sábado, 29 de enero de 2011

LA IGLESIA DE LEZUZA

  Mi última jornada laboral de la semana acaba viéndola; desde hace más de dieciocho años, la imponente fábrica de Nuestra Señora de la Asunción de Lezuza, esbelta y recia parroquial de añejo sabor toledano, gótico nervado sostenido en ménsulas, que no columnas, en esta nave única en esta provincia, la más larga y estrecha. Recuerdos también de un niño que observó ensimismado  la severa piedra tejida durante siglos, con la capilla de la Virgen de la cruz, antes del Santísimo, otra iglesia anexa perpendicular, que tantos pueblos quisieran tener, y que custodia la Piedad lezuceña, trasunto de la  Pietá de Colonna de Miguel Angel. Señora de Mayo que tantas cosas sabes de mí, que tantos rezos y peticiones mías has tenido, que tan dentro llevo aún sin ser de aquí.
      Tantos años, tantos momentos: montando la exposición de objetos de la parroquia, acoplando los grupos que año tras año nos cantan la Misa de la fiesta mayor, casando a mis niñ@s, despidiendo por última vez a tanta gente, haciendo de guía improvisado para aquellos italianos o aquella televisión local...Es posible que hoy, una vez más se haya helado el agua de las pilas benditas. Seguro que el soberbio retablo barroco habrá estado hoy solitario y apagado, y San Antonio y San José habrán hecho la mejor escolta a la soberbia Concepción lezuceña. Igual que San Juan y San Antón habrán guardado el llanto de la Dolorosa de Salzillo, en su recoleta capilla. Y con esta visión viernes tras viernes, año tras año, regreso al hogar.
      Addenda: escribiendo este post me llega una noticia, y mala. Otro de mis hermanos del alma, otro amigo incondicional se me ha quedado huérfano; son demasiados malos momentos seguidos. Grises nuevas, lluviosas noches que no dejan templar corazones y ánimos, y la distancia que se me antoja la más pesada losa, acompañada con cansancio, fatiga y miedo. Hoy Jose Luis, mi mejor sonrisa sevillana,"mi hermanico" de tantos buenos ratos y complicidades, quisiera darte el más sincero y fuerte de los abrazos, y decirte que aunque la partida es irremplazable, aquí estoy y estamos. Y bueno... lágrimas en el cielo y lágrimas en este templetillo impotente, indefenso...
        

3 comentarios:

  1. Suena una y mil veces,
    con inconmensurable belleza,
    aun en la tristeza,
    la marcha Virgen del Valle,
    en ese valle de lágrimas,
    y en una próxima noche-madrugada,
    donde se confunden las horas,
    miraré una vez más su cara,
    sus lagrimas, y una de ellas,
    llevará tu nombre.

    Aun sin concerte, también lo siento.

    ResponderEliminar
  2. Gracias cofrade amigo mío, ángel de la palabra adecuada, del abrazo desinteresado; siempre ahí, siempre conmigo, que haces que a veces no sienta el frío y el vacío. Gracias

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que te has portado, me ha encantado y que decir, que aunque no seas de aquí realmente, lo eres...no hay más que ver como lo sientes, es más, te mereces el ser lezuceño mucho más que otros que lo son y a deshonra. Un beso =)

    ResponderEliminar