre todo ese aire nuevo y distinto que dio a la poesía del diecinueve, un siglo de luces y sombras. Romanticismo en estado puro, como el de Rosalía, de la que escribiré un día en que la melancolía me pueda o tal vez la haya vencido. Como decía Gustavo Adolfo, la mejor poesía es aquella que no se ha escrito. Tal vez mi modesta e ingenua prosa corra similar veredicto, porque a veces me canso, y escribo con la mente y el pensamiento.
  Las rimas becquerianas son setenta y seis píldoras, susurrantes, íntimas. Poesía en estado puro, ¿y tú me lo preguntas? si eres tú, aunque también eres:

Serpiente del amor, risa traidora,
verdugo del ensueño y de la luz,
perfumado puñal, beso enconado...
¡eso eres tú!

      De leyenda. Relatos cortos. Algunos de terror, casi góticos, en un soberbio trabajo de campo, con historias tan espeluznantes como El monte las ánimas, El beso o La Rosa de Pasión. Aunque mi preferida es Maese Pérez el organista, cuya adaptación televisiva vi hace años, muchos años y me impactó aquel órgano que tocaba solo, ante la aterrorizada mirada del otro organista, un Salieri hispano.
       Murió joven. También dibujaba y pintaba.¡Pobre Gustavo Adolfo! andaluz errante por las Castillas y los vientos del Moncayo. Volveré a leer sus poemas. Volveré a visualizar sus cuentos. Tradicionales relatos, susurrantes líricas para esta noche ya de jueves, donde junio sigue mojándonos, porque no recuerdo ya semana que la lluvia, bien en forma de gotas, o de lágrimas, no me/ nos haya visitado.


miércoles, 5 de junio de 2013

SALVE MARÍA DE LOS REMEDIOS!

    Remedia mi alma, Señora bendita,
    alivia mis penas,
    concédeme calma, Patrona bonita,
    consuela mi espera.

    Muéstrame tu libro,
    que de tu mano lea,
    bendíceme  el brillo,
    que de mis ojos te vea.

   Remedios de mayo,
   que en junio es romera,
   entre los dos pueblos,
   que en septiembre es reina.

    Tu herida en la cara,
    tu mirada quieta,
    cardenal en mejilla,
    que arrodillada reza.

    Remedia mis prisas,
    mis miedos, mis brechas,
    mis ratos de agobio
    mis soledades impuestas.

    ¡Salve Virgen de los Remedios!
    bendita tú eres entre todas las rodeñas
    salve dulce nombre en tus ojos
    bendita abogada de ilusiones muertas.

                  Acaban las romerías. La Virgen de los Remedios de Fuensanta regresa en unos días a su santuario. Este año la he vivido intensamente. Y si no ha sido lo que ha sido, ha sido porque Ella lo ha querido. Que para eso me remedia. Y es que todo tiene remedio en la vida menos la muerte, o casi todo...

   

martes, 4 de junio de 2013

REVUELTOS

Que no juntos. Porque yo lo valgo, le doy la vuelta a la frase típica. Aunque a veces un "revuelto" tenga un significado negativo, similar a revoltijo o revoltaza.
  Pero no. La cita culinaria de hoy es de los revueltos, ese plato tan socorrido, donde el huevo, revuelto claro, jeje, se empareja con multitud de ingredientes, para hacer un plato siempre variado, cromático y fusión de sabores y texturas.
  El clásico de espárragos con jamón, tal vez sea el modelo primigenio de las distintas variantes. Mi preferido es el de morcilla, especialmente con manzana, que es de una exquisitez casi rayando en la gula. Pero no me olvido del de champiñones o setas, ora con jamón, ora con gambas, como el que me comí el otro dia en el Corpus de Toledo, con una solitaria gambica, rodeada entre hongos rehogados. También el revuelto de gulas, con gambas, salmón y ajos, ummm. O el de espárragos con ajos tiernos. Lo siento Polo, me encanta el ajo jejeje y como no tengo que besar, pues mira, me aprovecho.
   También el revuelto de patatas con chorizo o jamón. Vamos que me gustan todos. Podéis decir variedades que habéis comido o cocinado. Llevo unos días un poco así, a ver si nos reímos todos juntos un poco. Seguís sin apuntaros a la templecaña anual, pos nada ,a más tocamos. Vamos a pedir un revuelto estupendo, y os lo vais a perder.
   Aunque a mi lo que me gustaría es estar juntos. No quiero más días revueltos, ni extrañas mezclas.

lunes, 3 de junio de 2013

PEQUEÑAS CONFESIONES

Soy rencoroso. No debería. Pero lo soy. No puedo evitar el resentimiento, me cuesta mucho olvidar, sobre todo lo malo, que lamentablemente abunda. Tal vez porque sea el único arma que te queda cuando te dejan desarmado, cautivo y arrasado.
  Sé que el rencor no conduce a nada ¿o si? Sé que se pierde tiempo. Podrían ser las cosas más fáciles y tal vez dedicaríamos esfuerzos y ánimos a impregnar de gotas de azúcar cada minuto, cada segundo que respiramos.


Sueño demasiado. Tal vez más de lo que duermo. Más veces en el sofá que en la cama. Siempre solo, nunca acompañado, si acaso con los cuatro angelitos que guardan las cuatro patas de mi lecho, lecho ¡que palabra! pues eso que voy a dejar de soñar y a dormir más, que los días son muy largos ahora que hay mas luz, aunque sea con una bombilla.


En el colegio nos castigaban con copiar "veces". Lo odiaba. Lo que más. Tal vez la letra con sangre entra. extraña pedagogia la que sufrimos los de nuestra edad. Aunque a veces debería tener una pizarra para repetirme cien o mil veces, esas cosas que nunca recuerdo y en las que sigo tropezando. Porque ya dice el refrán que somos el animal que tropieza dos veces con la misma piedra ¿o serán doscientas?


Odio los lunes. Y los martes. Me caen mejor los miércoles...Bueno que voy a ver si dejo de ser tan tonto, aunque sea un poco. Comienza la temporada de nuevos propósitos. Aunque sigo peleado con el destino que solo me deja saborear escasos segundos de una felicidad tal vez imaginada o imaginaria. Tengo demasiada buena memoria, por eso me cuesta tanto, tanto olvidar...
                                               (continuará...)