PRIMER VIERNES DE MARZO

Y día uno. Es uno de los viernes importantes del año. Día del Cristo maniatado, Jesús de Medinaceli, Señor de Madrid, y de tantos otros que son a su imagen y semejanza como el Rescatado de Córdoba. el Rescate de Murcia o el Cautivo de Sevilla.
    Cautivo, rescatado. Todos somos prisioneros de algo o de alguien, muchas veces de nosotros mismos. A veces nuestras manos y nuestros pensamientos están amarrados con fuertes sogas que nos oprimen, nos hurtan la libertad, nos hacen sentirnos impotentes, infelices. Y es el momento de mirar los ojos de paz y resignación del Jesús del primer viernes de marzo. Para que nos rescate, nos haga libres, nos desate los nudos que nos inmovilizan. Porque no cabe más consuelo en el dolor, ni más diálogo en el silencio, que su contemplación, su devoción y su tradición.
  Hoy si Él quiere volveré a ponerme en la cola que hasta su altar conduce. Sin supersticiones de tres deseos, sin silencios accesorios. solamente con mi equipaje de angustias, proyectos y reflexiones, para compartirlos , para ofrecérselos, en este gran día que espera el Viernes más santo, más duro, más grandioso. Allí estaré, porque Él siempre está conmigo, y espero que siempre lo esté.

   Una templetillera incondicional, de las de verdad, cumple años. Melotía que aunque estés lejos siempre te siento cerca y aunque estés cerca siempre es lejos, porque necesito a las personas como tú, de verdad, de las buenas, que te cruzaste en mi vida y decidiste quedarte. Eres más que mi amiga, eres mi familia. Se abre el libro de firmas pa felicitarla, por ser una chica excelenteeeee!! y viva Tomelloso!!