No sabía como empezar la semana. Con el séptimo mes languideciendo y sin casi habernos dejado calores e insomnios, llega el veintinueve, el día de Santa Marta, la hermana de Lázaro, el primer resucitado, patrona de los hosteleros y de la hospitalidad. Marta, ahora un nombre tan de moda, siempre es representada con un dragón o "tarasca" a la que venció y en sus manos siempre porta esa especie cubo plateado llamado acetre.
Me encanta esta palabra. Y un grupo de música folk extremeña que se llama así y que os recomiendo, porque a mi, a veces llega a emocionarme. Pues eso, el acetre sirve para portar el agua bendita que purifica, al ser lanzada con el hisopo, bonita palabra también, a la que lo mismo otro día le dedico unas líneas. Siempre utilizado en bendiciones de coches, imágenes y otras cosas, y sobre todo para despedir a los difuntos, el acetre es el vaso portador de esa pócima inocua y mágica que llamamos agua bendita, siempre necesaria, nunca perjudicial. Porque el agua purifica, limpia y también borra...y es que hablando de agua sigo sin entender la animadversión de ciertas personas, demasiadas, al ejercicio diario de la ducha, de esa bendición con el hisopo del grifo, que cada mañana nos limpia, despeja y relaja. Pues haya gente que se ve que no, y eso que este año con lo que ha llovido no tenemos problemas de cortes de aguas, porque recortes ya tenemos bastantes y a mi los únicos cortes que me gustan son los del nombre de mi Virgen alcaraceña.
Os invito a buscar vuestro particular acetre con el que purificar pecados y miedos, y a escuchar el grupo que antes mencioné. A despedir julio con la hospitalidad de la santa, a vencer dragones fieros que llevamos más dentro que fuera, a gozar de la hostelería en estas noches en las que la brisa nos llena de frescas aspersiones, librándonos de asfixias y canículas.
Hace tres años conquisté un castillo, tal día como hoy. En tierras jumillanas. Me gusta recordarlo. Y con este acetre de plata, que me gusta a mi mucho todo lo de plata, limpiaré malos recuerdos. Por eso me quedo con mis Martas y Marías particulares, gozando de la buena compañía, olvidando a quienes encontré en la calle y en la calle de la decepción me dejaron.
Mirando como la noche reina desde mi particular almena, en mi castillo inexpugnable del que solo yo tengo la llave, con mi acetre de buenas aguas y sentimientos lleno. Os lo lanzo con el hisopo de estas líneas, espero que os llegue.
El agua bendita es, definida con sencillez, agua que ha recibido la bendición de un sacerdote. Se usa para bendecir objetos o personas indistintamente. El agua bendita tiene la facultad de atraer la gracia sobre si misma. Es también un signo de limpieza espiritual y una forma de renovar las promesas del bautismo. Tiene así mismo un poder eficaz par alejar al Demonio y a sus secuaces.
ResponderEliminarBuen día y buenísima semana.
La frase del día.
ResponderEliminarSi le das a Dios una oportunidad. Él hará de tu vida algo hermoso.
Buen día...
Como agua bendita me caen tus palabricas todos los dias, hermoso. Y a ver si pones el retablo que nos has hecho a la familia, regalo de Meriyou, que está bien bonito.
ResponderEliminarSé que mis padres te lo agradecerán en cuanto te vean, como lo han agradecido a la Meri por ese regalo y por regalarles muchas horas de su tiempo para que pudieran tener un broche de oro el sábado. Tengo un hermano en Valencia al que quiero con pasión. Pero eché siempre en falta tener una hermana. La hermana que siempre quise, la tengo en Madrid.
¡Gracias a los dos!
Jomío no tengo ni puñetera idea de lo que me estás hablando, pero yo, como fan tuya, me he leído el post enterico, y no se yo si me queda algo por purificar....si lo encuentro te lo digo...
ResponderEliminarLa Polo