miércoles, 31 de julio de 2013

30+1 = 31

Treinta y uno. Y se acabó julio. En las vísperas de su fin, los santos de la piedra, Abdón y Senén se festejaron en tierras de Valencia, Calasparra y algunas aldeas de Cuenca, para conjurar granizos y tormentas, cosechas y futuros. También la real ciudad se tiñó del granate de la "limoná" que para mi es cuerva, en la anual bacanal del vino, como son casi todas las fiestas ahora, más o menos botellones, para que el cortejo de pandorgos y dulcineas haga en esta última tarde del mes, su anual ofrenda de acción de gracias a la morena del Prado, bendita sea. Algunas pandorgas pasé, viví y siempre disfruté, de las cañas y tapas generosas, del folklore nacional en inolvidables noches, de buenos amigos y de otras cosas que me reservo en el recuerdo, y un poco en la nostalgia.

Hace ya tiempo que yo tenía treinta y uno. Casi quince años. A esa edad visité Roma, a la que espero volver algún día, porque algunas pesetas mías yacen en los fondos de la Fontana de Trevi, junto con mi deseo de retorno. Allí las iglesias del Gesú y San Ignacio el guipuzcoano de Loyola, que hoy es su fiesta. Roma eterna, de amor, de romero, de ramo, de artes. Mientras me acerco al cinco poco a poco, pero tal vez demasiado deprisa.

Hay siete meses en el año con treinta y un días. Hay treinta y un buenos deseos para el agosto que empuja con la misma carga que este travieso y suave julio que ya solo será pasado e historia. Treinta y uno es un número primo, y algunos tenemos primos y somos primos de nuestros primos, lo malo es que a veces, demasiadas, hacemos el primo, si es que no aprendemos!

martes, 30 de julio de 2013

RABO FRITO

El rabo frito es uno de los clásicos de la carta de platos típicos albaceteños. Pocos bares habrá donde no se encuentre esta "delicatessen manchega", que de primeras tira patrás a muchos forasteros, que vencido el resquemor inicial, sucumben ante tan sabroso y crujiente plato.
   Porque cruje. Como a veces crujen los huesos, los días e incluso el alma. El rabo del marrano, del cochino, que se trocea y luego se cuece, para culminar en un corto frito en aceite de oliva, caliente, muy caliente.
    Dice un amigo mío que lo peculiar de la gastronomía de Albacete es la "tortilla en caldo", puede que sea así, pero creo que el rabo frito también tiene patente de esta ciudad y sus alrededores. La sensación al morder la piel crujiente, que se mezcla con la carne interior, más suave, casi gelatinosa, que se cuela entre los dientes, a veces mientras se estira, como una especie de chikle de orza.
  Unos prefieren la puntica. Otros los pequeños y cilíndricos trozos. Y esos huesos que se deshilachan del tronco de cada trozo, haciendo jugar a nuestra boca y lengua para esquivarlos y tirarlos, mientras seguimos degustando la especial combinación de esta parte del cerdo, del que dice el refrán, que "hasta los andares".
   Un poco de limón. Un poco de pan. Una cerveza fresca. Una buena compañía...¿quien dijo colesterol?
y un platico de rabo. Otro día hablaremos del rabo de toro, exquisitez cordobesa.
    Y recordar que hay muchos, muchos cerdos sueltos, con y sin rabo. Y a algunos habría que freírlos para que no nos frían a los demás. O por lo menos ya que no se pueden las orejas, cortarles el rabo. Ya lo sé, tengo mucho carácter, así me va pero soy como soy y es que ando un poco "frito"...

lunes, 29 de julio de 2013

ACETRES

No sabía como empezar la semana. Con el séptimo mes languideciendo y sin casi habernos dejado calores e insomnios, llega el veintinueve, el día de Santa Marta, la hermana de Lázaro, el primer resucitado, patrona de los hosteleros y de la hospitalidad. Marta, ahora un nombre tan de moda, siempre es representada con un dragón o "tarasca" a la que venció y en sus manos siempre porta esa especie cubo plateado llamado acetre.
    Me encanta esta palabra. Y un grupo de música folk extremeña que se llama así y que os recomiendo, porque a mi, a veces llega a emocionarme. Pues eso, el acetre sirve para portar el agua bendita que purifica, al ser lanzada con el hisopo, bonita palabra también, a la que lo mismo otro día le dedico unas líneas. Siempre utilizado en bendiciones de coches, imágenes y otras cosas, y sobre todo para despedir a los difuntos, el acetre es el vaso portador de esa pócima inocua y mágica que llamamos agua bendita, siempre necesaria, nunca perjudicial. Porque el agua purifica, limpia y también borra...y es que hablando de agua sigo sin entender la animadversión de ciertas personas, demasiadas, al ejercicio diario de la ducha, de esa bendición con el hisopo del grifo, que cada mañana nos limpia, despeja y relaja. Pues haya gente que se ve que no, y eso que este año con lo que ha llovido no tenemos problemas de cortes de aguas, porque recortes ya tenemos bastantes y a mi los únicos cortes que me gustan son los del nombre de mi Virgen alcaraceña.
      Os invito a buscar vuestro particular acetre con el que purificar pecados y miedos, y a escuchar el grupo que antes mencioné. A despedir julio con la hospitalidad de la santa, a vencer dragones fieros que llevamos más dentro que fuera, a gozar de la hostelería en estas noches en las que la brisa nos llena de frescas aspersiones, librándonos de asfixias y canículas.
     Hace tres años conquisté un castillo, tal día como hoy. En tierras jumillanas. Me gusta recordarlo. Y con este acetre de plata, que me gusta a mi mucho todo lo de plata, limpiaré malos recuerdos. Por eso me quedo con mis Martas y Marías particulares, gozando de la buena compañía, olvidando a quienes encontré en la calle y en la calle de la decepción me dejaron.
    Mirando como la noche reina desde mi particular almena, en mi castillo inexpugnable del que solo yo tengo la llave, con mi acetre de buenas aguas y sentimientos lleno. Os lo lanzo con el hisopo de estas líneas, espero que os llegue.
     

viernes, 26 de julio de 2013

EN LA ERMITA DE SANTA ANA

De Cenizate. Rodeada entre pinos, a las afueras. Muchas veces me paré en su puerta a pensar, a reflexionar, a llamar por móvil, a llorar. Mientras la abuelica escuchaba mis palabras y leía mi mente, tantas tardes y tantas noches.

De Estepa. En blanca e inclinada plaza. Allí la madre de la Virgen de las Angustias veía el dolor de su hija, en un flash back en el tiempo, recordando la infancia de ésta. Con aromas de mantecado de canela y limón, y vísperas de la Inmaculada, en días inolvidables y no retornables.

De Dos Hermanas. En la ermita subterránea, bajo la parroquial de la Magdalena, donde la Santa Ana triple enmarcada en su ráfaga semilobulada como la que lleva la Virgen del Rocío, aguarda sus devotos y su fiesta. Patrona nazarena porque nazarenos se llaman los nacidos aquí.

De Chinchilla. Antes convento de las dominicas. Allí empezó mi devoción por la santa abuela. Allí he pasado horas inolvidable que si que vuelven. Allí me siento en casa. Y en el retablo cerámico de la puerta, hay un poco de mi. Atardeciendo en julio...

            Otras ermitas de Caudete, de Santa Ana de Albacete, de Jumilla, ahora convento franciscano. Allí he estado y allí he vivido. Y en la ahora parroquia de Pozo Lorente, el pueblo de mi tatarabuelo, primitiva ermita de la santa, en el antiguo Estado de Jorquera. Y también la parroquia de Motilleja, también ermita en tiempos. Y la velá de Santa Ana en Triana, mirándome en el río, con brisas de noches de calor y olor a calentitos, Sevilla siempre.

    Un año más 26 de julio. Y Santa Ana sigue enseñando a leer a María. Y también sostiene a su nieto en su regazo. Patrona de las abuelas, que nunca deberían irse, porque siempre es pronto, pero el tiempo siempre es el mayor enemigo, mi mayor adversario.

   ¡Viva Santa Ana!

jueves, 25 de julio de 2013

UCLÉS

Triste nos ha venido el día de Santiago. Que de por si ya era triste desde que nos quitaron la festividad del patrono de las españas y los peregrinos, en esta tierra de tantos contrasentidos y paradojas.
    La tragedia en el Santiago compostelano en vísperas del día grande nos, me ha sobrecogido. No me salen palabras, solo alguna lágrima que intenta escaparse al ver tanta desolación, tanta tragedia.
    Hoy iba a escribir de otro lugar santiaguista. Un poco desconocido, pero grandioso. El monasterio de Uclés en Cuenca, llamado "el Escorial de la Mancha" impresiona por su magnificencia. Sede de la orden militar de Santiago, de gran importancia e implantación, como en las encomiendas de la sierra albaceteña, en Yeste y Liétor.
     Cuando lo ves erguirse altivo en la esquina de aquel monte, camino de Madrid, y ves las torres pequeñas pero que se anuncian ya grandes y fuertes. Herreriano en piedra, claustro soberbio donde Alatriste y Águila Roja conspiran, luchan y pasean. Barroco en el retablo mayor, con el santo hijo de  María Salomé, espada en mano, matando infieles, de esos que dicen que los infieles somos nosotros. Churrigueresco en la portada del convento, hoy seminario, donde algunos buenos amigos míos culminaron su ilusión y vocación. Plateresco de sacristías, artesonados y fachadas laterales. Y esa escalera inmensa, con la que es Purísima Inmaculada presidiendo desde el siglo XVII tantas subidas y bajadas, de tantas y tantas personas.
    Y más abajo el pueblo, pequeño, humilde, cuidado. Aquí se come bien, se saborea mejor, porque en estos lugares con encanto e historia todo sabe a gloria. Hace unos días probé el paté de hongos y setas que elaboran manos artesanas de estas tierras, sin comentarios. Y hay hotelitos acogedores, desde donde ver el atardecer y el amanecer sobre las dos torres gemelas, mientras sientes una caricia, escuchas una palabra y sueñas despierto...
       Seguiré compartiendo lugares. Y sensaciones. Y palabras. Y silencios. Y poco a poco, avanza el verano que empieza a morir al mismo tiempo. Como todas las cosas que empiezan a morir al nacer, aunque muchas ya nacieron muertas, sin un mínimo arranque, un escueto rodaje.

      ¡Santiago y cierra, no España, si las heridas!

miércoles, 24 de julio de 2013

BOTES

Pocas palabras como esta tienen tantos significados y se pueden encuadrar en tantas expresiones, rotando siempre el componente semántico.
   Bote. Para mi, el bote es lo que ilustra el post. Este cilindro metálico que contiene el tomate en conserva para el moje, o los guisantes para mezclarlos con el jamón. Y los botes coloreados de cervezas y otras bebidas con gas, que se apilan y se enfrían en estas jornadas de calor, donde un bote o lata bien refrescante ayuda a llevar mejor estas calimas.
   También a veces, no muchas doy botes, boto que no voto. Porque necesito saltar y gritar, y subir y bajar y moverme para no "rebotarme".
      Espero que algún día me toque algún bote de la primitiva y me retire. Porque no soy muy afortunado en juegos de azar, no sé yo quien me querrá tanto para que nunca acierte, si estás ahí manifiestate y sino deja de quererme y chinchar, que prefiero haberes que quereres, visto lo visto.
    Los botes de madera, como que no. No soy yo muy de navegar. Una vez me subí en uno para recorrer la Albufera, precioso lugar, con el sol que se refleja y trae añoranzas de escritores costumbristas, albaes y pescadores. Pero los botes estos me suenan más a botes salvavidas de naufragios impredecibles e insalvables, y no me gusta, no.
      Luego hay gente que "te tiene en el bote" para luego y sin esperarlo, "darse el bote". Y gente que "chupa del bote", léase prensa y mírese televisión, con tanto "chupabotes" sinvergüenza en todas partes. Y sino cuando vas a un sitio y está "de bote en bote", menudo agobio, no estoy yo para estas aglomeraciones, no.

    Y sin bote de humo, ni bote de propinas, me despido a bote pronto, ea, ahora si.

       Y mañana Santiago, y pasado Santa Ana, que me gustan estos santicos a mi! ea, estos sí.

       
     

martes, 23 de julio de 2013

LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA

La Virgen de la Alegría
me dice que no llore,
me dice que me ría,
me llama y me regaña
la Virgen de la Alegría

Señora de las risas,
entre penas y llantos,
señora de la vida
entre duelos y quebrantos
es María, es Alegría

La Virgen de la Alegría
es sevillana y morena
es madre y es amiga,
en su estrecho barrio judío
está la Virgen de la Alegría!!



       De entre todas las advocaciones de las miles que llevan las Vírgenes en este país, es esta una de las más bellas y también más desconocidas. Porque hay muchas que llevan nombre de dolor, angustia o sufrimiento, otras de lugares geográficos o genéricos de órdenes religiosas. Pero esta en particular, condensa algo de lo que estamos faltos: la alegría tan necesaria para afrontar cada mañana, cada momento, cada instante. Nunca se nos debería hurtar el estar alegres y el intentar que los demás lo estén. Aunque es complicado, muchas veces ni nos dejamos ni nos dejan. Por eso a ti me encomiendo, Virgen de la Alegría, para que me llenes los huecos vacíos que tengo, con tu nombre y lo que él significa.
 
 Ya no es tiempo de tristezas, ya debieron estar todas consumidas. Y es por eso que solo quiero y busco ¡ALEGRÍA!





lunes, 22 de julio de 2013

LLANISCAS

A vueltas con la indumentaria. Con los trajes regionales de esta piel de toro que se han conservado intactos, que se ha convertido en un símbolo de identidad, en un tesoro y que no han sucumbido a esa fiebre dieciochesca absurda, porque digo yo que siglo dieciocho hubo en toda España, pero en estos lugares gracias a Dios no han adoptado esa moda "amistades peligrosas", y no me refiero solo a la película de igual título, que tanto gusta, por desgracia, por esta tierra mía y vecinas.
    Hoy es Santa María Magdalena. Otros años escribí sobre esta santa envuelta en leyendas y mitos, aureolada de su condición de mujer de la vida, de la mala vida. Pero no, hoy no toca santa. Pero como es la patrona de Llanes en Asturias, al traje que representa al principado por su gran riqueza y personalidad, va este post de lunes lunero, poco cascabelero.
    Este traje que se denomina de "aldeana" es un compendio de la artesanía del principado: lana, lino, cuero, azabache, tintes, conforman el barroquismo de este abigarrado conjunto donde el negro de la pedrería, dicen que aumentada tras la vuelta de los indianos, se bate con el rojo de corales de zarzillos y collares, formando un conjunto espectacular y característico, con el que interpretan ese "pericote de Llanes", trío amoroso y casi religioso de dos mujeres y un hombre, o el corri corri donde el "bailín" corteja a las seis o nueve mozas que con ramas de laurel en la mano le rehuyen, incitan, y siguen en una danza ancestral casi religiosa, arcaica, y maravillosa.
     Especial es la forma de colocación del adamascado pañuelo de la cabeza, que aqui se llama "repicado", anudándolo alrededor de un peculiar moño de picaporte. Y la chaquetilla colgada sobre el hombro derecho, en una casi varonil estampa, que no le resta colorido ni femineidad.
   Uno de los buques insignia de la tradición secular del vestir. Una amiga mía avilesina se casó con él. Y no pude ir a la boda. Pero tengo que subir pronto por aquellas tierras. Porque no quiero llorar como una Magdalena, solo quiero reírme del mundo y de todos los "payasos" que han pasado de largo en este circo vital, que a veces no tiene gracia.
    Con sonido de gaita me retiro. Con olor a mar y ladera verde. Ea, que me entra la melancolía astur. Puxa!

viernes, 19 de julio de 2013

ABBA

Tengo puesto de fondo "dancing queen" mientras escribo este post. Este sábado pasado estuve viendo el musical "Mamma mía", hecho por amigos y joteros míos, por cierto, muy, muy bien hecho y me sorprendió la cantidad de canciones de Abba que forman parte de la carátula de los hits de mi barrera, que no carrera, musical.
    Abba, gustará o no, pero es un grupo mítico, casi histórico diría yo. Desde que hace casi cuarenta años dieran la vuelta al festival de Eurovisión, neutralizando las baladas y el pop blando, con la primera incursión rockera en el top de ganadores a ritmo de batalla, eso si, perdida para Napoleón.
    Años después y durante casi veinte años, las canciones de este cuarteto de los dos chicos barbudos, me caía mejor el gordito, y la rubia y la castaña, que era la que me gustaba, la rubia es que era muy sueca, muy pastosa, llenaban las listas de éxitos, ventas y todas las emisoras. Porque ¿quien no ha tarareado "Chiquitita", "Dancing Queen" o "Voulez vous"?. O canciones como "Fernando" que nunca entendí muy bien que quería decir, o el "gracias por la música" o el "dame dame dame amor esta noche", si es que son muchas, me asombré el otro día de la cantidad.
    Como tantos otros grupos y otras tantas cosas, entre ellas los matrimonios que formaban los cuatro componentes, terminaron como el rosario de la aurora. Una pena, pero a veces es necesario que esto pase, para que se consagren y tengan más éxito aún. Que les quiten lo bailao, que buen capital hicieron, aunque la rubia años después renegó de este éxito, y es que a veces no es oro todo lo que reluce.
    Y más canciones de las que no os pongo título pero que a los de mi quinta seguro que os suenan. Porque hay "abbamanía", como hay "beatlemanía" o "mecanomanía", y hoy tengo el cuerpo discotequero que no jotero, y me pego unos pasos, retrocediendo a los ¿felices setenta y ochenta? y es que...¡MAMMA MÍA!

jueves, 18 de julio de 2013

LOS CASTILLOS DEL REY LOCO

Hace veinticinco años estuve en Baviera. Mi primer viaje por Europa, mi primera sensación de independencia, de ser adulto. Baviera es como la Andalucía alemana, más alegre y vital que el gris y anodino norte. Jarras de cerveza enormes, aunque no tan frías como me gustan a mi y me las ponen en Gabanna, pero ricas, porque en la cuna de la birra, parece que saben hasta mejor.
     Yo estuve en los tres castillos o palacios de Luis II, el rey loco. Impresionantes construcciones del siglo XIX, rememorando otras del medievo o del barroco francés. Neuschwanstein es el castillo de las hadas, del Exín castillos, de Disneylandia, de nuestros primeros cuentos troquelados. Y mucho más bonito por fuera y de lejos, que por dentro y de cerca. Enclavado entre aquellos bonitos bosques, detrás del lago que circundan las montañas que en invierno se tiñen de blanco, las torres y almenas de esta fortaleza que soñó el rey atormentado, nos llevan a tiempos pasados de príncipes, damas, brujas y ¡fantasía! a veces necesaria para evadirse de este mundo, tan áspero en ocasiones.
     El rey bávaro huía de la corte en la capital y se retiraba, se aislaba en sus castillos o palacios. El versallesco Linderhof, pequeño joyero de artes y exotismos, con unos jardines impresionantes, que recibían el despertar de cada mañana de este hombre reprimido, que como tantos otros hubo de esconder su inclinación y su naturaleza en aquel siglo de sombras, como en este de libertades adquiridas, siguen haciendo otros, pobres marionetas de si mismos.
   Herremchiemsee. En medio de una isla. Recuerdo llegar en barca, un día de julio, plomizo y lluvioso. Se quedó a medio hacer, arruinado de tanta locura y grandiosidad. Con música de fondo de las óperas de Wagner, duras y majestuosas, de antiguas leyendas nibelungas y otras mitologías germánicas.

     Un viaje que repetiría. Porque yo también estoy un poco loco, y no me importaría tener un castillo particular, donde evadirme con mis caprichos personales. Y hacer alguna locura de vez en cuando, y ser el rey de algo o de alguien. Pero como no puede ser, pues no puede ser.
       Luis II era primo de la emperatriz Isabel, Sissí. Además eran aliados y cómplices. Como lo sois de mi vosotros y vosotras, mis fieles y asiduos lectores y comentaristas, que valéis un imperio y os merecéis un castillo.

miércoles, 17 de julio de 2013

EL MOJE

Para cenar en estas noches de verano. Un moje fresquito, que es la ensalada murciana que dicen los de la provincia vecina. Pero aquí y para la mayoría es el moje manchego, el de los tomates hechos en conserva al baño maría, y guardados en frascos de cristal en las lejas de las despensas, con las falsas puntillas o no que las decoran.
    Atún, cebolla, aceite de oliva, sal, aceitunas verdes o negras y huevo. Cocido si, Meriyou lo siento, esto es así. Y luego el embarcadero de naves de pan, molla y miga, navegando en el aceite teñido de rojo.
    También lo he comido con sardinas de lata, una rara variante. Plato también de cuaresmas y viernes santos, mojete nazareno. En casi todos los bares de esta zona comparte vitrina con ensaladillas, caracoles, lomos de orza y sepias jejeje
   Soy mojero. Mucho. Porque soy de platos sencillos y antiguos, discretos y pobres. Y mis escasas habilidades culinarias me permiten el prepararme uno de vez en cuando. Porque es bueno mojar, sobre todo en el pan y también en lides amorosas, pero no es bueno mojarse, porque uno se resfría y...
   Y tampoco es bueno que te mojen, y menos la oreja, que para destrucciones de autoestima ya no está uno, o a lo mejor si. Yo es que soy muy de tomates en cualquier variante, crudo, frito o en conserva. Y me gustan las aceitunas de todas las variedades. Y el huevo, cocido, frito o pasado por agua. Si es que no se puede tener este saque!
      Mientras me vais leyendo y comentando, voy a mojar un poco en este moje nocturno de tomate de julio, mientras la cortina revolotea con el vientecillo que traen estas horas, de sueños cortados y anuales rutinas.

martes, 16 de julio de 2013

DEL CARMEN

Sin mar. Con luz. Sin barco. Con alma. La Virgen del Carmen despliega su escapulario en su día, justo en el ecuador del mes juliano, tórrido y envolvente, con la canícula instalada y los deseos de vacaciones y aventuras a flor de piel.
    La Virgen del Carmen es una advocación entrañable. El cuadro de las ánimas y Ella encima tantas camas en tantas habitaciones, la medalla con el Corazón de Jesús en el reverso, que tantos recibimos de regalo de comunión, la imagen de escayola en los campo santos, protegiendo el silencio de los que se han ido ...¿y quien no tiene una Carmen en su vida? yo tengo amigas, primas y templetilleras, con el nombre más castizo posible, que suena a habanera y a mujer racial, a España, a madre, a tradición, a marinero, a fe.

Del Carmen. La calle de mi ciudad devastada. Llamada así porque allí hubo en tiempos una ermita dedicada a la Virgen de Monte Carmelo, perdida y destruida, como las otras veintitantas, que esta ciudad solamente ha sabido conservar en el callejero urbano. La imagen pasó a la parroquia, hoy catedral donde hoy su orden tercera le hará fiesta, más íntima que aquellas que en siglos pasados le hicieran por los alrededores de su pequeño santuario.
Del Carmen. El convento letuario, en Liétor, mi pueblo añorado. Con la impresionante talla de la patrona, obra de Salzillo, probablemente una de las más bellas tallas de esta Virgen de cuantas se hayan hecho. Recordando inolvidables tardes de charla con Rafael G, que se fue muy pronto, porque él lo quiso así, y nos privó de su sabiduría y gracejo. Contándonos las novenas de antaño, con el peculiar cortejo de la prole de Doña Candelaria, la camarera, dueña y terrateniente, que traía los mejores predicadores para su novenario, el cual no empezaba, hasta que ella traspasaba el cancel del viejo templo conventual. Feudalismos barrocos, en tierras de serranía de la orden de Santiago. O como cuando la Virgen del Carmen se transmutaba en Candelaria, por el mes de febrero, cambiando escapulario por vela, y la señora, que celebraba su santo, arrojaba pétalos sobre la imagen, sostenidos en bandejas de plata por doncellas de negro y mandiles blancos de tiras bordadas.
Del Carmen. Impresionante basílica en Jerez de la belleza y la decepción. Hoy sin ser fiesta es más fiesta que nunca, en ese templo carmelitano, donde reposa la devoción de toda la ciudad a su patrona popular, que consigue ensombrecer el blanco mercedario de la patrona negra y oficial. Quien ha subido al camarín de la Carmen jerezana, ha visto arte, creencias, belleza y ese algo que no se sabe explicar. Carmen es el mejor título y mayor consuelo para los que andan-mos en pena, y el brillante que brilla en su frente hace iluminar noches y oscuros silencios.
 
    Del Carmen. Dieciséis de julio. Un año más he escrito de la Virgen del Carmen. No puede ser de otra forma, porque hay días que son lo que son y por quien son. Y a la Virgen del  Carmen le rezo y pido...

     

domingo, 14 de julio de 2013

DESDE MI VENTANILLA

Sonaba en la radio una canción de Ádele. Era ya de noche, en la primera madrugada, y el cielo negro y estrellado dio una tregua al aire acondicionado del coche. Bajé la ventanilla, y otro aire, menos fresco, pero más natural, recorrió mi cara y el habitáculo de hierro.
    Canturreaba, mientras pensaba en mil y unas cosas, como siempre. Uno es así de complicado, que no puede estar en una cosa sino en varias, y mi mente salta de un lugar a otro, de una persona a otra, de un tema a a otro. Había sido un sábado intenso, de amigos, de música, también de tristeza y duelo. Un programa sabatino, con sus horarios marcados, cambiando sustancialmente de actos, como lo hace mi pensar habitual.
    Y una vez más, los vi. Con las estrellas por lámpara de techo, con el césped como colchón, con un banco por toda estantería. Ellos, los hombres de piel negra y sonrisa blanca, que todos los años retornan al escenario de la miseria y el sobrevivir, de voz callada y tímida. Intentando conciliar el sueño, mientras pasaban coches y motos, de otros hombres de piel blanca o bronceada por un sol festivo, no como el que aún les abrasa a ellos en los agotadores trabajos en campos de julio.
  Mientras rodeaba el parque reparé en que uno de ellos andaba por la acera, mientras los demás seguían acostados. Al llegar al paso de peatones, me paré y me sonrió. Cruzó la acera y no pude evitar mirar por el retrovisor...y volvió al cruzar al lado del que había venido.
     Viaje a ninguna parte. Me dio que pensar. Mientras yo volvía a mis cuatro paredes, a mis veinte euros en el bolsillo, a mi nevera repleta de bebidas frías. La canción de Ádele acababa, y al enfilar mi calle, otro muchacho cruzaba el paso de peatones, sería de la edad del africano. Iba rápido, directo a la calle de bares y terrazas, a sumarse a la habitual ingesta de alcoholes y ¿fiesta? que nunca he entendido porque a beber y trasnochar, se le llama irse de fiesta, porque para mi ir de fiesta es ir a una fiesta popular, si es con procesión mejor. El muchacho de aquí no sonrió, ni volvió sobre sus pasos. En unas horas, una casa acogedora le recibiría, sin ningún tipo de problema.
      Pobres personas sin cama, casa, ni familia. Extraños en un país de tez blanca y a veces alma negra. Sin la comida diaria asegurada, entre la marginación y la explotación. Y llegué al garaje, y subí la ventanilla. La música se cortó en el aparato, y de repente me invadió el calor no deseado, al subir los cristales. Mientras encaraba la rampa, pensé en todo esto que os escribo tan torpemente, y me llené de tristeza por ellos, borrando por minutos mis habituales quejas y frustraciones.

   Al llegar a la puerta, de nuevo corría el aire, y se me escapó un suspiro. Y la noche iba dando paso a un nuevo día.

viernes, 12 de julio de 2013

SIENTO


Siento que siento,veo que veo,
sufro porque sufro,
me alegro porque me alegro;
y mientras...
el tiempo corre y a veces renquea
para hacerme rabiar
y traerme antiguos deseos
que hoy se hacen nuevos
y que me recuerdan
que tras tantas caídas
todavía SIENTO



El infinito horizonte de mi tierra se desdibuja en las tardes de julio; a la caída del sol, es como si el paisaje a fuerza de calor y más calor, alcanzase un rojo vivo definitivo, como recién horneado.Se pierde la distancia, se esconde el límite, se muere el horizonte, mientras la sinfonía de rojos y calderas va dando paso, callada y silenciosamente a una escala de azules, que oscureciendo, nos dejan el frente inmenso, el cielo y la tierra, fundidos en un solo toldo que azabachea con brillantes y blancos reflejos llenos de calma y sosiego.
Cayó la noche y mientras el sueño me va reclamando mi caso y entrega, absorto contemplo otro nocturno horizonte que , aunque negro y oscuro de esperanza me llena.






jueves, 11 de julio de 2013

MARI TRINI

Es mi cantante preferida. Junto con la Jurado. Pobres, las dos muertas jóvenes aún, por culpa de la maldita enfermedad que ayer se llevó a Concha García Campoy. Mari Trini entró en mi memoria infantil, de la mano de un disco de 45 rpm, con carátula en blanco y negro y esa canción mítica "yo no soy esa", que se oía en áquel "comediscos", que los de mi edad recordaréis.
  Mari Trini, de la voz desgarrada, un poco grave, con la boca torcida, y los ojos verdes grandes y expresivos. Nunca deje de oírla, y con el tiempo sus canciones se han convertido en música de fondo de muchas noches frente al teclado, de muchas horas de coche por sierras y llanuras y de momentos de cierta intimidad y ternura.
    Canciones como "Déjame", "Yo confieso" una de mis preferidas, "Un hombre marchó", "Ayer", "Mañana", "Cuando me acaricias" o "Me marcharé". Su "Vals de Otoño", mi predilecta, con una letra pura poesía, que transmite calor y color, con uno de los arreglos orquestales más impresionantes que he escuchado. Y sus versiones de canciones francesas como "Milord", "La Fanette" o "Ne me quitte pas", con perfecta dicción, y sentimiento, canciones en blanco y negro, del París de aquellos sesenta, revolucionario y existencialista.
     A veces también me pregunto porqué a mi se me ha caído una estrella en mi jardín, a pesar de no tener jardín ni estrella, o al menos buena estrella. Mari Trini era murciana, y a mi lo murciano me tira mucho. Y ella fue consecuente y discreta, como se debe ser. Este país cruel no le ha dado el homenaje merecido a quien sonorizó varias generaciones y rompió estereotipos rancios. Canta-autora, con su "Guitarra" y " el alma yo no venderé", mientras "Amores" se van marchando como las olas del mar, tal vez la canción de amor y desamor más bella escrita nunca por una mujer, aunque el amor no tiene sexo, porque hay mucho sexo sin amor y más aún, amor sin sexo.
       De Caravaca, como la cruz. María Trinidad nos ha dejado un montón de canciones y sensaciones, alguna que otra lágrima y muchos tarareos de estribillos, grabados en nuestro disco duro, sin posibilidad de borrar.
  Y mientras hace fresquito por las noches y se puede dormir, se apagan los últimos rayos de estos días de tormentas y aguas, se escucha aquello de:

                               El amor es una barca
                         con dos remos en el mar
                         un remo aprietan mis manos
                         el otro lo mueve el azar
           

miércoles, 10 de julio de 2013

REQUENA DE LA FRONTERA

Valencia castellana. O Castilla valenciana. Ciudad del vino, de las torres, de la frontera. Requena es una gran desconocida, una de esas ciudades ¡o es villa? que tienen personalidad propia.
  Subir al barrio de la Villa es viajar en el tiempo, con sus estrechas calles, de origen almohade. Desde el castillo y las murallas. Casas, palacios, cuestas y plazos se suman a las portadas góticas de Santa María y de El Salvador, de filigrana isabelina en la piedra. Y la rehecha neoclásica San Nicolás, primitiva parroquia de  Requena, dedicada a su patrono, y que se asoma a la carretera con la grandeza que solamente da la ruina del tiempo.
     Requena fue de la mitra de Cuenca y se nota. Puerta hacia la capital valenciana, capital ella misma de un extenso término salpicado de aldeas con historia, tradición y personalidad. Aparte del vino, buen vino, al que se festeja en agosto en una de las fiestas vendimieras más vistosas del país, donde las requenenses lucen sus ricos y "manchegos" refajos, su traje típico, en Requena hay que probar su embutido, de lo mejor de lo mejor, al que también dedica una feria monográfica, donde degustar tan exquisitas viandas.
    Arrabal allá abajo. Templo del Carmen, santuario de la Virgen de los Dolores, la patrona requenense y antigua capilla de la Virgen de la Soterraña, su primera patrona que cedió la devoción a la dolorosa arrodillada de manos cruzadas, Soledad de Viernes Santo. Al lado en el claustro del antiguo convento carmelitano, el museo de la ciudad, imprescindible. Barrio de las Peñas, otro enclave propio.
    Cerca el río Magro, pequeño y poco cuidado. He ido pocas veces a Requena, pero siempre he disfrutado y sobre todo he aprendido, porque aqui hay gente entrañable, estudiosa de la tradición y rica historia de esta ciudad, título que ostenta desde 1.836.
       Carretera de Requena, cruzando la Manchuela, curvas de Villatoya, los Isidros, y al fondo, la silueta de la capital de la comarca, siempre en pugna con la vecina Utiel, últimos aires castellanos antes de entrar en tierras de luces, flores y tal vez amores.
   

martes, 9 de julio de 2013

HISTORIAS DE LA RADIO

Me encantaría trabajar en la radio. Me gustan los estudios forrados de cartones de huevos, las mesas redondas con micrófonos dispuestos, y la cristalera de control, dando paso, con esa lucecita roja, que corta los anuncios pregrabados y nos avisa de que: "estamos en el aire"
    La radio va unida a mi vida. Esos pequeños transistores, sin fm, con aquella antena que se plegaba y que a mis ojos de niños, le parecía más un juguete. Mañanas de los discos dedicados en Radio Juventud, con los último éxitos de Manolo Escobar, Valderrama o la Jota de El Bonillo, donde se mandaban recados los de un pueblo con otro, invitando a mataeros, felicitando santos o mensajes amorosos, en aquellos tiempos en los que los wasaps y los móviles de hoy en día, nos parecerían algo más que ciencia ficción.
     Años del servicio de socorro de radio nacional, y de tardes y noches de viajes, con mi padre, escuchando carruseles deportivos, horas veinticinco y poco más.
   Tardes de novelas, mientras las matriarcas cosían, hacían punto y ganchillo y paraban sus conversaciones para oír las impostadas voces de los protagonistas de aquellos seriales, dramas y dramones. Mañanas de domingo, oyendo la misa, desde la cama de al lado, con mi madre de madre, que siempre recuerdo y que siempre echo de menos.
  Noches de música. Primeros conatos tecnos, en tiempos de bachilleratos y adolescencias. Y luego, tiempos de cierto abandono de emisoras y diales, ya se sabe, el vídeo mató a la estrella de la radio.
    Y años después, ahora, la radio me acompaña en los largos ratos de conducción. El botón encendido abre la puerta a la voz, a la música. Aunque me harto de tertulias políticas, de uno y otro signo, que parecen describir dos países opuestos, según convenga. Emisoras musicales, dial, olé, kiss, cuarenta...que luchan con el pen de mil y unas canciones inserto en el esqueleto del aparato del vehículo.
        Alguna vez he colaborado en algún programa o tertulia. Me fascinan las discotecas, ahora de cds y ordenadores, pero me sigue impresionando la visión del archivo sonoro de la cadena Ser, cuando con trece años, y gracias a un compañero de colegio, que trabajaba allí, pude visionar y conocer. Miles y miles de discos, un universo impensable y soñado para un melómano, para cualquier persona que necesite voz, voces.
    La radio me gusta, me acompaña. A veces me han dicho que tengo voz de locutor, ya quisiera. Pero sueño con ese milagro de las ondas, que hace hablar a través del aire, y entrar en nuestro coche, nuestra casa, nuestra alma. Radio, radio, más radio por favor y silencio ¡estamos en antena!
   
     
   

lunes, 8 de julio de 2013

AL ESCONDITE

Como el niño que esconde sus malas notas para huir de la reprimenda
como el hombre que esconde sus citas clandestinas, para huir de su propia mentira
como la mujer que esconde su moratón, para huir de la vergüenza del maltrato
como el mundo que esconde sus miserias, para hacerlas más visibles

   
 La vida es un continuo escondite. En todo momento, escondemos cosas en los bolsillos de nuestro pensamiento, de nuestro corazón. Y siempre andamos escondidos, la mayoría de las veces, de nosotros mismos, que somos de quien más miedo tenemos. Porque cuando dejamos el juego de ocultarnos, nos metemos sin querer en uno de un "pillao" frenético, donde pocas veces hay casa, y siempre terminamos atrapados por los demás, con un enganchón, porque no es bueno asomarse del todo, ya se sabe, cuando te ven el plumero, pasa lo que pasa.
      Tal vez este blog me sirve para esconder cosas. Aunque parezca lo contrario, porque día a día, voy desgranando cosas de las bodegas de mi imaginación, pobre inspiración literaria. Pero los minutos que dedico a escribir, son para esconderme de tantos temores, dudas y miedos que van por mis adentros ¡que bonita palabra!, y que nunca me dejan tranquilo, si acaso efímeros momentos de una euforia, la mayoría de veces inventada y frágil.
    Hay un escondite inglés, como el corte. Y muchos escondidos y escondrijos. Ojalá alguien venga y diga por mí y por todos mis compañeros ¡ay compañeros del alma, compañeros! y sintamos esa sensación de estar salvados, de haber vencido, de haber llegado a un nuevo juego.
  Y entonces a cerrar de nuevo los ojos, y apoyados en un árbol o una pared, empezar a contar: uno, dos, tres...el que no se haya escondido, tiempo ha tenido.
   
     Es raro el post ¿verdad? es que es lunes, hace calor, aunque no mucho, porque corre el aire, pero a veces no doy más de si, que uno se agota de tantas cosas, y ya no debería esconderse de nada ni nadie.
   

viernes, 5 de julio de 2013

CEREZAS

Ayer me regalaron una caja de cerezas. No del Jerte, sino de la manchuela conquense. Unas cerezas, que según los agricultores del lugar han venido retrasadas, por culpa de los vaivenes del tiempo cambiante y húmedo en demasía.
    Es de las frutas que más me gustan. Parecen como canicas de colores, y me gusta ahogarlas en un vaso para lavarlas. Y el ritual de morderlas al tiempo que cortas el tallo, y jugueteas con la piel y la carne, esquivando el hueso.
  También se les llama guindas, pero las guindas para mí son esas otras escarchadas que coronaban tartas y pasteles, y que no son santo de mi paladar. Aunque a veces me gustaría ponerle la guinda a muchas cosas y no caerme de ningún guindo, como demasiado a menudo me ocurre.
    La cereza tiene muchas vitaminas, y es buena para casi toda. Yo de momento empiezo a hacer uso de la caja que me mira insinuante en la barra de mi cocina. Rojas cerezas de color cereza, que es su color, porque el rojo es otro y hasta esta fruta tiene su propio cromatismo. Dicen que es buena para el insomnio, espero que esta noche me ayuden a conciliar mi descanso, porque sueños ya me quedan pocos o casi ninguno.
    Curioso como el árbol guindo, cambia el blanco de sus flores, casi algodones, a este encarnado fruto, de verde tallo, siempre el verde de vida y esperanza. Alguna vez me gustaría ver los cerezos cacereños del valle jerteño, en plena explosión y eclosión. Y muchas más cosas, algunas sè que nunca...pero bueno...
    Mientras, me como una cerezicas, mientras el primer calor  de este julio, me trae añoranzas de aires de noches de primavera, que no de sueños de una noche de verano.
     Cerezeando, un, dos tres!

jueves, 4 de julio de 2013

ZAMORANAS

El traje representativo de la provincia de Zamora, tiene su origen en la población de Carbajales de Alba, en tierras del ducado, propietario de tantas villas y lugares. Allí, desde el siglo XVI hay constancia de la importancia del bordado, que se ha mantenido desde entonces, creando los polícromos y exuberantes trajes regionales, de una espectacularidad supina y una personalidad propia y definida, que los hace fácilmente identificables.
     El impresionante manteo, que aquí llamariamos saya o refajo, de buen paño de la vecina Béjar, se recubre de los coloristas bordaos de flores de tantos colores como la vista aguante, tapando casi por completo el color del paño sobre el que se asientan. Se calcula que se tarda sobre unas novecientas horas en realizarlo. Increíbles también los lazos del pelo y las caídas del mandil, el cual, queda inserto en el manteo, como una capa más llena de vegetación textil.
   Hay quien ha querido ver en esta indumentaria influencias árabes y mudéjares. Se combina la lana, la seda, la lentejuela, obteniendo este peculiar vestido, rico y vistoso, como el charro de la vecina Salamanca. Hasta el zapato se borda y se mima, para no dejar parte sin llenar de los colores de la naturaleza, de la vida.
     Emocionante cuando se mueve con los brazos bajos, a los sones del Bolero de Algodre, joya única del folklore musical español, que pone los vellos de punta. Señorío y elegancia. Aquí por suerte, tampoco se ha contaminado la tradición, aquí se valora y sobre todo, se respeta, su traje, con orgullo y firmeza.
   Como a tantos sitios, he de volver a Zamora. A ver su atardecer en el Duero, su románico, su Soledad y su arroz a la zamorana. Pequeña ciudad, gran tesoro.

   "El traje de Carlinda / costó cien reales / que pagaron los duques / a la Corrales / y el de Teresa / primoroso en colores / a la Guardesa".

miércoles, 3 de julio de 2013

CERCA DE LA ESPERANZA

 Se me abrieron rejas y cristales. Por una vez, no hubo obstáculos, siempre tan presentes e inoportunos, para llegar, para poder. La Esperanza, pequeña y maternal, me abrió sus brazos, y se me hizo grande e infinita. Áquel pequeño camarín, sagrario y patena entre la roca esculpida, se llenó de verde de espera y de azul de cielo, como el que lucía el manto de la Señora. Y los minutos, casi segundos, se hicieron intemporales y únicos, porque estar tan cerca de lo único que siempre nos queda, es lo que tiene.
   Al fondo, brillaban las llamas de los cientos de velas, de la cera blanca, que en cada una de ellas, encerraban una petición, una promesa o un agradecimiento. Por un momento, la luz del sol, se coló por el ventanal y se reflejó en el espejo de la que es espejo de justicia, y en su peana, se volvió a parar el tiempo y el espacio. Porque allí ya no había gente, ni imagen, ni flores, todo era Esperanza. La que Ella desprende y desde allí emana.
     Al salir, su bendito rostro se proyectaba en el cristal. Por todos los ángulos se veía y resplandecía. Y se cerró la reja, pero ya no hubo cerrojos para mi, porque la Virgen me había abierto mis propias prisiones.

   Fuera, todo era verde. Como la vida, como la Esperanza. Y el agua corría, como la vida, como la esperanza. Y el cielo era azul, como su manto, como mis pupilas.

      Hace poco más de una semana. En Calasparra. No será la última vez que allí vaya ni que de allí escriba. Porque es refugio para el alma, cueva bendita, calma y amparo, altar y ermita, madre que abraza,

¡Virgencica de la Esperanza!
 

martes, 2 de julio de 2013

BRUJAS, SIN ESCOBA

Un poco después de la hora bruja. Porque hay ojos brujos, porque hay mucha bruja suelta...Me acuerdo de Brujas, la maravillosa ciudad belga de canales y leyendas. Allí no hay ancianas con verrugas montadas en escobas, sino palacios, iglesias, historia y magia, pero blanca, iluminada por la luna llena.
   Brugge quiere decir puente, embarcadero. Su castellanización es el plural femenino de las hadas malas, de las madrastras envidiosas. Y Brujas está en Flandes, donde se dicen viven los flamencos, siempre en rivalidad con los valones o francófonos, y sin nada que ver con los llamados igual que habitan en la laguna de Pétrola o en los tablaos andaluces y barrios jerezanos.
    Impresionantes canales, para recorrerlos lentamente en una barquita, con más silencio, más pausa, que su hermana véneta. De aquí vinieron las encajeras que enseñaron a las mujeres calatravas el preciso y precioso trabajo de palillos y agujas, para componer las blondas y enrejados, en hilo, en seda. Aquí está el museo de la patata frita, si, como se lee. Aquí vine una mañana, después de extasiarme con Gante y su espectacular catedral, después de una infausta entrada en Bruselas, ciudad que no me gusta nada, y que me recibió con el robo de una maleta, y el gris de sus cielos y sus edificios.
     Me encantaría volver, sosegadamente. Porque hay sitios que merecen una segunda oportunidad, no como algunas personas que no merecen ni una primera. Aquí se para el tiempo y también se escapa, como en los lugares únicos, en los especiales, en los que tienen algo de embrujo...como aquí en Brujas.
    Mientras, algunas cruzan la luna llena montadas en sus escobas. Pero lo cierto es que las escobas sirven para barrer polvos y pajas, para limpiar. Aunque digan que encima de ellas se vuela; yo no vuelo, solo a veces con la imaginación, sólo con la imaginación, porque esa es mi brujita, con cariño, particular.
   

lunes, 1 de julio de 2013

SON MIS AMIGOS

 
                                                                                                                                                             
No estaban todos los que son, pero si eran todos los que estaban. De la Villa y Corte, de la huerta de Europa, de la tierra de las flores, de la luz y del amor, de viñas y tinajas, de campos calatravos
y de la llanura inmensa de los llanos infinitos. MIS AMIGOS. Gente capaz de ponerse en carretera, de subirse a un tren, de dejar hijos, padres y cónyuges para venir a compartir unas horas, con la excusa de esta pantalla casi diaria, con la excusa de verme. MIS AMIGOS:
-Lapolo, reina templetillera, la distinción y la tradición, la fidelidad, la gracia del "aguedismo"
-Gúmer, bondadoso, cariñoso, hermoso, sangoneroso, precioso
-Maribel y Vicente, maridaje manchego-valenciano, en vuestra sonrisa cabe un mundo y un millón de afectos
-Ris and Queen, el hombre grande con la gran mujer, imprescindibles, con vosotros al fin del mundo
-Meriyou, princesa de Carabanchel, chulapa y guapa, dulce salmuera, genio puro, todo corazón
-Higinio, sancho y quijote, manchego de cepa, hermano mío, amistad fuerte como el roble de tu villa
-Lezembuquito, amigo y confidente, siempre conmigo, siempre contigo, tantas cosas vividas a la par
-Carmen, mi familia, mi amiga, mi prima, mi cómplice, mi Carmen simplemente
-Pepi, murciana y macarena, manchega de adopción, tantos años ya de querernos
-La nieta de la Remedios, mi hermana, mi discípula, mi otra mitad en muchas cosas, mi marinera
-Milú, simplemente ella, serranía surrealista ayayayayayayayayyayayayay, de la casa
      Gracias a Rafa, Enrique, Chiqui y Pepe, ocasionales blogeros, permanentes amigos. Castañuela, que te echamos de menos, que eres de las fundadoras y las incondicionales. A los que no pudisteis, a los que no estabais con ánimos...gracias también.
      Este lunes me costará menos arrancar porque aún tengo el regusto de estas horas vividas juntos. Es maravilloso que digáis que debería haber unas templecañas todos los meses jejeje, me enorgullece. Cuando me atormenten las soledades y tristezas rebobinaré estas horas, un antídoto. Y prometo apartar de mi camino, esas hienas de sonrisa falsa, que engatusan, engañan y que cuando menos te lo esperan te dejan herido, casi sin posibilidad de respuesta.
     Estoy feliz, emocionado. Y con ganas de volver a veros, Y a leeros. PORQUE SOIS MIS AMIGOS

Son mis amigos por encima de todas las cosas
son mis amigos.