He estado dos veces en Burgos. Impresiona llegar a esta señorial ciudad dominada por las torres gemelas de su catedral, catedral entre las catedrales, que recuerda a su homónima alemana de Colonia, en medio de ese páramo castellano, rancio y sobrio.
Burgos es la esencia castellana. Hasta su propio nombre lo delata. Y se pierde con tanta historia y tanto arte. Entrando en el paseo del Espolón, oyendo el Arlanza, hasta llegar al arco de Santa María, emblema de la ciudad, y una de sus puertas de entrada, a forma de almena de castillo, a forma de un casi retablo. Y al llegar a la plaza la Catedral, ahora blanca, aunque la recuerdo hace casi treinta años, con la piedra afiligranada casi negra, una mañana también de octubre, con frío, con niebla, camino de Briviesca.
Y su Cristo de Burgos con los huevos a sus pies, que algún día os hablaré de él, y la capilla de Santa Tecla, con el mejor barroco posible. La Cartuja de Miraflores, con ese retablo imposible de Siloé o el Monasterio de las Huelgas, sin palabras.
Y para reponer los paseos las tapas con cerveza fría en Sombrerería o San Lorenzo. Y esa morcilla tan peculiar y distinta a la nuestra. Su queso fresco, y sus famosas patatas, bravas y en tortilla. Y con sones de dulzaina, esas danzas burgalesas tan elegantes con sus trajes elaborados, majestuosos y bien puestos.
Cierro el teclado y los ojos. Y me imagino paseando contigo por la plaza mayor, una tarde como esta de otoño, con una fría y húmeda llovizna, que no puede con la grandeza burgalesa, ni contigo, ni conmigo.
Dolor Calmado1 de octubre de 2013 00:23
ResponderEliminarSe te olvida la escultura ecuestre del Cid campeador. Que fue realizada en 1955 y esta en la plaza del mismo nombre de este insigne caballero de Burgos. Y fue realizada por el artista Juan Cristóbal.González Quesada.
Su precioso puente que nos lleva hasta Babieca el caballo que monta el Cid Campeador, nos hace adentrarnos en la vida del ilustre caballero, con esas magníficas esculturas todas relacionadas con Rodrigo Díaz de Vivas, El Cid.
Buen día y mejor semana!.
ResponderEliminarDe la Catedral, decir que en ella están enterrados Doña Jimena y Don Rodrigo, en el centro del referido templo .
ResponderEliminarEn ocasiones, al cerrar los ojos, se siente el frío y la lluvia, el aroma, la esencia... Precioso texto, templetillo!
ResponderEliminarEdward Murrow
lo que te gusta a ti una morcilla... y con los huevos en los pies, eso si que es rancio...
ResponderEliminarBrrrr, qué frio, Burgos, hasta en verano!
ResponderEliminarSolo estuve de paso, cuando íbamos de viaje, y nos paramos a ver la Catedral que es una preciosidad.....las morcillas no las cate, porque no me gustan....
ResponderEliminarLa Polo
Estuve en Burgos hace años en agosto y pasé frio por la tarde como si fuera octubre en Valencia. Tengo compañeros de la delegación de Burgos que me mandan fotos del invierno y la nieve que cae y me pasmo. Mi compi de Villadiego se pone tirantes 2 semanas al año, no te digo más...
ResponderEliminarNo he estado en Burgos. Y no me gusta la morcilla. Me gustaría conocer Burgos pero la morcilla de Burgos no las quiero, ea.
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