"por San Miguel verás llover", dice el refrán, y este año ha acertado de pleno, frente al otro de "el verano de San Miguel faltará muy rara vez". Pues no, parece que no tenemos veranillo, después de este eterno estío seco de agua y de tantas cosas, que por fin ha sido conjurado con el ruido de las gotas impactando contra los cristales y el suelo. Los vendimiadores han parado su tarea, en las viñas anegadas y embarradas, que hace sólo unas horas eran enormes solariums de cepas y pámpanas. Los pueblos que tienen su patronazgo, comienzan sus fiestas, con la vista puesta en el cielo, acostumbrados al recuerdo de otros sanmigueles húmedos e inestables.
Miguel significa "quien como Dios" .Para los hebreos es el protector de Israel y patrono de la sinagoga. La Iglesia Católica lo considera como patrono y protector de la Iglesia Universal. La Iglesia Copta lo considera el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel. Supuestamente tocará la trompeta el día del arrebatamiento (1° Tesalonicenses 4, 16), y es el encargado de frustrar a Lucifer o Satanás, enemigo principal de Miguel por ser el arcángel de los ángeles caídos o del mal (Apocalipsis 12:7). Por eso, en el arte se le representa como un ángel con armadura de general romano, amenazando con una balanza o espada a un demonio o dragón. También suele ser representado pesando las almas en la balanza, pues según la tradición, él tomaría parte en el Juicio Final.
En tiempos era este día de pago de cosechas. Por San Miguel se celebraban los mercados y fiestas más concurridos. Era finales de septiembre: había acabado la recolección, las eras habían vuelto a su silencio habitual, y en las huertas -salvo el riego- no había trabajo que hacer si no era sacar las patatas. Septiembre se sentía como final de un año. Había comenzado con las fiestas de la Virgen y acababa con los festejos de San Miguel. Con octubre comenzaba un nuevo año agrícola. Para El Pilar se iniciaban las tareas de la siembra.
Día este de comienzos y finales. De ángeles y demonios. De luces y sombras. Esperemos que la lucha sea incruenta y gane el bien, aunque sea contra uno mismo. Felicidades a los Migueles templetilleros. Y fuera sigue lloviendo. Ya no queda nada para octubre. Y queda mucho para el resto.
Muchas gracias !!! y muy bonito el post. Un abrazo desde Valencia.
ResponderEliminarSi que llueve, si... se nos cae esto a agua, pero como llueve poco aquí ¡gracias San Miguel!
ResponderEliminarLa lluvia llego, el veranillo del membrillo se durmió y por San Miguel el otoño se vistió de invierno lluvioso y frío, de riadas y temores. Por los malos causes y gestiones de las ingeniería.
ResponderEliminarQue reflexivo te pones con el otoño y la lluvia, me ha encantado lo de "ya no queda nada para octubre. Y queda mucho para el resto"
ResponderEliminarFilosofo templetillo!
Lady Renfe Cercanias
Pues yo me alegro de que este año no haya veranillo de San Miquel, que ya ni me acuerdo de la última vez que llovió aquí, en Valéncia. No sé si el agua la ha traído el arcángel o los Santos médicos Cosme y Damián, pero bienvenida sea.
ResponderEliminarLa Fidelidad de San Miguel para con Dios:
ResponderEliminarEl mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa, como tu bien encabezas. "Quién como Dios".
Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.
Buen día........Templetillo......
Hace mucha falta la lluvia, aunque nos fastidie quedarnos sin veranillo, bienvenida sea, que ya me veía duchándome con agua mineral....
ResponderEliminarLa Polo
Yo en esta festividad me quedo con San Gabriel.... de los SErvitas
ResponderEliminarMe encantan las las tallas y las representaciones de San Miguel. Suelen ser espectaculares. En mi familia tengo unos cuantos migueles, aunque no somos muy de recordar los santos. Por cierto, me encanta la reformilla que le has hecho al blog; se lee mejor, es muy elegante...y el encabezamiento fetén. Un abrazo!
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