SINTYALA

Se ha levantado el telón una vez más sobre la muy Noble y Leal Ciudad de Chinchilla de Montearagón, un telón imaginario de magia para estas primeras noches del verano. El claustro mudéjar de Santo Domingo, el auditorium y la Plaza de La Mancha nos llevan a siglos pasados, a la ensoñación de lejanos tiempos y a la contemplación de antiguas palabras e historias del arte de Talía. Además, aderezado por los más maravillosos atardeceres que pudieran imaginarse, desde las cuevas del Agujero, mirador privilegiado, en los cuales el cielo alcanza su mayor grado de incendio y después sangra y se desparrama en toda la llanura albasitense. Y en la anochecida, Cincilia es un oasis elevado que nos refresca en lo alto, de los bochornos de los llanos eternos.

Aperitivo especial para el mes de julio que ya se ha colado; antesala para volver a Fúcares, al Corral, a Monipodio, al Corregidor, para seguir esta máquina en el tiempo en forma de teatro que se nos presenta, en este caso rodeada de tierras rojas, sabor a berenjenas y buenos recuerdos. Y después llegará Santa Ana, las noches de verbena y reencuentros. Y en cuatro días templetillo cumple dos años, y nadie decís nada de lo que os propuse; mojaros por favor y decirme lo que más os gustó de mis pobres relatos y de mis mejores comentaristas. Dios os lo pague.