sábado, 29 de septiembre de 2012

QUIEN COMO DIOS

"por San Miguel verás llover", dice el refrán, y este año ha acertado de pleno, frente al otro de "el verano de San Miguel faltará muy rara vez". Pues no, parece que no tenemos veranillo, después de este eterno estío seco de agua y de tantas cosas, que por fin ha sido conjurado con el ruido de las gotas impactando contra los cristales y el suelo. Los vendimiadores han parado su tarea, en las viñas anegadas y embarradas, que hace sólo unas horas eran enormes solariums de cepas y pámpanas. Los pueblos que tienen su patronazgo, comienzan sus fiestas, con la vista puesta en el cielo, acostumbrados al recuerdo de otros sanmigueles húmedos e inestables. 
      Miguel significa "quien como Dios" .Para los hebreos es el protector de Israel y patrono de la sinagoga. La Iglesia Católica lo considera como patrono y protector de la Iglesia Universal. La Iglesia Copta lo considera el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel. Supuestamente tocará la trompeta el día del arrebatamiento (1° Tesalonicenses 4, 16), y es el encargado de frustrar a Lucifer o Satanás, enemigo principal de Miguel por ser el arcángel de los ángeles caídos o del mal (Apocalipsis 12:7). Por eso, en el arte se le representa como un ángel con armadura de general romano, amenazando con una balanza o espada a un demonio o dragón. También suele ser representado pesando las almas en la balanza, pues según la tradición, él tomaría parte en el Juicio Final.
    En tiempos era este día de pago de cosechas.  Por San Miguel se celebraban los mercados y fiestas más concurridos. Era finales de septiembre: había acabado la recolección, las eras habían vuelto a su silencio habitual, y en las huertas -salvo el riego- no había trabajo que hacer si no era sacar las patatas. Septiembre se sentía como final de un año. Había comenzado con las fiestas de la Virgen y acababa con los festejos de San Miguel. Con octubre comenzaba un nuevo año agrícola. Para El Pilar se iniciaban las tareas de la siembra.
           Día este de comienzos y finales. De ángeles y demonios. De luces y sombras. Esperemos que la lucha sea incruenta y gane el bien, aunque sea contra uno mismo. Felicidades a los Migueles templetilleros. Y fuera sigue lloviendo. Ya no queda nada para octubre. Y queda mucho para el resto.
           

jueves, 27 de septiembre de 2012

SILENCIO EN MOYA

Hace tres semanas estuve allí. La ciudad fantasma de Moya, sede del marquesado del mismo nombre que en tiempos tanta importancia tuvo y fue capital y metrópoli de toda su comarca. Un lugar que me ha impresionado, que me ha cautivado...
   Grandiosa atalaya sin vida. mientras las ruinas de sus iglesias y casas componen una silenciosa sinfonía de sentimientos encontrados. Las columnas que sostienen las bóvedas abiertas por el fuego y el tiempo de San Bartolomé, son un atril de grandeza rota donde suena la música del aire que se cuela entre ellas, mientras la vista se absorta en semejante belleza en ruinas.
     Por el trazado de las calles empinadas se adivinan los solares, sin paredes ni ventanas. Me recuerdan las calles de Pompeya, grandiosas en su tragedia; las de aquí no tuvieron una erupción, pero no sobrevivieron al éxodo de sus habitantes. Y se oye el silencio a cada momento. Sólo en pie la iglesia de Santa María, que sólo en mayo para sacar al Cristo de la Caída y cada siete años, cuando el lugar cobra vida con la visita de la Virgen de Tejeda ( a la que pronto le haré otro post, otro hallazgo de esta zona) y la casa consistorial, testigos mudos de un pasado de esplendor, historia y VIDA.
      Entrando al castillo, las almenas se hacen expugnables, porque no hay caballeros, ni princesas. El foso lleno de verde vegetación es un sitio que invita a sentarte y volver la vista al otro lado, de laderas peladas, pardas y secas.
       El arco de la Trinidad, los muros de las Concepcionistas, el antiguo convento franciscano...La doble muralla, que mira que me gusta a mí una muralla (véase Ávila) y sus puertas que nos dan paso al trazado sinuoso y muerto de lo que fue sede de señores. Se percibe Valencia, e incluso Teruel. Y esta Cuenca, casi desconocida, atrayente, grandiosa, en la más espectacular de las ruinas, con el más sonoro y relajante de los silencios.
  Invito a quien me invite a regresar. Y luego a comer a Cañete, unas croquetas de boletus, un solomillo con almendras, un ajoarriero o una torrija caramelizada con helado. Estoy sensible, será el otoño, pero como me gustaría compartir el silencio de la noche en estas tierras de Moya...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

DE MOSTO

Vino joven, aún no hecho. Del racimo sale el caldo del primer mosto, de la avanzadilla del vino que se hará bueno en la reserva solitaria del barril y del tiempo. Mosto granate que riega el bollo, hornazo de septiembre, mientras mi coche esquiva remolques y tractores y gentes con sombreros de paja, componiendo una estampa de mezclas del ayer y del hoy.
  Soy de bollos. Aunque no muy de dulce. Tal vez soy más "de salao". O mejor de ácido, como la raspadura de limón que lleva este bollete, como otras delicias de la repostería manchega. O tal vez de las tres cosas, porque soy un imprevisible torrente de indecisiones y contradicciones. Pero esta tarde, después de años probablemente, he tenido la necesidad de merendarme uno, en maridaje con chocolate, y luego pues me tocará dar vueltas al parque, o que sè yo.
     Exquisitos los de Villalgordo y Abengibre. Cocidos entre cepas y laboreo. Rollos de mostillo, de efímera degustación, lo que dure la recolecta enológica de cada año. Y hace años me tomaba el mosto como bebida, en vez de las cañas, ya ves...

         Se acerca el veranico de San Miguel, que esperemos sea de aguas. Y me lleno de recuerdos del Pilar, que ojalá me permita volver a revivir. Pronto serán las jornadas de la tapa. Habrá que probarlas con un buen vino de la tierra, vendimiado con sudor y dolor de riñones, en tierra dura, fuerte, llana e infinita. Y mientras yo con mis bollos, que me encantan, y ya habrá tiempo de bajarlos y adelgazarlos.
   

martes, 25 de septiembre de 2012

MARIFÉ

De Triana. Y es que hoy me acuesto coplero. Que hace mucho tiempo que la única copla es la zambra de mi soledad y algunos romances frustrados, y como estoy un poco trágico y así otoñal, pues que mejor que hablar de la gran trágica, de la actriz de la copla: de Marifé.
    Y uno que es juradista y de Imperio hasta la médula, la verdad es que poco a poco ha ido conociendo las coplas desgarradas de esta sevillana sin acento, culta, sin divismo, un poco la antifolklórica...Voz prodigiosa, unida a unas excepcionales dotes interpretativas para dar vida a personajes como "La loba", mi preferida, que a veces me pregunto como le dejaron en aquellos años cantar una canción de una madre soltera y alcohólica, con un hijo casi maltratador. O la Rosita de Capuchinos, vara de nardo y clavel, y esa declaración de principios "Te he de querer mientras viva", que tantas veces me dijeron y siempre mintieron. Y las versiones del Romance de la Reina Mercedes o el No te vayas de Navarra o la Maricruz de Imperio. Siempre genial. Pero su obra maestra es "María de la O" de la que su creadora, la simpar Estrellita Castro, le espetó: "hija de la gran puta, esta canción fue escrita para que tú algún día la cantases"..¡menuda era Estrellita!
      Y mientras me hallo en una Encrucijada, pienso en la Torre de Arena que tantas veces me he forjado y que me ha costado Tres Puñales y estar Separaos. Pero siempre me quedará la emoción de la saeta del Romance de Zamarrilla, que mira que me gusta un romance, una Virgen y un bandolero juntos jeje.

    Marifé es parte de mi banda sonora y de la tuya también ¿verdad Pepi?

lunes, 24 de septiembre de 2012

DE LA MERCED

Escapulario blanco. Cuando queda un mes para que el santo arcángel regrese a su santuario del Juramento, y tres para que sea la noche que dicen es la más buena de todas, el mes de septiembre se pone de fiesta en su día veinticuatro. La Virgen de la Merced, de las Mercedes cierra el ciclo mariano septembrino que tuvo su cenit el día ocho, y continúo el doce.
    Virgen de la libertad. Redentora de cautivos, de tantas prisiones, cárceles y grilletes. Siempre necesitamos quien abra las puertas de nuestra propias mazmorras, de nuestras esclavitudes, de nuestros secuestros. Desde que Pedro Nolasco la vió y le encomendó que trabajara por la libertad, por la vuelta a casa, por el fin de torturas y destierros.
     Mercedes es un bello nombre. Como el de la reina tan querida, que reposa bajo la Almudena madrileña, y que murió en plena juventud, creando el mito y el romance popular. Mercedes es un compendio de "es", clasicismo español en la nomenclatura como Pilar, Carmen o Dolores. Mercedes de Nuestra Señora, merced que nos hace, ser nuestra Virgen mercedaria.
    Y en la Merced murciana, con la barroca portada, donde preside la Virgen de los Remedios o "del cuellotuerto" y en el camarín interior, la Purísima, mientras la titular aguarda en una solitaria capilla lateral volver al sitio que le corresponde, recordando tiempos de esplendor en su devoción, en estos días de septiembre, con blanco barroco y arracadas en espirales...
   Y la Merced cordobesa. Casa Grande del convento, donde un loco quemó el gran retablo que Córdoba está rehaciendo, como sólo ella sabe hacer las cosas. Impresionante edificio que intenta asomarse a los jardines, y mirar a la sierra de las ermitas.
    Y la barcelonesa Merced, barrio gótico, callejuelas estrechas, donde la imagen matriz, sueña estar recubierta de manto y corona, como no hace tanto tiempo. Primitivo icono, primera Señora, Marededeu de la Mercé.
    Y la jerezana Merced, negra revestida de blanco, hallada en un horno de donde toma el color, que espera a un campanero que sueña un querer y bajar hasta Santiago entre nardos y bulerías. Patrona principal de la ciudad, secular y elegante tradición.

     Lunes de la Merced.

Cruz y barras amarillas y rojas orladas de oro.
 Oro sobre blanco.
Y merced significa misericordia.
     

sábado, 22 de septiembre de 2012

CUADERNOS DE OTOÑO


"
...las cigarras morirán lentamente cantando su himno con fiero tesón y los campos
vestirán de pardo ironicamente en forma de adios y otra vez el otoño crujiente dara
a nuestras vidas un nuevo color al barrer con su lluvia templada impuros deseos de
fuego y de sol..."

y hoy llegó la tercera estación, y mi vida se llena de ocres, de mostazas y de hojas que parecían vivas y frescas y no son más que trozos de materia seca y rota, pero que preludia un nuevo nacimiento de brotes, de vida, para los cuales tal vez no sea necesario esperar a la primavera. Agua de lluvia purificadora de septiembre, espero que sea el torrente bueno y  amable que limpie manchas y heridas del alma;los grises de estas tardes, que cada día agonizan lentamente empiezan a dibujar azules y verdes de cielos y esperanzas y los primeros fríos me traen deseos de abrazos y calor de tanta gente que hace que mi vida siempre tenga una flor de primavera, a veces con espinas, a veces con hielos alrededor, pero siempre viva y alimentada de complicidades y compañía.

  Templetillo se pone aún más melancólico, emotivo y serio, pero con nuevos proyectos y siempre el compromiso de teneros, llueva, truena o haga frío...espero que florezca una primavera en todos vosotros y en mí mismo, cual milagro en medio de este páramo otoñal que ya nos invade.
           

viernes, 21 de septiembre de 2012

EL NIÑO DE MULA / EN SAN MATEO


Día de San Mateo, día grande en Mula del Niño, porque aquí todo gira en torno a esa figura infantil que sujeta la cruz y que es la gran devoción y símbolo de identidad de esta insigne y monumental ciudad. Sus fiestas acogen las de los patronos, San Felipe y la Virgen del Carmen, que van a remolque de este infante divino, que aglutina el fervor y los amores no solo de los muleños, sino de casi todos los pueblos del Valle del Segura, que acuden, muchos andando, en la madrugada de este día a acompañar la procesión del "Niñico", aparecido en el lugar de El Balate al pastor Pedro Botía, en tiempos lejanos de pestes y desastres.Guardo buenos recuerdos de Mula, sus fiestas y sus gentes...no he vuelto...quizá pronto, o no, pero siempre conservando vivencias y momentos de aquellos ¿maravillosos años?


    En San Mateo. En la iglesia más grandiosa de la ciudad cordobesa de Lucena, que lo tiene por titular. Y es que no  hay demasiadas parroquias a él dedicadas. Me vienen a la mente Jerez, Lorca, Cáceres y pocas más. Este evangelista está un poco relegado, frente a San Marcos, mucho más popular en ermitas y fiestas de fertilidad primaverales. Pues eso, que en San Mateo de Lucena, se atesora arte y riqueza por doquier. Su retablo mayor, es un compendio escultórico de gran belleza. Y el sagrario...¡que se puede decir de él! Una de las joyas del barroco español, prodigio de yeserias, de luz, de abigarramiento, de iconografía eucarística, en esa capilla octogonal, adosada a esta pseudocatedral, reina de las iglesias de la campiña. Y por unas semanas, tiene el mayor tesoro: la Virgen de Araceli, que baja de la Sierra de Aras, a su casa principal, que es esta. Mañana ya será otoño y San Mateo habrá pasado. A esperarlo un año más, como tantas otras cosas. Y ¡que ganas de volver a Lucena!

jueves, 20 de septiembre de 2012

DE OTRO TIEMPO



la esperanza siempre es verde
el sol es siempre amarillo
la pasión es siempre roja
el horizonte deberìa ser siempre azul
mi pensamiento hoy es gris
tu amistad tiene este color
y aunque la noche es negra y oscura
haces mi vida ocre
de color de rosa



desde mi coche, me veo rodeado e inerme frente a los enormes viñedos que en
estos días abandona su continua soledad anual, para acoger un trasiego de gentes
que se alzan y se agrachan para ir quitando de cada sarmiento ese racimo
de esferitas moradas.El sol cae, empieza a hacer frío...de repente me envuelve un
agradable y esperado olorcillo a mosto, que sirve de preludio de ese vino que nos
espera, para celebrar, para olvidar, siempre para compartir,bien en una barrica de
madera o en vidrio ...vino de mi tierra,uva muerta y pisoteada,velada por pámpanos
y tierras duras



"Las cosas tan hermosas duran poco"dice la letra de una
canción ; y es que los momentos felices y especiales se convierten
en breves, fugaces y pasajeros.Mientras la rutina y los desprecios
se enquistan en el tiempo y se amplían, los relojes corren
disparatados, muchas veces sin tregua para poder
saborearlos.Efímera es la vida, que aunque años dure, va saliendo
de nosotros a chorros permanentemente, al tiempo que una
sensación de profunda eternidad, no querida ni esperada, nos deja
tras el cristal, muchas veces opaco, de la felicidad que por efímera ,
se nos escapa


   Permitidme templetiller@s que rescate estos escritos de hace unos años, tres o cuatro, de mi primer blog. Pasado el tiempo siguen vigentes, al menos eso creo.



miércoles, 19 de septiembre de 2012

PISTO

Mientras subía esta foto, me relamía. A estas horas, en el primer día de vuelta a una cierta rutina, después del desenfreno gastronómico y cervecero de los días pasados. Pero es que el pisto, es uno de los platos que más me gustan del recetario de estas tierras.
   Conglomerado de verduras y hortalizas; las verdes son avasalladas por las rojas, con ese color tan característico, que hace que a los pañuelos de cachemir del más vivo color se le denomine "pañoleta de pisto" sobre todo por tierras de la vecina provincia ciudadrealeña.
   El pimiento verde y rojo, que tantos detractores tiene pero que a mí me encantan en todas sus variantes,,¡ay esos pimientos rellenos de arroz y carne! y no digamos de los verdes acompañados de huevo frito en ese aceite que es una balsa de idem, pura caloría, pura delicia, pura gula jeje...Calabacines y berenjenas también se suman a este guiso, tan rico en caliente como en frío. Y el abundante tomate, que es el rey indispensable y el elemento que amalgama este plato con apellido, como los gazpachos o el moje.
      Con un buen pan de pueblo, cortado en trozos, para hacer el barquito, que naufraga entre tanta delicia, para teñirse de rojo. Sabroso acompañante para carnes y pescados. El pisto manchego es la mejor pista para disfrutar comiendo, y encima es sano, y lo más importante: es nuestro.

"madre: ¿que hay para comer? pues pisto muy rico
pues no puedo ir; no importa hija te lo meto en el frigorífico
y está de maravilla para cuando tú vengas"

( de la película "Átame")
         
     Y esta tarde ya he sentido el otoño de nuevo, sobre todo en mi vida. Y ya no me des-pisto, espero...

martes, 18 de septiembre de 2012

EN LA DUCHA

Aquí empieza mi día y también acaba muchas veces. Una vez pasado el tránsito del sueño al despertar, en ese estadio que entreabre los ojos, y cierra esos sueños que a veces son bonitos, otros no, y me topan con la luz que se cuela por las rendijas de mi persiana.
     La primera mojada de agua siempre sabe fría e inhóspita. Luego se va tornando cálida y envolvente. Nunca entenderé la gente que tiene animadversión por el agua, nunca...a veces me pasaría horas debajo de ese teléfono acuático, so pena de quedarme como un garbanzo arrugao. Y ese momento de alternar el agua fría con la caliente, con ese pequeño calambre o temblor que da el sentir el chorro helado, o la quemazón del líquido ardiente. En la ducha canto, pero más bien cuento y hago recuento. Y miro al suelo, viendo como el agua es tragada por la tubería succionadora, que no da tiempo a crear estanque alguno que sumerja mis pies, que se resbalan entre jabonosas espumas blancas, no de mares, eso sí.
      Agua y más agua. Para limpiar y despertar. Finos hilillos caen y mojan este cuerpo derrotado, que empieza una nueva batalla diaria, que a veces me cuesta. No concibo estar sin ella, porque es la forma de ponerme en el disparadero para andar y recorrer los pasitos y las caídas, y volver a sudar y mancharme de barros varios, que siempre serán purificados por las aguas a presión que caen de esa alcahofa plateada que moja y remoja.
     Me voy a la cama. Tengo sueño. Ojalá sea bonito. Mañana será otro día. Y el agua volverá a dibujarlo una vez más. Limpiando el cristal de lo cotidiano, retomando un nuevo tiempo, que a veces será viejo, porque todo se repite, y más a menudo lo que no es bueno ni deseable.

    Gota a gota. Cantando bajo la ducha. Y con el corazón no partido, pero sí remojado. 

lunes, 17 de septiembre de 2012

LA LLAVE

 Se echa el cierre. Tras diez días de bacanal del cuerpo y los sentidos, de super-población sobrevenida, de saturación de líneas móviles, la ciudad cierra las puertas de hierras de esa otra ciudad que explota por septiembre y sólo vive semana y pico. Otra vez, la virgencica de los Llanos volverá a la soledad de su capilla-armario empotrado del ayuntamiento, donde estará celosa de la compañía y devoción que tiene la Virgen titular, que en su retablo renacentista de al ladito mismo, de la catedral, tendrá las oraciones y rezos de los albaceteños, que en estos diez días ha tenido ella, la virgen chiquitica de escayola, asomada a su capilla del ferial, observando la feria y su trasiego.
      Se apagarán las luces. Se desmontarán las atracciones, los puestos de artesanía y los arcos de los barecillos con sabor a morcilla y chorizo, bajarán la persiana. No se oirán las tómbolas, ni habrá la macro-manifestación del atardecer en torno al mojito, previo devoro de miguelitos y cafés con nombre de hombre y de équidos blancos.
     Y no me he feriado nada, ni nadie me lo ha feriado. Lo dicho, una feria rara, sosa, extraña. Con algunos buenos ratos y momentos, torpedeados por la preocupación y el desencanto.
    Acaba la feria y empieza el año nuevo. Este es nuestro san silvestre particular. Hasta dentro de doce meses no oiremos el Ohhh la feriaaa!, ni las estupideces de los ¿etnólogos? empeñados en vestirnos de western y falleras de tercera. Yo echaré de menos el olor del chocolate, que este año no he probado, ni la apertura del día siete, con ese ansia de fiesta y vida. Y también el baile de las manchegas, que cada vez se me hace más tarde, y lo vence el sueño y el cansancio de mis años y mis circunstancias, que devoran y chupan mi energía y optimismo.
                                             Miraré los boletos de la tómbola de caridad, tal vez me toque algo. Y volveremos a la rutina  perdida, y seguro que como la feria de Munera se acerca, empezará a llover y hacer frío. Esto es así, y me vendrá la nostalgia de cuando los último días de feria se solapaban con forrar los libros y apuntar horarios. Tiempos que hoy me parecen felices y ayer se me antojaban cautivos en espera de una madurez que sólo me ha traído más miedo y más inseguridades.
         Puertas cerradas. De la feria y de tantas cosas. Pero en nada, pasará un año y volveremos al punto de partida. A las cañas con baile y deleite de los sentidos en el templete modernista, donde el tiempo se detiene y las miradas no...

 Pues eso, que siempre nos quedará el templete, que para eso soy templetillo ¿o no?

miércoles, 12 de septiembre de 2012

SIMPLEMENTE, MARÍA

Hoy es el Dulce Nombre. Dulce Nombre de María. El día de las Marías a secas, con el nombre de la Virgen, sin advocación. Doce de septiembre, en mitad de esta feria que hoy he podido vivir y sentir, y que ha hecho que mi inapetencia de la semana pasada se haya tornado en casi emoción y disfrute de esta ciudad paralela y tergiversada que es Albacete del siete al diecisiete del noveno mes.
    La Virgen del Dulce Nombre es un bello título, no muy extendido, pero si entrañable, cariñoso y dulce como su mismo nombre indica. En el centro del mundo, en la plaza de San Lorenzo de Sevilla, ocupa la capilla y altar que durante siglos ocupó el Señor de Señores, Jesús del Gran Poder, que hace cuarenta años se mudó al ladito mismo, en la basílica circular, con aires de panteón romano, que es mi alfa y omega en la ciudad hispalense. Cada martes santo, tras el Señor abofeteado, la guapa niña del Dulce Nombre sale bajo palio ensalzado de flores rosadas para llenar de gracia las calles de la ciudad en la que es Semana Santa todo el año. Dicen que el escultor se inspiró en una prostituta de la alameda para tallar tan bello rostro; seguro que Jesús no se enfadó, Él que anduvo entre marginados, enfermos y prostitutas, y dijo aquello que es uno de mis principios principales: "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra", y así lo afirmo.
     Y en un rincón de mi provincia, fronteriza con la ciudadrealeña, el doce de septiembre se llena de Caridad. La caridad que es algo tan necesario en estos tiempos, y no solo en forma de limosna económica, sino en forma de apoyo, escucha y solidaridad. Con la fe y la esperanza forman la trilogía de las virtudes, en este mundo que es tan poco virtuoso, y que tan escaso anda de las tres cosas.
    La Virgen de la Caridad es morena y pequeñita. Como a mí me gustan las imágenes de la Virgen, chiquitas, porque en su pequeñez está su grandeza. La patrona roblense descansa sobre la más bella peana de la provincia, un cerro de plata traído del virreynato peruano por un ilustre hijo del pueblo allí situado, que también le trajo un arco repujado que enmarca tan bella imagen, tan devota hechura. Y en sus vísperas una imagen vicaria de flores, custodia la original del camarín, en la explanada de su santuario. Caridad y María son nombres que se complementan y más en estos días. Y su niño chiquito ha salido de las manos de artista devoto que también algunos días escriben líneas en este modesto blog. Para ti mi amigo Higinio, este post. Por tu pasión por tu Virgen y las cosas de tu tierra, cosas que compartes conmigo y me transmites con tan bella locura y devoción.
        Señora de la Caridad, virgen tinajera, veinticinco años coronada, a ti me encomiendo y salud te pido. Porque eres dulce y sencilla como el día doce, como tu hermana de la capital, que también es pequeña y de nombre de horizonte infinito. Ojalá algún día vuelvan las ferias de la villa a tu hermoso día, a los frescores que invitan a vendimias y abrigos.

                     "Virgencita, Virgencita,
                       Virgen de la Caridad
                    de las estrellas del cielo
                       eres tú la principal"

     Y ojalá Ella nos traiga momentos dulces y nombres tranquilos, plenos de dulzura y virtud. Buen miércoles.

martes, 11 de septiembre de 2012

PAN CON ACEITE

De pequeño no me gustaba, como tantas otras cosas. Prefería el pan tostado con "Tulipán", que estaba más de moda, y en aquellos tiempos ya me decía mi abuela: "nene que esto es muy sano, comételo con aceite, que es mejor" Y me resistía, porque me gustaba deslizar el cuchillo en esa pringue  amarilla, que hace años, décadas más bien que ya no consumo, y que por lo visto no es nada buena; pues pa los europeos, que no saben comer, ala!
   Y con los años, pues me he hecho adicto al pan crujiente que es mojado con la aceitera, del oro verde, o dorado, serpenteado con algunos granos de sal, que ahora me es vedada. Sobre todo cuando bajo al Sur. Porque allí el desayuno es un rito y la tostada es imprescidible. Con tomate, jamón, o lo que se quiera añadir. Me relamo de pensar en los molletes de mi Rafi, en los despertares cordobeses, en ese empezar el día purificando el cuerpo con óleos de Baena o Priego. Y en Sevilla, donde media tostada es una y una son dos, y así me pasó la primera vez, que me harté, por no conocer la matemática del pan con aceite en aquellas tierras. Recuerdo el desayuno molinero con mis hermanos cofrades de Estepa, puestos de traje y corbata, en aquellos días y tierras inolvidables.
     Y como tantas otras comidas que me encantan, humildes, sencillas, baratas, el pan con aceite es un manjar, un deleite. Mi paladar se llena de regusto, sobre todo con el pan crujiente, un poco quemado, porque a templetillo le gustan las cosas muy hechas, pasadas, con una brizna de tizne, de achuscarrao jeje..soy así...y lo mismo para la carne, las lentejas o lo que sea, todo bien pasadito.

        Creo que voy a empezar a meter más pan con aceite en mi dieta. Mis médicos amigos dicen que es muy bueno, y si ellos lo dicen, será verdad. La feria en su ecuador, mi vida también retomando el pulso a la normalidad que este año me es hurtada cada dos meses, en ese secuestro inevitable de pasillos fríos y amenazadores. Tanto, que casi se me quitan las ganas hasta de comer y disfrutar haciéndolo.

   Camarero, media de aceite! ..Marchando una de aceite!
         
       

sábado, 8 de septiembre de 2012

DE LOS LLANOS

                 
        Hoy es el día de la Virgen de los Llanos. El primer día del año en Albacete, tras la "nochevieja" del día siete, la víspera, con la cabalgata y apertura de la puerta de hierros.
        Aquí comienza el año y comienza todo. Los restantes nueve días donde esta ciudad se multiplica, se transforma, se fagocita a sí misma y pareciera que no hubiese espacio para acoger a más gente. Y el principio y motivo es Ella, por más que algunos se empeñen en esconderla, y querer dotarla de un carácter laico exclusivamente. Pero siglos de historia no pueden con modernos radicalismos, y probablemente ninguna caseta de partido político, atracción o concierto de feria, tenga más gente que el diario goteo de personas en la capilla donde está la imagen vicaria, "la pequeñica", a la que se le tiene tanto cariño como a la original. Y no digamos nada de la ofrenda del domingo, que este año me temo me perderé, que a ver quien concentra veinte mil personas, en Albacete, ciudad un poco fría e impersonal, o donde sea.
     Si hubiese tenido una hija tengo claro que se llamaría María de los Llanos. Por ser de aquí, por ser un nombre bonito, que comporta el paisaje ocre e infinito de estas tierras y porque así sería día de doble celebración, de santo y feria. Esta tarde se volverán a concentrar cientos de mujeres que así se llaman, el nombre con denominación de origen albaceteño, y que por fin se lleva con orgullo, frente a la invasión de horteradas y modas onomásticas.
         Ocho de septiembre. Fiesta en tantos otros lugares. Muchos de mis blogeros también tenéis vuestra patrona. Felicidades a tod@s. Y que María, en sus diferentes advocaciones nos de salud, sobre todo, para poder recorrer el día a día de esta vida a veces tan complicada y áspera.

       ¡Dios te salve Nuestra Señora de los Llanos!

        y como dice mi querida Ague: yo le tengo "muchisma" fe.

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA NIÑA DE MIS OJOS

Ya no es una niña. Desde hace unas horas ya es mayor de edad. Ya podrá conducir, votar e irse de su casa incluso. Se me ha hecho mayor, y al mismo tiempo, paralelamente he ido envejeciendo. Y cerrando los ojos casi creo estar con ella en brazos, embobado, porque encima es mi ahijada. Y es que dieciocho años es mucho, y es un número fuerte, con garra, como es el ocho, redondo, simétrico.
     Con dos años estrenó su primer refajo, que soportó sin quejarse toda la tarde de aquel 7 de septiembre tan distinto al de este año. Y es que la ilusión que producen los niños no la sustituye ni es comparable a nada. Y así años tras año, casi sin interrupción hemos vivido el ritual del peinado y el vestirse de manchega, serrana o hellinera en la tarde más albaceteña de todas. Lástima que no haya en esta ocasión pañuelos de mil colores sino batas blancas, ni esparteñas sino zuecos, ni calzones de paño sino pijamas verdes. La vida es así, o "asín" y el hombre propone y Dios dispone, aunque su disposición no sea de nuestro agrado y nos tuerza la línea de proyectos y planes.
     Pues eso, que mi niña se ha hecho mujer y ya me la llevo de cañas cuando es necesario. Y anda enamorisqueá, cosas de la edad ¡juventud divino tesoro! Enfin, Ana de mi corazón, estas líneas van por tí y para tí, que has sido uno de los motores de mi vida, porque eres parte de ella, mi sangre y algo más. A ver si las cosas se tranquilizan un poco, porque vaya racha llevamos, entre unas cosas y otras ¿verdad? 
           Mi sobrina preferida, mi única sobrina. Feliz entrada en el mundo adulto; a partir de ahora conocerás las mieles y también las hieles de ser mayor. Pero recuerda que tu chache siempre estará a tu lado, siempre...
        Te quiero. Nunca lo olvides ¡A disfrutar de la feria!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

BOQUERONES EN VINAGRE

 Ando un poco avinagrao. No sé porque razón pero es así. Y como toca el post semanal gastronómico pues hoy  algo con vinagre: los boquerones.
    Y mira que soy poco de vinagres. Me repele el olor, que me recuerda a los paños mojados en él mismo, cuando me quemé de pequeño en mi primera visita playera, y no había tantos protectores ni aftersunes. Tal vez de ahí viene mi animadversión al tueste playero y a este fuerte olor.
   Ni tampoco podía con el vinagre que aliñaba las lentejas caseras, con chorizo y costillas. Y en las reuniones y cenas grupales, siempre pedía que un rodal de la ensalada quedase solamente regado con aceite que no con vinagre, ganándome la crítica y la chanza de los amigos y comesales, hasta que descubrí el de Módena que es otra cosa, y tiene su punto.
   Pero hete aquí que me encantan los boquerones con vinagre. Pero que me entusiasman. De chico me hacía hasta bocadillos con aquellos generosos tuppers que mi madre preparaba de vez en cuando. Y cuando coronaban los platos de papas, en competencia con los coronados con mejillones de lata, suponían uno de los mejores aperitivos, que más me deleitaban.
     ¡ese saborcillo agrio, con aceite y perejil! umm, el perejil, que ya se tocará en otro post. Me gustan, aunque ahora no sé si debería probarlos, pero bueno, de vez en cuando, no creo que haga malo. Y las aceitunas, que también habría que tratarlas más adelante, que uno es muy de olivas, y me pongo loco cuando veo los puestos de encurtidos y aceitunas de los mercados.
        También me gusta el boquerón frito. Y rebozado. Cada vez soy más de pescado, pero no renuncio a la carne. Ni a la verdura, de la que soy adicto. Pero bueno, que hoy me toca el boquerón, fresquito, pinchado con su palillo, y acompañado de la cervecica fresca, que es muy diurética, y dicen que saludable...
         Ahora un pastel para quitarnos el vinagre. Que demasiado avinagrao está todo. Y todos, yo el primero. Alguna vez todo se endulzará, seguro. Y sino, pues una tapita y palante, que mañana será otro día, y los boquerones estarán en la mar, esperando ser pescados para ahogarlos de nuevo en vino agrio, uva resabiada.
      Y a cinco de septiembre. Ochenta y siete y dieciocho años. Padre y sobrina. El mismo día. Distintos cariños. Y por muchos años, espero.

     Y boquerón se acentúa en la o.













martes, 4 de septiembre de 2012

POR LA CALLE

      Mucha gente andaba. Y más había sentada en las terrazas. La noche de septiembre avanzaba, con un refrescante parpadeo, haciendo olvidar semanas pasadas en las que la flama y la sensación de agobiante calor colonizaban todo. De tal modo, que incluso había jerseys finos de pico en algunos viandantes, que habían adelantado el calendario hasta un ficticio octubre.
      Mil y un pasos recorrían las calles y aceras. Esperando con la habitual impaciencia, que el semáforo se pusiera en verde, para transitar en libertad, con seguridad, siquiera fuese por unos segundos. Ojalá supiésemos en la vida donde poder cruzar sin miedo a atropellos, sin agobios del ámbar que parpadea y nos hace acelerarnos, en un arrebatado paseo, sin disfrutar del caminar ni de un alto en el camino.
        Un mendigo. Y otro más. Malos tiempos para muchos, para todos. Soy un afortunado, y tú también. Porque tenemos salud, y diez euros para tomar una cerveza. Con ese poco se alcanza un mucho de felicidad, aunque siempre esperemos el pleno al quince de la completa armonía, y claro, eso no es posible, aunque haya gente que la tenga, o nos parece que la tenga.
         Terminan de poner las luces de la feria. Me incomodan casi tanto como las de navidad. Y es que no tengo cuerpo de feria, por el momento. Y encima con nuevos proyectos abortados, como siempre. De buena gana me quitaba de en medio unos días, y me perdía, y hacía una locura, o un sueño perdido, como pasear a orillas del Duero, o quien sabe...
         Parejas. Del brazo, del hombro. Bonito hacer cosas a dúo. Una sensación ya olvidada y definitivamente desterrada. Las cosas pasan y posan su historial de vivencias, y pasan factura, y posan las decepciones, que ganan por goleada a las ilusiones. Aunque a veces, muchas, es mejor hacer las cosas a uno, en solitario, que en pareja, que más vale estar solo que mal acompañado.

         Bolsas de basura. Desperdicios del día. Cosas inservibles. Esperando el camión de la limpieza, que deje todo impoluto, y de paso a la noche que traerá un nuevo día. Y mañana volveré a salir a la calle, a andar, a mirar, a pensar, a olvidar, y espero que, a no esperar.
       
 

lunes, 3 de septiembre de 2012

DE CORAL


Llevo días sin escribir. Es lo que tiene, que la musa se pira sin decir nada y no hay forma de hilvanar ningún relato. Tal vez sea el bajón del regreso de las tierras andaluzas, de ese remanso para mi alma y mi nervio que se llama Córdoba. O tal vez el fresco que por fin se ha instalado, un poco tardío, y que ha hecho cerrar ventanas nocturnas y cubrirse con sábana e incluso colcha.
   Sea lo que sea es que no sabía de que escribir desde el viernes. Y me he acordado de ese animal marino, que no planta, que es el coral, rojo, rojo coral como el clavel que cantaba la inolvidable más grande. A veces no es rojo, sino rosa, pero hay un rojo específico que toma su nombre, como mis pantalones jejeje, que no veáis el juego que están dando este verano.
     Me gusta la expresión de "dejarlo como el coral" que dicen las mujeres mayores. Bonita expresión comparativa, de las descendientes de aquellas antepasadas, fanáticas de la limpieza, que lucieron arracadas en forma de lágrima, engarzadas en el camafeo colorado orlado de oro. Y de aquellas otras que portaban en su traje típico el collar de dientes coralinos, que le traían sus novios de sus servicios militares en ciudades de mar, donde se comerciaba con este abalorio tan tradicional y al mismo tiempo exótico.

                        "Madre ponme los corales
                         que me adornen la garganta
                         que quiero que vea la gente
                         donde está el garbo y la gracia"
                                          Malagueña de Lorca


    Mar de coral.En las antípodas, seguro que con bonitos e impactantes fondos plagados de estos arrecifes. Y el próximo día ocho, entre tantas festividades, también se celebra la Virgen del Coral, advocación sevillana de una madona en pintura mural, cuyo niño porta en su cuello un collar con un trocito de esta rojiza materia.

    Empieza el tres con lunes. Y la Feria que ya está aquí. Y yo sin muchas ganas, la verdad..¡que fresquito corre por la calle! casi hace frío. A ver si me vuelvo a inspirar. A ver si os ponéis vuestros corales. A ver si ...