lunes, 3 de junio de 2013

PEQUEÑAS CONFESIONES

Soy rencoroso. No debería. Pero lo soy. No puedo evitar el resentimiento, me cuesta mucho olvidar, sobre todo lo malo, que lamentablemente abunda. Tal vez porque sea el único arma que te queda cuando te dejan desarmado, cautivo y arrasado.
  Sé que el rencor no conduce a nada ¿o si? Sé que se pierde tiempo. Podrían ser las cosas más fáciles y tal vez dedicaríamos esfuerzos y ánimos a impregnar de gotas de azúcar cada minuto, cada segundo que respiramos.


Sueño demasiado. Tal vez más de lo que duermo. Más veces en el sofá que en la cama. Siempre solo, nunca acompañado, si acaso con los cuatro angelitos que guardan las cuatro patas de mi lecho, lecho ¡que palabra! pues eso que voy a dejar de soñar y a dormir más, que los días son muy largos ahora que hay mas luz, aunque sea con una bombilla.


En el colegio nos castigaban con copiar "veces". Lo odiaba. Lo que más. Tal vez la letra con sangre entra. extraña pedagogia la que sufrimos los de nuestra edad. Aunque a veces debería tener una pizarra para repetirme cien o mil veces, esas cosas que nunca recuerdo y en las que sigo tropezando. Porque ya dice el refrán que somos el animal que tropieza dos veces con la misma piedra ¿o serán doscientas?


Odio los lunes. Y los martes. Me caen mejor los miércoles...Bueno que voy a ver si dejo de ser tan tonto, aunque sea un poco. Comienza la temporada de nuevos propósitos. Aunque sigo peleado con el destino que solo me deja saborear escasos segundos de una felicidad tal vez imaginada o imaginaria. Tengo demasiada buena memoria, por eso me cuesta tanto, tanto olvidar...
                                               (continuará...)

8 comentarios:

  1. Perdonar si,..pero nunca olvidar,porque aquellos que olvidan,estan condenados a repetir la misma historia...Por cierto,comprobado por mis propias carnes.

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  2. El rencor no nos lleva a nada.
    Los sueños, sueños son y muchas veces se convierten en realidad.
    Los castigos, nos hacen recordarlos con frecuencia.
    Los lunes y martes, tenemos que saborearlos con el recuerdo del fin de semana y la esperanza del miércoles.

    Je je je ...... Buen día.....

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  3. Todo el mundo es rencoroso, unos más y otros menos, pero es imposible no tener rencor a quien te ha hecho daño,
    el tiempo no cura las heridas,el corazón las va cubriendo con vendas y tiritas, y así el dolor es más llevadero, pero resulta curioso, por mucho que pase el tiempo, nunca se te olvida quien te hizo daño, quien partió tu corazón y quien te robo tus ilusiones.....
    En fin, es una manera de pensar, aunque también creo, que al final llega un día que cuando piensas en ese nombre, no sientes nada, absolutamente nada....
    La Polo

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  4. Mira, Juanico, el rencor es un sentimiento estéril y negativo para uno mismo.
    Aveces las cosas no son lo que parecen y juzgamos o prejuzmamos a las personas por sus actos, que pueden ser motivados por situaciones no deseadas por ninguno, pero que estàn ahí y que no siempre es fácil ponerles solución, al menos a corto plazo.
    Que tu realidad seas tú mismo y cuando no puedas más, llora como lo hacemos todos, respira hondo e intenta darte un homenaje con algo que eleve tu autoestima y tu sentimiento de buena persona, porque eso no debes cambiarlo!
    Y sueña...y duerme...y sueña...(continuara....)

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  5. Yo,como lo único que retiene mi cuerpo ya son liquidos, no retengo nada en la memoria y no soy rencorosa...creo...¿O sí que lo soy? Ufff, pues ya no me acuerdo...

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  6. ....es que cuando te hacen daño.... pero por mi experiencia el rencor se siente al principio, cuando está reciente la herida. Afortunadamente, con el paso del tiempo (unas veces más corto, otras veces más largo) se va pasando ese rencor y entonces lo que se siente es "indiferencia", una indiferencia que se agradece porque te produce PAZ.
    Hay que aprender a olvidar, o distanciar ese rencor, si no nos salen arrugas de fruncir el entrecejo, ja ja ja .

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  7. Estás dolido Juan Carlos, hay que curar esas heridas. Por cierto, el aire y el sol vienen bien para la cura, acuérdate. Un beso

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  8. Yo ya estoy como Maribel que olvido las cosas. Así, mientras no me acuerdo, no soy rencorosa. Lo que ocurre es que, de vez en cuando, algo o alguien me recuerda que algo o alguien me hizo daño. Entonces el dolor y el rencor vuelven.
    ¿Solución? no creo que la tenga
    Pepi

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