CAMINO

  Hoy es San Froilán. Fiesta mayor en Lugo, ciudad que no conozco y en León, ciudad que sí. En esta última se celebra la multitudinaria romería al santuario de la Virgen del Camino, patrona de la ciudad y la región leonesa. Imagen de la Piedad o Angustias, de estilo gótico, de gran personalidad y valor artístico, e icono indisoluble de esta tierra.

      Parada en el Camino de Santiago, la Dolorosa leonesa acoge a los peregrinos que aquí encuentran el mejor motivo y nombre de su periplo. Porque no solo la ruta jacobea es un camino, todo en la vida es un andar, un avanzar o un retroceder a veces. Hay un camino hacia todo: a la felicidad, al amor, al desamor, al éxito, al fracaso y a la muerte, este último se llama vida.

     La Virgen del Camino nos ampara y nos muestra el itinerario desde su barroco retablo incrustado en su moderno santuario de Subirachs de principios de los sesenta, una de las mejores obras de la arquitectura moderna religiosa española. Y a mi memoria vienen imágenes de una tarde de julio, llovizneando, de camino de Asturias a Albacete, en un rato esperado y conseguido, en esta real y sobria extensión leonesa. La propagación  de su devoción que llega hasta Cádiz, donde cada miércoles santo sale la Señora del "Caminito", en recuerdo de los naturales del reino  que la fundaron hace varios siglos. Añoranza de paseos por el barrio húmedo, de aledaños de la  "Pulchra Leonina", de extasío en la contemplación de las refracciones en los más bellos e imponentes vitrales...De nuevo echo a andar, a trazar mi camino a no se sabe muy bien donde, sin brújula y sólo con el corazón y el azul por equipaje.