HABLEMOS DE COPLA

Antoñita Moreno es para mí la más exquisita y seria de todas las cantantes de copla. Dígamos que aportó a la copla intelectualidad y rigor.Sus canciones no hablan de amores, sufrimientos, tragedias y sinsabores como las de Doña Concha, Juanita o Marifé. Esta gran señora, recorría España haciendo un exhaustivo trabajo de campo, por pueblos y aldeas, rescatando coplas populares que luego servían para orquestarse y dar lugar a maravillosas creaciones. Ella cantó a todas las regiones, en todas las lenguas vernáculas, maravillosa su version de "Negra Sombra" de Rosalía de Castro, en gallego, que décadas después haría mi admirada Luz Casal. Antonia Moreno lució no sólo peinetas y batas de cola, sino trajes asturianos, refajos manchegos, atuendos falleros, charras salmantinas y toda la variopinta indumentaria popular española, siendo la primera tonadillera que se atrevió a cantar vestida de hombre, con el traje corto andaluz, en su insuperable "Puentecito", sinfonía cordobesa de homenaje a Julio Romero de Torres.

Inolvidables "el cordón de mi corpiño", "Sortija de oro" o " carretera de Asturias", ésta última emocionante canción de despedida de la tierra, que a mí me emociona como no podéis imaginar.

Y ese villancico toledano "Con seda verde", que despierta en mí el poco espíritu navideño que poseo. Y el culmen de esta gran voz lírica, educada y estudiada, es su transformación en saetera, a la que dota del aire flamenco propio del palo, pero con una distinción y calidad pocas veces superada. Os animo a descubrirla, a escucharla, y encima mi padre dice que era muy decente, que no se le conoció lío con hombres...

Y mirad donde podíamos hacer la quedada templetillera, voy a ir reservando ¿no?