martes, 31 de diciembre de 2013

ARRIVEDERCI 2013

2013 suma 6 o 33 o 204, depende de como se combine; pero para templetillo no ha sido un año de diez, siquiera un seis...año impar sin pareja, meses de agobios e hipocondrías, dias de decepciones y silencios, de ausencias y objetivos fracasados.Pero también de haberte conocido, de haberte sentido, de haberte tenido, amigo-a templetillonauta, que me has leído y sido cómplice de mis pensamientos y reflexiones,... quien sabe si el 2014 podré ir enladrillando las paredes de este blog, con adobes hechos de ilusiones y metas, o tal vez tenga que demoler rincones y sótanos de incomprensiones y tiempos olvidados.
    Nos parecía lejano el 2.000 y ya nos hemos comido trece años; así como el que no quiere la cosa. El tiempo corre, vuela, sobre todo a partir de los treinta, de modo que la percepción cambia y se transforma en comparación con décadas anteriores. Empiezan a sumarse dígitos a este numeración de cuatro, que tan rara se nos hacía al empezar por dos.
Y ya nos hemos acostumbrado al euro, que tanto miedo nos daba, y tenemos la sensación de haber vivido siempre con él, y diluir la peseta en nuestra memoria. Esta noche volverá el reloj de la Puerta del Sol a sonar de nuevo; nos comeremos las uvas con prisa y sin pausa, mientras en nuestra cabecita haremos repaso de los doce meses que se van y la idea de nuevos proyectos y propósitos de este año nuevo, que con un número más y un tiempo menos empieza a caminar y a apoderarse de nosotros.
     Y llegando a este catorce se me ha ido yendo la inspiración, los temas y hasta las ganas. Cosas del directo, de ser tan directo, tan demasiado a veces, de ser como soy, que a veces ojalá...pero es que yo no nací en el Mediterráneo, y es que el día que nací yo...¿que planeta reinaría?
    Alzar la copa y brindar. El ritual se repita para no se sabe muy bien que. Mi copa hoy será solitaria y llena de burbujas supervivientes, sin anillo de oro en el fondo y sin ni siquiera ganas. Y a cambiar el calendario, y abrir el nuevo almanaque. Tal vez pueda seguir pensando, discurriendo, y quien sabe si escribiendo.

viernes, 20 de diciembre de 2013

YA LLEGÓ LA NAVIDAD...

"vuelve a casa vuelve, por navidad"

"el lobo, que buen turrón ,el lobo, que buen turrón"

"al mundo entero quiero dar un mensaje de paz
y junto al árbol revivir la alegre navidad,
la chispa de la vida"

Seguro que este año tampoco seré millonario, ya ni siquiera diezmileurista.
Seguro que me seguiré agobiando con tanto mantecado, mazapán y langostino.
 Es probable que menos tarjetas escriba y me escriban.
 Fijo que el 31 volveré a hacer propósito de enmienda y de buenos idems.
Pero lo más cierto de todo es que seguiré parándome a ver los belenes, a recordar a los que se fueron y a sentir una tristeza inexplicable y ya crónica en estos días de luces artificiales y sombras naturales.

"las muñecas de Famosa se dirigen al portal"

"queremos turrón turrón turrón que sea Antiu Xixona"

y es que: "YA LLEGÓ LA NAVIDAD", ainss!!

jueves, 19 de diciembre de 2013

EL ÁRBOL

Lo siento, yo soy del belén. Pero radical. Aunque fui también del árbol en mis primeros años de tierno infante. Cuando nací, en mi casa había un belén de figuras de barro, que parece ser decapité y mutilé en su gran mayoría, por mi temprana afición a las procesiones. Y sobre los ocho años, me regalaron un árbol de aquellos de plástico verde que se plegaba y guardaba durante todo el año,en una caja de cartón, como si fuera un riel de cortina o algo así. Durante unos años me fascinó este totem anglosajón, cuajado de colorines, bolas, luces, papas noeles que nunca llegaron a convencerme, campanitas de plástico (todo plástico agggg)  y aquellas figuritas de chocolate que tan poco tiempo duraban colgadas en aquel árbol, que cada año perdía hojas de aquellas hojarascas sintéticas, en forma de espumillón verde.
    Y es que me ha pasado como con las tostadas, que de niño rechazaba las de pan con aceite y estaba abducido por las del dichoso Tulipán (cuato daño ha hacho la publicidad a veces), que ahora creo que sería incapaz de comerme. Me declaro enemigo de esta costumbre navideña importada, como de los jalogüines, papasnoeles y chorradas varias. Donde esté un belén que se quite todo árbol por muy hermoso que sea, que no le veo yo la gracia ni el arte, ni la creatividad. Anda que vaya manera de celebrar la navidad sin un niñico Jesús siquiera. Claro para eso son protestantes y casi paganos...yo me declaro talibán de los nacimientos y belenes completos, si son napolitanos de figuras de vestir mejor que mejor, sino con uno de barro de esos murcianos preciosos me conformo.
    Enfin...pero tendré que superar esta invasión de abetos y pinos que decoran y pululan por calles, plazas y locales de todo tipo. Mientras, seguiré absorto la contemplación de los belenes, que tan magistralmente y con tanto cariño elaboran algunos amigos y además templetilleros. Porque tal vez sea la única cosa que me guste de estas fiestas que ya están aquí, y que casi no se ni como han venido. Tal vez porque el tiempo no corre sino vuela. Y ya es jueves, en nada sábado de cenas y fiestas y esa lotería que nunca me tocará.
     Y si ponéis un árbol natural no olvidéis replantarlo o me enfadaré. Pero mejor un misterio de la natividad, tan bonico, y siempre con mula y buey, que aquello lo dijo Benedicto, y ahora está este Francisco de la sonrisa amable y los buenos, necesarios gestos. Buenas noches.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

DEL PUENTE AL ARCO

Queda una semana de espera. En siete días será día veinticinco y volverá a nacer un niño, que tres meses después será ajusticiado. Hoy es dieciocho de diciembre, Nuestra Señora de la Esperanza, Virgen de la O, y tal vez por eso hoy más que nunca la necesitemos. Porque además hemos cerrado un año de la fe, que a veces tanto nos falla y cuestionamos, para abrir un nuevo año dedicado a la esperanza, aquella que se quedó solitaria en la caja de Pandora, cuando este se abrió y con ella todos los truenos, los blancos y los negros de la vida.
     Esperanza siempre. En el barrio de Triana llora la Virgen morena y gitana, en la calle que llaman de su Pureza. Y aunque soy macareno con carnet, también me llega la virgen del arrabal marinera. Allí aguarda la madrugada mágica en la que cruzar el puente, ese puente que la-me lleva a Sevilla, calle de reyes católicos abajo, tras pasar altozano, para alcanzar el Duque y Gavidia, hacia la Alameda y Correduría adelante llegar a la calle de la Feria y la Resolana, para ver el arco triunfal de Sevilla, en blanco y albero, que sirve de pórtico a la basílica de la Esperanza Macarena, donde a servidor y alguno de sus seguidores, nos da un vuelco el corazón y el alma, y la vista nos hace ver solo una cara que ríe y llora al mismo tiempo, rodeada de luz, de verde...
    Color esperanza, cantaba una canción de hace unos años. Yo me duermo hoy con la esperanza de ver de nuevo las dos Esperanzas de Sevilla, y las vuestras y las mías, y que a veces se hagan verdad, realidad. Porque también de esperar se cansa uno a veces, y necesitamos ánimo, alegría y un poco de optimismo. Por ello, quiero reír mientras paseo por las calles hispalenses de puente a arco, de torre a campanario, de marinera a hortelana, de Triana a la Macarena, de la gloria al cielo. Y siempre con parada en el Gran Poder, que es el centro de Ellas, y del mundo, sin lugar a dudas.
            Que Él y Ellas os llenen de esperanzas, este año y siempre. Y de salud, y de amor, y de...

martes, 17 de diciembre de 2013

SIN TÍTULO

Noche de lunes; superada ya la ansiedad de la noche de domingo, ha transcurrido y se ha consumido el primer día de una nueva semana. Aún quedan horas, minutos y días para que la semana remonte, para que se atisbe el fin de semana, y una nueva entrega de descanso y ocio. Fría noche, tras una cálida mañana, con añoranzas de aguas y nieves que en pasados diciembres llenaron nuestro paisaje de desapacibles sensaciones. Sabor dulce de recuerdos y esperanzas; agridulce regusto de momentos tristes y decepcionantes. Navidad amenazante enseñando los dientes en las siempre grotescas guirnaldas luminosas que ya llevan unos días apoderándose de la vía pública. De fondo, la televisión me incita al constante zapeo de canales y más canales en los cuales no consigo asentar mi atención. El cristal de mi ventana se empaña con el vaho de bajo cero, que esta nocturna helada, acerca más a un noviembre ya agotado, por atípico y por transcurrido.
Seguiré en mi cama cálida de palabras, de comentarios e ideas, aunque haya días que las musas se pongan de morros conmigo, cuando no de huelga a la japonesa. Buenas noches, abrigarse; felices sueños.

jueves, 12 de diciembre de 2013

DE FRITORIO

 Quedan pocos mataeros. Pero aún quedan. La pena es que aquellas fiestas familiares, de vecinos, que eran las matanzas del cerdo van poco a poco desapareciendo, y con ellas los ritos, los olores, los sabores y la tradición.
  Pero hace unos pocos días, unas buenas gentes de mis pueblos, de esos que acogen mis horas y deshoras, estaban de fritorio, del culmen de la anual elaboración artesanal de la matanza. Mira que suena mal esa palabra y aqui con el apellido "del cerdo" nos hace que nos relamemos pensando en tan ricas exquisiteces.
 Pues bien, esos amigos tuvieron el detalle de mandarme el "presente" esa pequeña degustación de los distintos manjares porcinos, una vez fritos en aceite de oliva virgen y en grandes sartenes de patas, ancladas en un lecho de leña y ascuas, y antes de ser "enterrados" en las orzas de barro, donde desde hace generaciones se conservan y guardan como uno de los grandes tesoros de las despensas y cámaras.
   Chorizos, morcillas, costillas, lomos, guarrillas...impresionantes delicias de esta tierra, asentados tras jornadas de escarchas y estos hielos que se resisten a abandonarnos, que nos hacen pensar en una hogaza de pan de pueblo con el que acompañarlos. El día del fritorio, todas estas cosas saben como ningún otro día, el sabor hoy explota, las texturas se acompasan, es el día de la gula, del placer de la degustación.
   Recuerdo una vez un día de fritorio en La Herrera; fritorio de cinco gorrinos, en cocina de leña, más de veinte orzas, inolvidable, inenarrable y casi indigestible. Así es mi tierra, así es su gastronomía, y aunque haga frio, no la cambio, es la mía.
    Mañana no escribo. Me faltan horas y me sobra sueño. El descanso se me resiste, como tantas otras cosas. Mientras llega, como tantas otras cosas, una copa de vino, un lomo de orza y un chorizo entre el pan, y que sea lo que Dios quiera, que esto son cuatro días, y no estoy ya para tonterías ni lástimas.
     


miércoles, 11 de diciembre de 2013

ENTRE LA SANTA Y GUADALUPE

Hoy es día once de diciembre. Miércoles que ya avanza hacia la quincena navideña de todos los años, plena de banquetes, bombillitas y consumo. Y las noches se vuelven blancas de hielos y escarchas, amaneciendo con una falsa sensación de nieve, en este invierno que  empieza a tener sed y a clamar por aguas y nieves. Mañanas de "cencellada", esa palabra como se define en Castilla y León, el helado paisaje matutino resultante de las caídas en picado de los mercurios.
     Ayer fue la Santa de Totana. Eulalia de Mérida adoptada en tierras murcianas, en su santuario de la sierra Espuña, entre pinos y aires frescos. Mártir adolesente de cándida belleza, que reina en los días navideños en la villa totanera. Una vez fui a su iglesia y me la encontré cerrada, y es mi deseo volver algún día, ser peregrino y turista a la vez, y gozar de las paredes pintadas a lo naif, como la ermita de Liétor, del barroco dorado de su retablo, de sus atardeceres, y quien sabe si de algún prodigio del alma y los sentimientos. Con la santa de vigía, a la que tanta fe le tienen algunas amigas lorquinas, que allí llevan sus plegarias y fervores.

Mañana será la Virgen Guadalupana. La patrona de México y América. La inmaculada india, impresa en la tilma da aquel indio, que hizo florecer rosas en invierno, en un áspero cerro. Allí quiero ir, es una de las ilusiones de mi vida. Porque Guadalupe mejicana es casi una obsesión, es una devoción, una intuición,porque Ella me busca y sale a mi encuentro. Es morena y sencilla, es el santuario mariano más importante del mundo, y esta noche habrá danzas ancestrales en su honor, y miles de peregrinos que llegarán a esa basílica demasiado moderna para mi gusto. Quiera Dios y Ella que la vida me permita cruzar el charco y poder ir una vez al menos, es una de mis metas y mayores ilusiones. A ver si mi amiga Bea le pone este bonito y sonoro nombre a su nueva hija, Porque Guadalupe es más que un nombre, es decir María en México, es rezar, es creer, es emocionarse, como lo estoy haciendo yo mientras escribo estas líneas, pensando en amigos de aquellas tierras, en ti que lees estas lineas y en mi mismo, mis circunstancias y mis dudas. Pero si estoy seguro de querer verte; mientras te rezo y te llevo conmigo.

   Y como os dije al principio, hoy es día once. Once del doce del trece. Pues eso,

lunes, 9 de diciembre de 2013

UNA VELA, UN TROZO DE TARTA

Solo queda una vela, encendida en medio de la tarta...dice una canción de Amaral. Yo solo he tenido una vela, porque las otras cuarenta y cinco no cabían y eso si, he tenido uno de los mejores pre-cumpleaños posibles.
  Os he guardado un trozo de mi tarta de chocolate, nata y bizcocho, con cariño, afecto y compañía. Pastel anti-soledad, anti-tristeza en este lunes que comienzo con un año más, y otro menos, como es la imparable vorágine del paso del tiempo, aquello que nunca acaba, pero que galopa, corre, vuela.
 Nací un sábado con nieve en las llanuras de Albacete y alrededores. La Purísima Concepción casi me acoge en su día, pero por poco tiempo,  y así, estoy bajo el patronazgo de la mártir toledana Leocadia, en esta víspera de la italiana Virgen de Loreto, cuando ya resuenan los villancicos de las misas de gozo, los primeros belenes puestos, los preparativos de dulces y turrones y ese espíritu navideño, cada vez más prostituido, más perdido, más irreal...
   Enfría el nueve la madrugada decembrina. Comienza otra semana de doce días, sin pausa ni festivo, después de este oasis de tres días, de tres velas, de tres deseos. Tal vez queráis algo de salado, mejor que de dulce, a elegir, como gustéis. Templetillo es un poco más viejo, pero igual de ingenuo, porque hay cosas que ni el tiempo puede cambiar. Y hoy os vuelvo a tener alrededor de mi mesa y mis palabras. Gracias.
    Y suena el anuncio dichoso: "aquí está la navidad.." uff, pues me quedo con Monserrat la verdad, que para eso es una diva y no como otras. Buenas horas, buenos pensamientos, buenos objetivos, y que siga la fiesta.
 

jueves, 5 de diciembre de 2013

MILHOJAS

Soy más de salao, lo reconozco. Pero este pastel de crema y nata es de mis preferidos. Tan blanquito, y con ese azúcar glas que te mancha manos, hocico y ropa, si te descuidas.
   La milhoja es típico de mis viernes santos sevillanos, de mis domingos tarde comprando en "El ramillete", de esos momentos de antojo de dulce, cada vez más escasos.
    Me gusta el nombre: mil-hojas. Casi llegamos a las mil hojas de esta bitácora templetillera que brinca ya los ochocientos...¿llegaremos a los mil? Las hojas no son solo de papel, o de árboles, son de dulce, de hojaldre bañado en azucarado merengue, que empacha y llena de blanco tantos momentos grises.
      También hay "milojas" saladas, y están ricas, son plato de restaurante cuqui y moderno. Pero me quedo con estas, en esta madrugada de diciembre, que sigue en sus trece de invierno otoñal, hibernando, helando, encojiendo. Por eso hay que repartirse el pastel, y os mando a modo de adelanto de mi tarta del lunes, un trocico de milhoja que se deshaga, que sabrosee nuestro paladar y porque no, nuestros sueños de hoy.
     Aunque a veces soy agrio, hoy me tiro al dulce, a falta de otra cosa..¡ay! lo que me hace decir esta hora de transición de la noche a la mañana, que será de niebla densa, a modo londinense, esperando la tarde de paseo, corto, soleado y gélido.
   ¿quien me compra una milhoja? dame una servilleta que no me manche, y que ya el pastel por fin, traspase el cristal para que el niño se lo coma de una vez por todas.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

NO SE PUEDE COMPRAR

No se puede comprar el ayer,
ni siquiera borrarlo,
no hay tipex ni goma,
no hay dinero ni bolsa.

No se puede comprar el adiós,
ni el hola, ni el te quiero,
ni el te echo de menos,
no hay tesoro ni joya.

No se puede comprar el vivir,
el sentir, el sufrir,
el ser tú, y no yo, ni aquel,
no hay cheque ni alhaja.

No se puede comprar sin precio,
ni la salud, ni el amor,
ni siquiera el dinero y el placer,
no hay oro ni valor.

              No se pueden tantas cosas...pero es que el dinero a veces no sirve.
              Otras cosas tampoco.
              Hoy es Santa Bárbara y a su torre me aferro. Entre truenos y relámpagos, fuegos de artificio
              y mineros enterrados. Sube el miércoles y baja el termómetro. Y es que a veces no hay oro en
              el mundo, y otras no hay mundo ni nada que comprar.
               Y recordar que: "quien no te conozca que te compre", me gusta ese refrán, es tan aplicable...

martes, 3 de diciembre de 2013

ILUMINACIÓN NAVIDEÑA

Ya están puestas. Bueno, llevan días colgadas en las calles y plazas principales, siendo el adviento eléctrico de los días que se avecinan, que tan poco me gustan y no sabría decir porqué.
  Aún están apagadas. Supongo que el día seis las encenderán. Con protestas y críticas, con los comerciantes cabreados, con la gente echándose a las calles, con los niños ilusionados y esas cosas.
   No entiendo la manía de la iconografía navideña por las luces eléctricas y la nieve. Parece que la navidad se inventó en las américas del norte o las centroeuropas. Mucha gente hasta se va a aposta a Madrid a "ver las luces", yo la verdad, me iría a  ver otras cosas y otras gentes. A veces se buscan las luces por tener pocas, ya se sabe.
   Sigue el gélido ambiente, con sol seco y congelante. Añoramos las aguas purificadoras. Y las primaveras. Pero desde luego que en tres semanas será veinticinco fun fun fun. Hoy es tres y los Javieres están de fiesta, a todos abrazos y felicidades.
   No me gustan estas luces. Prefiero las de la feria, en noches ya refrescantes y mañanas de manga corta y gentíos. Nos empieza la invasión anual de buenos propósitos, de falsedades estudiadas y de luces de colores, de la eclosión y triunfo del plástico y la bombilla.
    Eso, a gastar energía y perras. Que todo el mundo tiene derecho, y a pensar en los que no tienen ganas, ningunas de esta orgía del consumo y la gula que se aproxima, como un alien amenazante, iluminado con trineos, campanas, muérdagos y estrellas.
    Me sigo quedando con el belén y poco más. Al menos ya queda menos para semana santa. Pues eso.
   

lunes, 2 de diciembre de 2013

PEGADO AL RADIADOR

Pegado al radiador. El sueño acumulado y no cumplido de los días pasados, pugna por apoderarse de mi y mis entornos. Pero por alguna causa, me cuesta el abandonarme, el entregarme a ese descanso que me lleva esquivando casi una quincena. Otra vez se llenarán los cristales y los árboles de escarchas, a manera de una nevada falsa, solo óptica, sin ilusión más que con ella. Las palabras me van fluyendo, mientras encaro, planifico una nueva semana que tal vez no corresponda a la programación diseñada.
En soledad. Tras días de estar con gente, con personas, con amigos. Hasta de con quien compartir suspiros de madrugada, que no ronquidos. Ya es lunes y diciembre. Y va quedando menos, para un nuevo año más y otro menos en mi biografía. Y para esos días de los cuales se ha apoderado el plástico, las falsas luces, la gula y en muchas ocasiones la impostura y la falsedad. Otro año más...
Pensando. Con el pijama puesto. Calentando mi alma y mis manos. Intentando ver como es y será, como soy y seré. Sin dudar de que puedo, aunque la certeza de no poder me amedrente. Y ese miedo a veces me aterra y me corroe. Ahora, demasiadas horas de pensamientos cruzados, atravesando polígonos, molinos y castillos, mientras se baja la cortina del día, con el atardecer cada jornada más corto hasta Santa Lucía.
De camino al hogar, el parque vacío donde hasta donde no hace muchos días dormían los desheredados, y que el frío salvaje ahora les impide. Y es que no es buen techo el cielo estrellado. Es mejor uno de obra, con una pared, con calor, y con paz. Como el mío, que me resguarda y debajo del cual escribo. Y mientras, acaricio el caliente radiador, esperando volver a soñar, a dormir, a vivir, y a si se puede, mejorar.
     Feliz día de Santa Bibiana (Nancy congratulations) Una semanica más corta, quien sabe si con algún atisbo de magia y quien sabe si con...

jueves, 28 de noviembre de 2013

ALMENDRAS FRITAS

Que me dejen un bote que me lo como entero. Las almendras fritas o "tostás" son una de mis debilidades gastronómicas preferidas. Si, si, ya se que engordan y tienen no se cuantas miles calorías, pero el placer de su sabor crujiente, dorado, rebozado levemente en sal, porque ya uno con la edad se está acostumbrando a prescindir del salado elemento,es indescriptible.
    Como acompañamiento de la cerveza fría. Sobre las porciones del queso manchego, recio y gustoso, cortado sobre tabla del redondo cilindro. O sobre las mojamas y huevas, lo que más me gusta de la vecina provincia alicantina, que la verdad me gusta infinitamente más que su capital. Dicen que disminuye el cansancio y la fatiga y es muy rica en hierro.
    La almendra. Que me gusta. Porque hay además pocas cosas más bellas que un almendro en flor. Y el turrón de almendra, blando por supuesto. Las garrapiñadas me llaman menos la atención, porque yo soy más de salao, porque soy muy salao ¿o no?
    Cuando voy a casa de mi amiga Milu, me voy directo al armario donde guarda el tarro de cristal con las almendras tostadas con esmero por ella y su madre, de sus almendros serranos, de gran calidad. Y como dije antes, tengo que cortarme porque no tendría hartura y seguiría sin parar de devorar.
   Miro a la ventana, De momento no nieva. Lo mismo han avisado tanto que luego no cae nada. O que otras veces no pronostican y surgen los colapsos y problemas. Si tiene que nevar que nieve pero bien, y en casica calentico, tal vez comiendo un cucurucho de almendras fritas de uno de los puestos de la Plaza Mayor, pequeños quioscos, recuerdos de aquella entrañable plaza con torre del reloj y cuestas...
     

miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA MILAGROSA/ GLORIA

De niño me encantaba esta imagen de la Virgen de cuyas manos
salían esos rayos tan espectaculares. Sin niño, ni manto bordado, ni ráfaga plateada, que es como me gustan ahora (je,je), íbamos a visitarla los últimos viernes de mes mis compañeros de colegio a la cercana iglesia del Buen Pastor, anexa a la Casa de Misericordia, encomendada a las Hijas de la caridad, en cuyo retablo presidía aquel recinto. Recuerdo las medallas plateadas o con un cristal azul que nos regalaban ceñidas a una tosca cadena de hilo. También la otra Milagrosa del internado, donde estaban las niñas huérfanas de aquellos sesenta y setenta, carretera de Madrid adelante, cuya novena concitaba casi más afluencia que la de la patrona, siendo transmitida por la radio y con autobuses especiales desde el Altozano.
Y las monjas de María Inmaculada tenían y tienen una soberbia imagen de esta advocación, que como todo lo que hacen los franceses han sabido vender y exportar por todo el mundo; no hay más que ver Lourdes. Nosotros en cambio nuestras Vírgenes no sabemos promocionarlas y quedan para consumo propio o de colonias de emigrantes. Día de la Medalla Milagrosa, día de nostalgias y de meriendas en brasero, escuchando la vieja radio y haciendo deberes...

  ...y haciendo deberes en aquella mesa camilla, salía esta mujer en la tele, en aquella "Cometa blanca" o "Un globo, dos globos, tres globos", con sus poesías infantiles, de rima acertada y sencilla, que años más tarde descubrí lo grandes que eran. Murió tal día como hoy hace quince años, pero Gloria Fuertes nos ha quedado grabada a varias generaciones con su voz característica y aquel vestuario tan insólito y transgresor para aquellos años de tardofranquismo y transición.
   Siempre abominaba de la guerra, pacifista convencida. Y abogaba por la igualdad con sus "tres reinas magas". Ella escribió y sufrió, tal vez no era su época, y como suele pasar, no estaba en el momento justo en el sitio justo. Gloria nos sigue provocando una sonrisa que nos sabe a gloria, nunca mejor dicho.
    Y como dice su epitafio:
               "ya creo que lo he dicho todo
                 y que ya todo lo amé"
    Pues servidor lo suscribe. Y volveré a soñar con aquel niño que en ocasiones tampoco sabía estar en el momento apropiado en el sitio idem. Poéticos sueños os deseo. Y un montón de besos de gominolas y nubes.
 

martes, 26 de noviembre de 2013

DE UNA

Ayer escribí un nuevo post; cuando estaba en la última frase, no sé a que tecla le daría, que se me borró todo lo escrito. Me quedé estupefacto y sin posibilidad de recuperar el texto, y todo así, de una.
Como así de una pasan las cosas, en un segundo cambian de un extremo a otro, o se consiguen o se pierden. La ininterrumpida sucesión de gentes, actitudes, actuaciones y momentos van interconexionando unas con otros, para no dejarnos, en ocasiones el más mínimo relajo y tranquilidad.
Fuera, el mercurio sigue agazapado en los niveles más bajos, y el sol brilla sin calentar. Llegamos al ecuador de esta semana nueva, de este tiempo nuevo, que no es al mismo tiempo más que un recordatorio cíclico de otras semanas, otros tiempos...
La resaca de los acontecimientos que han formado la vorágine que atrapa, hace que sentimientos y fuerzas anden desaparecidos y esparcidos por suelos y torrentes. Riada de fuerzas, desbocado nivel de los desniveles vividos, al tiempo que el fatum me niega, de una forma tajante e inflexible, el menor atisbo de cualquier primavera.
El frío se apodera de noches llenas de cielos de gotas de agua, aguas nacidas en pupilas y muertas en la pendiente de la mejilla, mientras silencios y ausencias se adueñan de la negra espera y sola estancia.

viernes, 22 de noviembre de 2013

OLVIDO, CECILIA Y CONFLICTOS

Con la octava de la Presentación, llega la función solemne de Nuestra Señora del Olvido. Vestida de negro, de riguroso luto, a la usanza de las dolorosas castellanas, sobrias, enlutadas, elegantes...Este año me perderé oler su incienso, ver sus lágrimas, compartir esas horas con amigos que son más hermanos que amigos, y renovar y revivir esta devoción a la imagen entrañable que tanto quiero y tanto me llena.
   Olvido. Hace un año andaba en otras cosas, que tú me has hecho que olvide, Señora, por algo será. Y cuando mañana esté lejos de tu capilla de San Bartolomé, por un momento cerraré los ojos y me trasladaré a tus plantas, y soñaré y pediré que llegue un nuevo noviembre, un nuevo compromiso y tú, dulce Olvido.


   Hoy además es la patrona de la música. Música siempre necesaria, y más para mi. La santa mártir, aparece siempre tocando el órgano o la lira, y sale a las calles a hombros de sus bandas de música, haciendo festejos y agasajos. Tengo muchos amigos músicos, y es esta una de mis asignaturas pendientes. Me encantaría saber solfear, ser diestro en el piano o el violín, llenarme de músicas, de todas las notas y pentagramas. Mi vida transcurre paralela a la música, a veces como allegro, otras como adagios, unas como fantasía, otras más fúnebre. La música es vida y la vida no es sino una partitura en la que vamos escribiendo los movimientos y los ritmos, muchas veces sin coordinación para que la orquesta la interprete correctamente, y sin un director que lleve la batuta y marque bien los tiempos. Música siempre, y felicidades, melómanos.

       Conflictos. Siempre discerniendo, Siempre pensando. Siempre sopensado. Siempre sobrepensando. Las diatribas y disputas se pelean en mi mente y en mis ideas...¿estará bien  hacer esto o lo otro?, ¿podré ser capaz o me quedaré en el camino? No para la conflictiva sucesión de momentos, siempre en tensión, siempre en polémicas propias. Es viernes, de un finde que se prevee largo, intenso y cansado. Esperemos que libre de conflictos, que ya hay bastantes, y de todo se cansa uno.

jueves, 21 de noviembre de 2013

ENYA

Me regalaron este disco hace casi veinticinco años. Y me quedé sin saber que decir. No tenía ni idea de quien era esta cantante. Pero cuando saqué aquel viejo vinilo de su funda y empecé a escucharlo, me fui haciendo absolutamente fan de su música.
    Irlandesa, virtuosa de varios instrumentos, con los que compone e interpreta sus canciones, acoplando las diferentes melodías, por lo cual no hace actuaciones en directo. Ha vendido más de setenta millones de discos en todo el mundo y tiene una legión de seguidores, entre los que me incluyo, que esperamos ansiosos sus nuevos trabajos.
   Canciones como "Amarantine", " Orinoco flow", "Boadicea", "Angels" o "Caribbean blue" me han acompañado en viajes, llantos, risas, momentos románticos y no tan románticos. Melodías suaves, etéreas, dulces, también fuertes y triunfales, con su voz peculiar, que reverbera, que envuelve. Con esos ojos profundos y bellos, y ese halo de misterio que la rodea, como una artista única, diferente, que por ser distinta hasta vive en un castillo y se declara católica practicante, pues eso, politicamente incorrecta, como es la gente que e mi me gusta.
       Y como mañana es Santa Cecilia, patrona de la música, pues la homenajeo con una de las músicas que más me han llenado, que más conozco y que espero compartir contigo algún día contigo, a la luz de una vela, con una copa de ron miel o cava, creando ambiente, creando magia.
       Enya, que me llena de gnomos, ángeles, estrellas, lunas y sobre todo sueños, a mi que me quitaron casi todos ya...
   Y es que como dije en una ocasión, no se porqué, pero me tira esta música celta y new age. Otro día tocarán las Cianni y Loreena Mckennit.
   

miércoles, 20 de noviembre de 2013

SERRANAS DE ALMONASTER

En Huelva, esa tierra que le pasa como a la mía, que tiene una capital más bien fea e insulsa, pero una de las provincias más bellas de todo el país. Allí está el pueblo de Almonaster, entre la sierra de Aracena y el Andévalo, un lugar de solera, de historia y de tradiciones. Por tener tiene hasta una mezquita, bella, bien conservada, donde me han dicho que se para el tiempo y se huele el silencio.
   Y allí conservan una indumentaria propia, secular y ritual. Traje de serrana de Almonaster la Real, que ha representado a la provincia de Huelva en sellos, cuadros y postales, antes de esa invasión rociera de faralaes, batas cortas y tipismo sujeto a la moda de modistos y pasarelas.
     Aquí, las mujeres lucen con orgullo su traje de serrana en las fiestas de la Santa Cruz, donde como en tantos otro pueblos onubenses, como la Palma del Condado o Bonares, existe la dualidad y rivalidad entre las hermandades cruceras. De tal modo, que las devotas de cada una llevan su traje típico con leves diferencias para distinguirse de las otras.
    Nadie diría que son andaluzas. Lamentablemente esta tierra tiene mucho y no es solo flamenco, gracias a Dios. Aquí llevan negro "monillo" de raso, moaré o terciopelo, con mandil de encaje y esa "cobija" a modo de mantilla de cintón en rojo y negro. Ricos y polícromos mantones de Manila, puestos con mimo, y esas medias azules y blancas de trabajadas cenefas que aquí llaman de "cuchilla", envueltas en el zapato de salón con graciosa borla colorada, imitando el calzado de las cortesanas.
    Lazos de mil colores, de cuadros y rayas y flores al moño. Y los fandangos a ritmo de grandes panderos con borlas, mientras mayo llena de primavera los campos serranos:

        " Y una niña se perdió
           camino de Santa Eulalia,
           Virgen de la Candelaria,
           si me la encontrara yo
           una salve le rezaba"

martes, 19 de noviembre de 2013

SARDINAS SALÁS

O de cuba. En aquellas cajas de madera, circulares, en aquel puesto de la vieja plaza mayor, a la sombra de aquella torre, que la picota se llevó por delante, en esta ciudad sesgada de tantas cosas. Y en aquellas cubas de la tienda de "Juanela" al lado de sacos de pienso, abarcas, latas, telas y ese mostrador donde iba a comprar bolsas de pipas con un cromo dentro.
    Hoy me huelen las manos a sardinas, a sardinas "salás". De esas que embargaban el ambiente, de las que se comían con pimientos y huevo fritos en el mismo aceite, produciendo una explosiva y placentera mezcla de sabores, que ahora mi hipertensión, leve espero, no me permite disfrutar.  
  Era este, con el bacalao, el único pescado posible en aquellos pueblos de la Mancha de los setenta. Empezaban los congelados, en algún rudimentario "furgoneto" que hacía la ronda semanalmente. Pero la sardina, y esta especialmente, era menú obligado y asiduo. Pescado azul que dicen que reduce el colesterol, aunque esta variedad con tanta sal, no se yo.
   Pero es otro de los sabores de mi infancia. Y es que últimamente no paro de hacer flash back, como si la película de mi vida quisiera parar el presente y revivir, proyectar de nuevo, pasadas secuencias.
    Sigue este frío. Un invierno de sopetón, como tantas otras cosas vienen. Ahora que lo pienso ya casi no veo estas sardinas por ahí; es lo malo que tiene que ya no haya tiendas de barrio y solo grandes superficies y y cadenas. Al menos intentaré ser "salao" y estar con gente que también lo sea, y lo mismo un día de estos le pido a alguna de mis matriarcas que me las prepare con un huevo y pimienticos, ya ese aceite salado, salado, osea que pastilla doble. Feliz martes.

lunes, 18 de noviembre de 2013

LA VARITA MÁGICA

De niño, las hadas que yo conocía, en los cuentos o en las peliculas, llevaban un palo rematado con una estrella, que al moverlo, desprendía una lluvia de minúsculas estrellitas y conseguían convertir las cosas, hacer realidad deseos, alcanzar cualquier cosa anhelada.
    Con el tiempo me di cuenta que las varas eran de madera y cartón plateado, falso todo, como las otras varas negras de punta blanca de los magos. Y las hadas se fueron diluyendo entre las hojas de papel de aquellos libros de cuentos de Perrault o Grimm. Empezaron a aparecer ángeles de y no de la guarda, que tampoco eran infalibles ni mágicos.
    Después, las estrellas se me mostraron en las manos propias, a veces buena, otras no tanto. Y la varita mágica se hizo de brazos y de trabajo, un poco también de esfuerzos y entusiasmo, lo que pasa es que demasiado a menudo no funciona, y hay que desenchufar y volver a conectar. Y a veces ni por esas...
    Seguimos con frío, con crisis varias. Hoy volveré a enfrentarme a muchos de mis alumnos menudos, que son tan diferentes del niño que fui y con los que me crié, porque ellos han tenido una varita mágica en sus padres que les han consentido y conseguido todo, la mayoría de las veces sin haberlo pedido, con lo cual se han saturado de todo, y ni valoran ni anhelan nada. Y eso que estamos con las rebajas, pero así lo siento y percibo.
    La verdad es que los lunes me cuesta arrancar esta bitácora. Y más con este gélido ambiente que nos ha cogido por sorpresa y que congela manos e ideas. A ver si encontrara una tienda especializada en estas varitas, y poder regalaros a cada uno la vuestra, personalizada, única e intransferible.
      Buscar vuestro deseo de hoy, y que sea un hechizo el que os lo haga realidad. Y abrigarse, que luego pasa lo que pasa, y para eso no hay varita que valga, sino calor, sudor y sopor.
      Las estrellas se me escapan, lo mismo alguna se cae en algún jardín o se pierde por alguna noche despejada, en vigilia de madrugadoras escarchas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

CRÓNICAS SEGOVIANAS

¡mira que es bonita Segovia! una ciudad pequeña, coqueta, monumental, recogida entre valles y sierras.
   Llevo diez años sin ir, sin pasear sus calles, sin gozar a la sombra del acueducto, sin llenarme de sus esencias. Quien no haya ido a la Vera Cruz, en lo alto de la colina, y mira la ciudad al fondo y Zamarramala atrás, no gozará de uno de los mejores espectáculos paisajísticos que hay en toda la castellanía. Enfrente el Alcázar segoviano, castillo de princesas y caballeros, con fantasmas por las torres y almenas, exincastillos de piedra, entre armaduras y escudos. Y el Alcázar que se mira en la catedral afiligranada, gótica tardía, seo de San Frutos, donde gocé de las edades del hombre de la vieja castilla, en una exposición inolvidable.
      Y por San Millán y San Antonio el Real, al acueducto, grandiosa arcada romana, prodigio de ingeniería, y símbolo de la ciudad. Por sus vanos, pasan, van y vienen, gentes, ideas, sentimientos, vidas...Vida espiritual de Juan de la Cruz en el convento carmelita adyacente al santuario de la patrona, Virgen de la Fuencisla, maravillosa imagen, que en septiembre se llena de oraciones y promesas. Cerca de allí, un bar en la carretera donde las cañas más frescas se acompañan de variadas y sobre todo baratas tapas, en esas veladas dominicales de aperitivos segovianos. Haciendo hambre para luego probar unas judías o judiones de la Granja, y el cochinillo asado, crujiente y blandito, cortado con plato de porcelana. Y para rematar, un poco de ponche segoviano para endulzar la sobremesa, paseando, callejeando para rebajar tan suculento homenaje.
      Toda Castilla es inmensamente bella, y variada, y amplia. También flota el alma machadiana, siempre con sabor a otoño, a melancolía, como este otoño mio, como estas nuevas o tal vez viejas melancolías.

    Y recordar: nos vemos en Segovia.

jueves, 14 de noviembre de 2013

POR EL HUECO DE LA CERRADURA

   cuando no hay llave que abra,
   cuando no hay pestillo que cierre,
   cuando no hay puerta entornada,
   cuando no hay cerrojo que suene

    por el hueco, la ventana,
    entra el aire y algunas luces,
    por el hierro, la madera,
    entra el frio y algunas nubes,

   y el ojo furtivo mira,
   espiando los adentros,
   de uno y de mil secretos,
   mientras todo se termina


   cuando retumbe el portazo,
   cuando la llave se eche,
   cuando suenen las bisagras
   cuando estas pidan aceite

  por el hueco donde cierra
  donde abre un nuevo aquel
  donde comienza este jueves
  por donde empezarme a leer

        Buscar la llave e intentar abrir palabras, hoys y corazones. Esto me salió así, no sé...    
   

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA CONSOLACIÓN DE UTRERA

"y mira que bonita era, que se parecía a la Virgen
 de Consolación de Utrera"

      Así cantaba uno de los personajes de la obra "La venta de los gatos" de Bécquer. Las coplas flamencas se hicieron eco de esta virgen sevillana, porque en la ciudad hispalense estaba en un principio, hasta que sucesivos episodios la llevaron a Utrera, allá por 1500 y pico, para hacerla su patrona años después.
   Una imagen que fue rechazada por unas monjas, por no considerarla bella, que sufrió abandono y marginación, como tantas personas. Pero las cosas sencillas son grandes y esta humilde talla hizo prodigios, como el de la lámpara de aceite que no se apagaba y tantos otros. Desde entonces Consolación de Utrera fue el más importante santuario de Andalucía la baja, con más de sesenta hermandades filiales, que dejaron de asistir cuando se prohibió la procesión de la Virgen por una pragmática real, a causa de los "vicios" que se formaron alrededor de su romería. La devoción fue decayendo, quedando solo en su pueblo y algunos limítrofes.
   Pero la Virgen de Consolación sigue dándonos el necesario consuelo. Como a aquel marinero que socorrió una vez y le regaló el barquito de plata, un perfumero de dama del siglo XVI, precioso, que porta en su mano y es su mayor distintivo iconográfico. Consuelo siempre necesario e importante el que da esta Señora desde su imponente y elegante santuario, con uno de los retablos más grandiosos del barroco andaluz.
      Virgen también del 8 de septiembre, como las grandes. Solo fui una vez. Pero volveré. Tal vez este año que es jubilar vaya a verla, a que me consuele con su sonrisa, a ver ese niño que una vez le robaron y que devolvieron meses después con una nota que decía: "arrepentidos los quiere Dios". Y camino alante me llegue hasta la plaza de Utrera a la sombra de la torre de Santa María de la Mesa, a comerme un "mostachón" ese dulce abizcochado tan característico de aquí.
   Después seguiré peregrinando por esos mundos, y buscando su consuelo, tu consuelo. Feliz miércoles, y que la Consolación de Utrera os llene de gozo.

martes, 12 de noviembre de 2013

FARINATO

O el chorizo del pobre. Así se llamaba a este embutido salmantino, hecho de miga de pan, manteca de cerdo y especias, sin presencia de las carnes magras del gorrino, que sirven para rellenar los demás embutidos de la matanza.
    Es algo exquisito por su sencillez. Y es que uno es de comidas sencillas, y de pobres. No cambio unas gachas por una mariscada, ni unas patatas a lo pobre con huevos y pimientos por una merluza fresca o un chuletón. El farinato naranja se fríe y se revuelve con huevos fritos, produciendo una maravillosa y espectacular simbiosis de sabores y texturas. También con pequeñitos huevos de codorniz, como hace mi salmantina Cori, que hace mucho tiempo que no me invita a probar esta excelencia culinaria que tan bien maneja.
   Dicen que proviene de Ciudad Rodrigo, sede episcopal, y que hasta a sus habitantes les llegó el nombre de "farinatos" como gentilicio popular. El caso es que me encanta. Y ayer como fue San martín, y se supone que comienza la temporada de mataeros, cada vez más escasos, más sofisticados y menos numerosos, hoy tocaba este plato tan típico y distintivo. Y es que el invierno avanza, sino con frío si con cielos más tempranos, naranjas y salmones embutidos en azules y grises.
  Y a mi el cuerpo me pide esto. La pechuga de pollo y la ensalada, al igual que el cielo, y otras cosas pueden esperar. Y en cuanto pueda me voy a la ciudad charra a darme un voltio, y un homenaje, solo o en compañía de otros. Avisados quedáis.

lunes, 11 de noviembre de 2013

CON CAPA ESPAÑOLA

Con capa española empiezo este lunes, esta semana media de este noviembre que corre y casi vuela. Y es que hoy es San Martín, aquel que partió su capa en dos para compartirla con un pobre, por lo cual es el patrono de los que lucen esta prenda tan española y tan elegante. Hoy 11 es San Martín, el que le llega a todos los cerdos, aunque a algunos les tarde mucho en llegar, y no solo cerdos de cuatro patas, sino de los otros.
    La capa española es al hombre lo que la mantilla a la mujer. Su origen está en la salmantina Béjar, donde empezaron a fabricarse estos recios paños, de elegante traza, con el botón charro a modo de broche y las vistas, o de interior que se abre tímidamente con bonitos terciopelos. En todo el país se llevaba como prenda de gala, abrigo y distinción. Hubo una antigua en mi familia, que llevaron por las calles de Vianos y las calles empedradas de Alcaraz mis antepasados, que en los tiempos de la posguerra sirvió para cazadoras y abrigos para mis tíos y abuelo, en épocas de penurias y escasez, perdiendo una joya más, una reliquia del pasado, que ojalá hubiera podido conservarse.
     Ha asociaciones de amigos de la capa, bailes que ejecutan con la misma, fiestas de caballeros ataviados a esta usanza. Hubo hasta motines por la prohibición de lucirla y ministros que tuvieron que salir por pies. Tengo amigos que la lucen con salero y elegancia. Yo tengo una, no de las buenas y auténticas, pero que también he intentado portar con estilo. Quizás algún día me de el capricho y me vaya hasta Castilla para agenciarme una de las de verdad, y es que en Ávila vi una, preciosa, cuyo dueño yo creo que ni la estrenó...con lo bien que estaría en mi armario...
    Hace frío. A ver si un día de estos me la pongo, cual majo embozado, cual caballero de capa sin sombrero, y me doy unas vueltas por ahí. Que la capa no se escape, ni ningún momento de calor y de sentirse abrigado, protegido y bien.

        Y eso que a veces haría de mi capa un sayo. Dicho queda.
     
         

viernes, 8 de noviembre de 2013

CECILIA

Mañana será nueve de noviembre. Tal vez alguien mande un ramito de violetas. Bonitas flores las violetas, humildes, pequeñas, sencillas...el ramito de violetas que hoy te mando a ti Nancy, que mañana es tu cumple, y que como siempre, no podré pasar contigo.
    Cecilia es una de esas cantantes de culto. Muerta prematuramente como el gran Nino, en la carretera, como lo hacen los mitos. Con veintipocos años puso patas arriba aquel final del franquismo, con esas letras descaradas de dobles intenciones, y que hoy en día siguen vigentes. Dobles vidas, adulterios, las dos Españas, amores clandestinos de medianoche, deseos de soltería, rebeldía. No era guapa, ni gran voz, pero gran artista, casi cuarenta años después sigue vigente la tímida Eva, hija de un embajador, al que le salió la niña artista.
       Poco antes de morir vino a actuar "de gratis" a las fiestas de Motilleja, que conmocionada por su triste final le dedicó una calle, por aquella desinteresada colaboración. Vamos, lo mismo que harian imputadas y ya condenadas, y otras cantantes de medio pelo. Hoy me levanté cantarín y tarareando estos estribillos, que forman parte de la banda sonora de este cuarentón, cada vez más cincuentón, y más...


   Nada de ti, nada de mi                                                                           
Una brisa sin aire soy yo
nada de nadie

No me pertenece el paisaje, 
voy sin equipaje por la noche larga, 
Quiero ser peregrino por los caminos de España 

Soy como un verso suelto sin rima, sin par. 
Soy un alma en pena contando lunas, 
Apenas me quedan ni para contar. 

Comienza un nuevo fin de semana que más que nunca es semana y novedad. Mientras, iré oyendo las canciones de Cecilia, profundizando en sus letras, tarareando sus melodías. Y por el camino unas cuantas violetas para vosotros, con aroma a caramelo lila, a nostalgia, y ¡que coño! a cualquier tiempo futuro que será mejor sin duda.

jueves, 7 de noviembre de 2013

EN ESA ERMITA VACÍA...

                 Te vi llorando una tarde
                  en esa ermita vacía...
                  y no te diste ni cuenta,
                 te vi suspirando, sin alegría,
                  y no me oíste las venas
                 en esa ermita vacía...

                 Tu cabeza entre tus manos
                 y tu mirada perdida
                 el corazón entre vanos
                 y mi mirada en ti hendida

                                                         
                                                           te vi mirar hacia abajo,
                                                           te vi mirar hacia arriba,
                                                           te vi mirar a la nada,
                                                           te vi mirarte la vida

                                                           Y no te diste ni cuenta
                                                            de que yo a ti te seguía
                                                           y no te diste ni cuenta
                                                           que yo por ti me moría                  
                                                           y por no darte ni cuenta
                                                           ni notaste que latía

                                                           Cuando te diste la vuelta
                                                           me escondí en la capilla
                                                           cuando cerraste la puerta
                                                           me asomé a ver tu ida

                                                          Y al quedarme solo, solo,
                                                           en esa ermita vacía,
                                                          me puse frente a la Virgen
                                                          con tristeza, de rodillas,
                                                          y le pedí ir contigo,
                                                          de la mano, sin mentiras,
                                                          y consolar tu y mi llanto
                                                          y ser dos en una vida.

                                                         A la luz de aquellas velas,
                                                         pensé en ti y en este dia,
                                                         y en la llama imaginaba
                                                         el volver pronto los dos
                                                         y llenarnos de esperanzas
                                                         en esa ermita vacía





  Tiempos de otoño I. En una tarde de miércoles, soleada, raramente cálida. Siempre habrá una ermita abierta, siempre un banco vacío, siempre una y mil oraciones, una persona y sus mil instantes.




 
                                                       
                                                         
                                                         




























miércoles, 6 de noviembre de 2013

CALLE MAYOR

Empedrada calle. Vía principal. Tal vez mañana mojada, hoy con arenilla traída por los vientos, y alguna hoja rodante, correteando por el suelo.
  Calle mayor soportalada. Vacía en tardes que son más noches, concurrida en mañanas que a veces vela la niebla. Senda que conduce a la plaza, al campanario, al consistorio. Tantas veces andada, tantas veces recorrida como dice la copla:

       "calle mayor ancha y larga
         cuantos pasitos me debes
        cuantas veces me habrá dado
        la sombra de tus paredes"

     Y las ventanas cerradas, bajando persianas...quizá alguien se asome tras el visillo, aunque no sea una vieja. Tan diferente de las callejuelas y callejones, sombríos, cerrados, vacíos, y a veces sin salida.
    Calle mayor de tiendas y comercios. Bullicio y ruido. Sin coches ni humos, solamente almas y vivientes puestas en ella, como personajes de un teatrillo. Tantas calles mayores en lugares pequeños, siempre hay un lugar donde estar, donde pensar, donde caminar. Imposible camino a veces, fallido circuito de sensaciones.
      Esta de la foto es la calle mayor de Alcaraz, larga y estrecha. Ruta hasta la meta de las dos torres y la ancha plaza, que al ser mayor hace pequeña la vía. Quienes no la conocéis ir a verla. Yo sé que es mi calle preferida, que por ahí andaron mis ancestros hasta San Miguel o la Trinidad, y ojalá tuviera una ventana y una manta desde donde mirar y recordar...
    No sé porqué escribo esto. Tal vez sea un post absurdo. Pero vi la foto y como siempre, Alcaraz sigue presente en mi inspiración y mi aspiración. Perdones mil por los absurdos, pero ya sabéis que yo lo soy, casi tanto como barroco, casi tanto como cabezón, casi tanto como iluso.
       Cierro la puerta de aquí esta noche. Con Dios. Me voy a pasear por mil y una calles mayores, pasito a pasito, corriendo y parando, riendo y tal vez llorando.
 

martes, 5 de noviembre de 2013

ROMPECABEZAS

Admiro a la gente que tiene la habilidad para "casar" una pieza con otra, para formar la imagen agrietada en estas fichas con forma de raspa, de doble cruz tal vez, con formas curvas y rectas. Nunca fui de hacer puzzles, ni de niño, prefería dibujarlos yo de una pieza, porque tal vez me gustan las cosas naturales, sin copias, sin trampa ni cartón. sin embargo si he sido de romperme la cabeza, a pesar de que en algunos momento debería haber roto la de algún semejante...
     Rompecabezas. A estas horas de la noche, la mía anda un poco rota tras tantas horas de coche, gente, ruido, pensamientos cautivos... Y para colmo, el viento, no se si solano o no, ruge con fuerza y estrella su aullido contra el cristal semihelado, que el calor del hogar, del radiado,r no puede vencer. Y es que a mi me cuesta terminar estos engranajes, y casi siempre o se me pierde una pieza, o no viene en la caja, y me deja la obra inacabada, cuando no es que la pieza que me falta ni siquiera es de este modelo.
     Quedan cuatro días para mi nuevo reto. Nervioso, ilusionado, asustado, expectante. Me como mi cabeza, más que me la rompo. Y sigo insertando una y otra figura, en la plantilla de este martes ya de noviembre, mes sin vírgenes, mes con ánimas. Undécimo y acabando, espero que ellas escuchen mis rezos y las otras me animen un poco. Que es que ya hace mucho frío por la noche, y no tengo quien me arrope ni quien me de las buenas noches, que eso si que es un juego de habilidad mental, o más bien racional.
      No perdáis más piezas. Y seguir uniendo unas con otras, más que separándolas, aunque el mundo se empeñe en ello, en cortarlas, en no ligarlas. Quizá alguna vez tú y yo lo completemos, aunque lo mismo será el momento de abrir una nueva caja y un nuevo desafío.
     

lunes, 4 de noviembre de 2013

MIEL

Dulce como la miel. Así os deseo que sea este lunes. Porque la miel siempre va unida a cosas agradables, dulces, positivas. Las mieles del éxito, la miel sobre ojuelas, la leche y la miel, la voz melosa...este denso elemento, que nace en las flores y vuela en las abejas, malvados insectos de inoportunos aguijones, que tienen sus palacios de formas exagonales, donde hay una reina, un zángano y muchas obreras, como la vida misma. El panal es un micromundo, matriarcal, donde el hombre es un mero elemento fecundador, que cuando no vale ¡zas! y es que los bichos estos a veces son más listos...
 Llevo días enganchado a las mieles manchegas. La tos peleaba con mi garganta hasta que la miel de tomillo y la leche caliente han hecho muralla y le han hecho retroceder. Es que me gusta la miel, y encima es buena para casi todo y dicen que no engorda. Aunque también se dice que no hay miel sin hiel, que casi son palabras iguales aunque el equipaje de ambas sea diametralmente opuesto.
   Miel de romero, de rosas, de azahar, ron miel, orujo de miel, costillas a la miel de mi María, caramelos de miel. Todo un universo para endulzarnos, cicatrizarnos, curarnos...Lo malo es que es viscosa y pegajosa, y hay que limpiarse las manos, y en ocasiones resbala por el tarro y mancha, y resbala. Pero tiene más pros que contras, y no se me ocurrió mejor tema para empezar esta semana que se me plantea larga, intensa y complicada, con nuevos retos, con viejos miedos.
    Y recordar que "más moscas se cazan con miel que con vinagre". Y que "no se hizo la miel para lo boca del asno", y es que hay muchos asnos de dos patas, doy fe.
    Me retiro a mi panal, más obrero que zángano. Y mañana a volar y laborar. Y a soñar nuevas mieles.

jueves, 31 de octubre de 2013

FAROLAS Y...

    Farolas apagadas en suave lente,
    llama de nubes y sol partido,
    calle vacía, suelo abrasado,
    silencioso retrato sin voz ni gente.

     Comienza el frío en las ausencias,
     de tantos días tan malgastados,
     hiela la noche hasta la aurora,
     de tantos años tan olvidados.

     Piensa en sonrisa, no pienses llanto,
     anda y camina, frena en descanso,
     llama y abraza, siente y opina,
     vive en tu vida, no desvivas tanto.

     Cuestas arriba, cuestas abajo,
     plaza cuadrada, calles en llano,
     no hay avenidas,ya no hay asfaltos,
     y desde lo bajo subo, sube a los altos.
     

    Cuatro farolas, que no cinco apagaron,
    porque no esto no es copla sino relato,
    quinta farola, bombilla intacta,
    quinta es la estrofa, fin del poemario.
   
   

miércoles, 30 de octubre de 2013

FLORHISTERIA

Se repite el ritual. Pero este que si que es nuestro, no como ese espantoso carnaval gótico, adornado de espantosas rupertas del un dos tres, que es que no lo soporto, y oyendo a los críos con los que trabajo pareciera que se ha hecho toda la vida. Y mientras los maestros fomentándolo en las aulas,  pero claro ni hablar del belén o de la semana santa que eso es antiguo, facha y politícamente incorrecto.
  Lo que decía, que como cada año, las flores hacen su agosto en octubre. El día de los santos llena de gentes los comercios de la flor, uno de los trabajos más creativos que conozco, más olorosos y coloristas, aunque algunos floristeros no sean más que sucedáneos de cardos borriqueros...Mi madre siempre se quejaba del abuso de estos días cuando iba a comprarlos para llevarlos a las lápidas previamente fregoteás y relimpias, que sino las vecinas "uy uy, vaya con la fulanica, te paece como tiene el nicho de sus padres.." Y eso que antes las flores eran de tela y de año en año una buena lavada con mistol y como nuevas. Los precios se disparan y las personas que nunca compran ramos de nada se tiran a por ellos, triplicando precios para honrar y en muchos casos aparentar en los camposantos, en ese día primero del undécimo mes que es un hito en el calendario, y sobre todo en esta tierra manchega, tan aferrada al culto a los difuntos, con tantas tradiciones, costumbres y sobre todo supersticiones, veáse lo de que se aparecen (Agustina a Sole: ¿a tí se te ha aparecido? a mi no, pero dicen que la han visto...la Mancha es asín...)
     Bacanal de las flores. Ahora exquisitos centros de rosas y flores delicadas lejos de aquellos rudimentarios ramos de crisantemos blancos, algunos amarillos y esas crestas moradas que tanto me impresionaban de niño. Pétalos para la ceniza, para el adiós, para el final. Cada cual como le plazca. Yo no soy de flores a los  muertos, es mejor mandárselas a los vivos, y sobre todo prefiero que me las manden o me las den en mano, aunque hace ya mucho tiempo que no. Que las flores son bonitas, incluso con espinas, aunque su vida cortada sea efímera, pero bella y fragante.
   
    Buen miércoles. Y recordar: "digáselo con flores"
         

martes, 29 de octubre de 2013

PENSA-Y NO-MIENTO

No sé de que escribir. Tengo algunos borradores empezados, algunos temas, incluso con la foto insertada, pero me digo, ya lo haré otro día. Me falta la inspiración o tal vez es que me satura y los temas agolpados no dejan salir unos a otros y bloquean este río de palabras, "fiumi di parole", que es este blog.
   Semana corta. Con el día de los Santos cerrando el viernes y el trabajo. El trabajoso quehacer diario con el sudor de nuestra frente y nuestros pensamientos. A mi me duele más, y me cansa más esa continuada proyección en el reproductor de mi mente de cosas pasadas, presentes y algunas futuras que quizás el devenir se encargue de diseñar y presentar de manera muy distinta, si es que llega.
    Quisiera hacer tantas cosas, poder compaginar otras, que necesitaría que las semanas fueran quincenas y los días duplicados. Pero es imposible, porque la física y el tiempo no admiten arreglos ni apaños, no son un lienzo en el que una pincelada mal dada pudiera ser remendada e incluso escondida por otra. El reloj de la vida nos hurta los tiempos, y corre y corre, a velocidad vertiginosa, en silencioso maratón en forma de pisadas, dormidas y lecturas.
       Corto ya. Es tarde. La tos me acompaña en el silencio y la soledad de mi mesa y mi silla. Estos cambios de clima no son buenos para las gargantas ni para los descansos. Sol, frío, calor, y la hora menos que trae una noche adelantada, y eso que dicen de volver a la hora londinense, con lo cual a las cuatro ya hará que encender interruptores y velas. Y eso espero, tener encendida mil y una velas, y pasar ninguna en vela, sino es por mirarte a los ojos y no dormir para poder saborear eso que llaman felicidad, que hay quien dice que la ha visto y hasta la probó.

       Poco queda. Todo será. O quizá nada, o quizá mucho. Un martes, un camino, un esfuerzo. Y los dos.

viernes, 25 de octubre de 2013

AZ-ZAFARÁN

Vuelve el azafrán. Como el turrón por navidad. Con los últimos estertores de octubre, nos llenamos de morado en estas tierras de La Mancha. Tras unos años de casi desaparición, la crisis ha hecho el retorno a este cultivo ancestral y genuinamente nuestro.
    Dicen por los pueblos: "estoy con la rosa". La rosa, a secas. La rosa del azafrán que dio título a una de las zarzuelas más conocidas, con estribillos tarareados sin cesar como aquello de "ay ay ay que trabajo nos manda el señor" o aquello de "es una flor elegante..." Se reúnen las gentes en torno a la mesa a deshojar  las flores y arrancar los filamentos los pelillos rojos y amarillos que una vez tostados, perderán varias partes de su volumen y peso, convirtiéndose en eso que llaman "oro rojo".
    Más de ciento cincuenta mil rosas son necesarias para un kilo de azafrán. Horas de recogida en los amaneceres, de paciente monda, de cedazos en el fuego, de pañuelos repletos de hilos en forma de hatillos guardados en arcas y cómodas. Una vez me enseñaron un precioso y antiguo mantón de Manila, que olía con fuerza a azafrán añejo, porque se guardaba junto con éste en el viejo arcón, como un tesoro. La rosa era el sobresueldo de nuestros antiguos, y había roseras al estilo de vendimidiadores, que emigraban a los pueblos de grandes cosechas de este producto para ayudar en esta tarea, que es bella, laboriosa y efímera.
    Pobre flor que solo vive un día. Nace al salir el sol y muere al caer la tarde. En paralelo al día, no es flor de noche. Mientras, los cultivadores esperan el "día del manto", que es un bonito nombre, cuando el bancal explote con el día de la mayor producción.
        La monda mancha los dedos de negro, que luego se torna en amarillo que cuesta lavar y quitar. Pero no las manos, nunca hay que tener las manos manchadas, siempre manos limpias, blancas. Y el azafrán para el guiso diario, para el tinte de prendas, para el olor y aroma, para decorar este otoño que mañana nos regalará una hora más de sueño y nos robará muchas más de luz y claridad.
       

jueves, 24 de octubre de 2013

DE OTOÑO/ SAN RAFAEL

El naranja se funde, absorbiendo el verde. El azul cielo de estío se va oscureciendo y agrisando. El termómetro sube y baja, sobre todo baja, e invita al hogar. El aire se torna fresco y ligero, lejano a aquel desértico que envolvía en sudor. El día a día se acorta en luz y se alarga en horas. El viajero se para y se detiene, en esta estación, no de trenes, sino de vida. El atardecer se desparrama en los últimos y tímidos soles. El alma se llena de melancolías y también ¿porqué no? de optimismos. El otoño reina y llena todos los huecos de templetillo, que se siente más octubrero que nunca, más él, más dispuesto, más cansado. El otoño y el templetillo.

San Rafael. Custodio de la ciudad soñada. Patrono de la ciudad del tambor. Rafael va echando la llave a este mes de pleno otoño, abriendo crisantemos y rosas del azafrán, aguardando los momentos de otro otoño maduro y casi expirante.
    San Rafael. Día de peroles. De ese rito cordobés del buen yantar, de la compañía, de la gastronomía. Y antes habrá que encaminarse por el arroyo de san Rafael a la Iglesia del Juramento, donde el ángel juró defender y cuidar a la ciudad que por suscripción popular le levantó este santuario.
   San Rafael. No nos abandones. Y sé custodio mío también, que soy un poco cordobés. Mañana de jueves en cortas pisadas, con nubes y claros, y el arcángel con su pez que triunfa y proteje, que está y que se siente...San Rafael!

miércoles, 23 de octubre de 2013

CHARCOS

cae la lluvia, sin parar, sin tregua...Aguas de otoño húmedo que refrescan y sazonan las cada vez más cortas tardes de este octubre transitorio que parecía resistirse a prescindir de soles y aún calores residuales.
    Me gusta, me relaja y me fascina el ruido de las infinitas gotas estrellándose contra el suelo, o contra mi ventana;sin embargo la cantinela acuática de esta noche me recuerda la carencia de presencias anheladas que podrían convertir en sublimes estas lluvias de octubre que a fuerza de melancolías me hacen oírlas embelesado y quieto.
   Se forman charcos, y el zapato se remoja, y a veces el agua se cala hasta dentro, mojando el calcetín y el pie. Hay que ir pisando charcos, esquivando el molesto remojo, intentando conservar las cosas intactas, sin calar, sin estropear.
   Ya la cama se atavía de manta y calor. Pronto el reloj estirará una hora más que será una hora menos de luz y casi de vida, y todos añoraremos un nuevo marzo que traiga el cielo azul y el día un poco más día, y menos grisáceo.
     Agua en el asfalto y en el suelo. Ya con la uva recogida, esperando el tránsito de mosto a vino. Pero el morado azafrán que también ha venido en retardo, humedece la alfombra que forma cada año en los campos manchegos, flor a flor, como una urdimbre de miles de hilos y hebras.
        Mañana será día de arcángeles y peroles en el campo. Y se me formarán charcos en los ojos, pensando en sierras y mezquitas, en ríos y callejuelas. Mientras abriré mi paraguas, a ver si evito la lluvia y otras cosas.
   
   

martes, 22 de octubre de 2013

EL CRISTO DE LA MANCHA

Hace unos días volví a Urda. A ese santuario urbano, en un pueblo pequeño, de poco más de tres mil habitantes, donde un Cristo cargado con la cruz concita la devoción de la Mancha toledana y parte de la ciudadrealeña. Algo así como el santuario de Cortes de Alcaraz, que traspasa límites provinciales y es lugar de peregrinaciones y promesas.
   Es año jubilar. Porque cuando el día de San Miguel, que es cuando se celebra la fiesta principal de este Cristo de la Vera Cruz, inusual advocación para un nazareno, más propia para un crucificado, cae en domingo, el santuario de Urda celebra su año grande y se abre la puerta tallada, al estilo de la puerta santa de Santiago. Los que aquí hemos llegado conseguimos la urdetana, que es como el certificado de haber peregrinado a este lugar santo, como la compostelana o la de Caravaca, ciudades también privilegiadas de celebrar el año santo.
      El Cristo de Urda sale a las calles no en hombros, sino en un carro triunfal, en una barca con templete, que le confiere una peculiar iconografía. Un vestigio barroco, tal vez romántico, conservado en el estilo de procesionar en algunos pueblos toledanos y madrileños. El pescador de hombres en medio de un mar de cabezas, en un océano sin aguas, pero tal vez con muchas lágrimas, que podrían ser ríos, olas con cruces a cuestas...
     Urda. Meta. Fin del camino. En mi caso, una etapa más de mi peregrinar. Eso sí, con los mejores amigos, que a veces son más que cirineos. Y el Señor de La Mancha, bendiciendo desde su retablo dorado, con las calles oliendo a uva y a octubre.

 P.D.   Si vais allí, ir a comer a El Coto. Especiales las tapas, que te ponen sin pedirlas, y las migas, ese plato de pobres, pero tan rico, tan diferente, y que nos une a todas las regiones.

lunes, 21 de octubre de 2013

IMPERDIBLES

Un alfiler con gancho dicen que es, y entonces...¿porque se llama imperdible? Este minúsculo apechusque, que es una palabra que me encanta, es imprescindible en el costurero, en el atavío de antiguas usanzas, en el día a día, para sujetar y unir prendas, que a veces son como una proyección de personas y sentimientos, que para unirse necesitan un pinchazo que los enlace y los mantenga.
     Yo he perdido muchos imperdibles. Paradójico ¿verdad? pero así es, que casi siempre voy a echar mano para sujetarme el fajín de lana o cualquier otra cosa y no me aperecen, entonces, si son imperdibles: ¿porque se pierden?   El lenguaje nos gasta una broma, haciendo nombre falso a una utilidad falsa como la palabra desengaño, porque si "des" significa negar, privar, porque cuando nos desengañan, nos sentimos más engañados que nunca, y así es la vida, el lenguaje y las cosas, muchas veces inconsecuentes e inconexas.
     El colmo de los colmos es perder un imperdible. Osea que debo ser el colmo, que mira ahora que lo pienso es también una bonita expresión, lo mismo un día le dedico unas letrillas. Mientras, yo sigo un poco perdido, a veces conscientemente, pinchándome con alfileres de los que no calibro la punta de acero, agujas que se caen de la caja y al recogerlas se te clavan en los dedos, y lo que es peor en los adentros.
     Lunes. Otro más. Y yo no me imperdí, perdonar la conjugación, en la calle que llaman de los alfileritos, cuesta arriba y cuesta abajo, mientras soñaba con una noche toledana que no llegó ni creo que llegue nunca.
      Cada vez dura menos el día. Cada vez necesito más cosas imperdibles, porque ya se perdieron muchas por el camino. Y cuidado con pincharse, aunque lo mismo la aguja se puede partir, y entonces...
     
   

viernes, 18 de octubre de 2013

SILENCIO

Silencio. Para terminar la semana; semana que empecé con la lengua, las lenguas. Un contraste ¿no? y es que soy persona de silencios. Tal vez porque el ruido, la música, el barullo, me acompaña a diario, y necesito gozar, sí gozar, del silencio que se transforma en esa sensación de paz y tranquilidad.
    Me gusta escuchar el silencio cuando pasa el Gran Poder, solo roto por el rachear de los pies de sus costaleros.
    Me gusta el silencio que lo dice todo cuando unos ojos miran fijamente a otros y las manos se entrelazan, intercambiando eso que llaman sentimiento.
   Me gusta el silencio de la calle vacía, de la aldea deshabitada, de la ermita solitaria, de la pared desnuda.
   Me gusta el silencio noble y verdadero más que las palabras vacías y falsas.
   
           Añoro más silencio en mi día a día. Demasiado barullo. Tal vez sea la edad. Pero me cansa el ruido, como tantas otras cosas. Ah! y el silencio que acompaña a un auditorio escuchando música, buena música.
            Muchos recordaréis este cartel de la enfermera. En aquel ambulatorio de la avenida de España, colgaba por las paredes y pasillos, y no hace mucho tiempo, aún pude ver alguno en algún centro de salud rural. Paradójico el silencio en los hospitales, donde tanto grito hay, muchas veces callados...

          Silencio. Mientras andamos lejos, sintiéndonos cerca. Pisadas con mimo, con cuidado, silenciosas.
           Llega el viernes preludio de sábado. Mientras, espero oír el silencio de las callejuelas toledanas, que
guardan muchos secretos, tal vez demasiados, de mutis cobardes, de callados miedos.

                Chissss! envolveros en la ausencia de audios, y recordar que a veces, el silencio es la peor mentira, como dijo Unamuno, y en otras es el único amigo que jamás traiciona, Confucio dixit.
     
        Y ya me mando callar a mi mismo.

jueves, 17 de octubre de 2013

EGIPTO

Me pongo de perfil. Como las figuras de los papiros, de las pinturas egipcias. Hoy me he vuelto exótico, que le vamos a hacer, y me voy para el Nilo, no aquel pub con techo desmontable en la calle Tejares, donde tan buenos ratos pasé, sino al gran río, en esa tierra especial y mítica.
    De siempre me fascinaron las civilizaciones antiguas, griegos y romanos incluídos, otro día tocarán. Pero Egipto, su historia, arte, costumbres, tiene algo especial. Una sociedad tan avanzada, tan envidiada como odiada hace miles de años.
     Recuerdo estudiar el arte egipcio en bup. Me fascinaba, no me cansaba, y eso que no había retablos ni vírgenes vestideras, que eso yo creo que me vino luego, o lo mismo lo tenía ahí latente. Los pilonos, peristilos y la sala hipóstila, que que bonito nombre, eran parte de una lectura que no me cansaba y que no había casi que estudiar, se quedaba en mi cabeza. Años después los faraones, las dinastías, las luchas, la decadencia...¡pobre Cleopatra! y su religión, con esos dioses, Isis, Osiris, Anubis y Hator, la diosa vaca, que era mi preferida, más que Atón, el disco solar que me parece megasoso; yo es que soy más politeísta jejeje
     Las pirámides, que tengo unas ganas locas de ver algún día, Luxor, Abu Simbel, Tebas, esa grandiosa configuración de arte milenario, pero cualquiera se va allí ahora de vacaciones ¡el mundo sigue estando loco!
      Espero que este post de hoy no os parezca un jeroglífico. Y que siempre vayáis de frente, el perfil solamente para evitar saludar a gentes que no, que no, y para pasar de lado. Alguna vez puede ser que veamos el atardecer en el Nilo...
    Tres mil años de civilización que casi se carga Moisés entre plagas y ahogamientos con el mar abierto en dos. Y seguiré leyendo, pensando y soñando con Egipto, porque "no digas que fue un sueño", que dijo el gran Terenci Moix, a quien conocí en persona y me dedicó un libro, un tío estupendo, fanático y enamorado de esta tierra, de este misterio llamado Egipto (el antiguo, por supuesto)