REFLEXIONES NOCTURNAS

"ay Haití" me suena de fondo, mientras tecleo; una canción coral, como el "guiardeguor guiardechildren", en la que me destaca ese jipío del Mercé, ¡olé Jerez! Y ya llegó el viernes, después de este jueves intenso, y sin tiempo, con prisas, risas y rosas. Esperando el sábado y nuestra cenita, querida Nur, que no se puede ser más guapa.

Y me da por pensar en lo que me habría gustado vivir en el siglo XVII, claro, de clase alta por supuesto, y sin plantearme los modos higiénicos de la época. Ir con capa y gola, entre estípites y rocallas, oyendo chaconas y zarabandas, aunque bien pensado tampoco le haría ascos al XVIII, donde las Luces se hacen jefas de la Ilustración, dejando de lado el abigarrado siglo anterior, para dar paso al refinado momento de chupas, cotetas y caché con sabor francés, con miras a un nuevo clasicismo, a una nueva racionalidad.

Me asomo al balcón. Y mira por donde hay estrellas; a ver si diese la casualidad de ver una fugaz, y le pido un deseo, que no os diré, porque quiero que se cumpla...