cae la lluvia, sin parar, sin tregua...Aguas de otoño húmedo que refrescan y sazonan las cada vez más cortas tardes de este octubre transitorio que parecía resistirse a prescindir de soles y aún calores residuales.
Me gusta, me relaja y me fascina el ruido de las infinitas gotas estrellándose contra el suelo, o contra mi ventana;sin embargo la cantinela acuática de esta noche me recuerda la carencia de presencias anheladas que podrían convertir en sublimes estas lluvias de octubre que a fuerza de melancolías me hacen oírlas embelesado y quieto.
Se forman charcos, y el zapato se remoja, y a veces el agua se cala hasta dentro, mojando el calcetín y el pie. Hay que ir pisando charcos, esquivando el molesto remojo, intentando conservar las cosas intactas, sin calar, sin estropear.
Ya la cama se atavía de manta y calor. Pronto el reloj estirará una hora más que será una hora menos de luz y casi de vida, y todos añoraremos un nuevo marzo que traiga el cielo azul y el día un poco más día, y menos grisáceo.
Agua en el asfalto y en el suelo. Ya con la uva recogida, esperando el tránsito de mosto a vino. Pero el morado azafrán que también ha venido en retardo, humedece la alfombra que forma cada año en los campos manchegos, flor a flor, como una urdimbre de miles de hilos y hebras.
Mañana será día de arcángeles y peroles en el campo. Y se me formarán charcos en los ojos, pensando en sierras y mezquitas, en ríos y callejuelas. Mientras abriré mi paraguas, a ver si evito la lluvia y otras cosas.
hoy por estas tierras mías Andaluzas. Gracias a Dios se ven charcos, que como bien dice el refrán, que nos metemos hasta en los charcos!.
ResponderEliminarOtro refrán.
ResponderEliminarBorreguitos en el cielo, charcos en el suelo.
Mañana, solo es el día del Arcángel Cordobés, "SAN RAFAEL" el recto de la pandilla, lo celebraron el 29 de septiembre.
ResponderEliminarY CREO QUE ESTE AÑO LOS PEROLES, SE VAN A PASAR POR AGUA.
ResponderEliminarDE TODAS MANERAS, LA DEVOCIÓN A NUESTRO CUSTODIO, LOS CHARCOS LE SIRVEN PARA EMBARRAR EL SUELO DE LA BASÍLICA MENOR DEL JURAMENTO. CON VIENTO, LLUVIA, TRUENOS Y CHARCOS. NO DEJAMOS DE IR ESE DÍA A LAS PLANTAS DEL CUSTODIO, GUARDA Y PROTECTOR. NUESTRO ARCÁNGEL SAN RAFAEL.
Pues por aquí, ¡Ya es Navidad en Nuevo Centro! ...y yo aún con la ropa de verano y durmiendo solo con la sábana. No tardará en llegar el año en que celebremos la Nochevieja comiendo las uvas en la playa, como en el Caribe.
ResponderEliminarBesicos.
Antes no me gustaba la lluvia, pero ahora si, será porque llueve poco, aunque tampoco hay que pasarse, acostumbrados al sol, mucho tiempo sin verlo lo llevo mal, pero a veces la lluvia es necesaria, lluvia que moja, que riega, que corre sobre nuestros cristales.....
ResponderEliminarLa Polo
Me encanta la lluvia en Octubre, anuncia el invierno.
ResponderEliminarMe encanta la lluvia pero no teniendo obligaciones, sino días de tranquilidad, sofá, películas, café humeante, palomitas, pastelicos de carne, alguna cosica de esas ricas culinarias que sabe hacer mi niña, un buen libro, una buena revista nazarena y tantas cosas..... y luego cuando acaba de llover, salir a dar un paseico con ese olor a tierra humeda y caracoles subiendo por los hinojos (que templetillo-poético me ha quedao).
ResponderEliminarLluvia si, pero a cubierto y sin salir de casa. Odio andar bajo la lluvia, ea. Cuando escampe nos vamos donde quieras
ResponderEliminarPues por aquí no ha caido ni una gota...
ResponderEliminarPepi