Siento absoluta pasión por este pueblo, por esta villa. Me fascina el color de su tierra roja, el sabor de sus empedradas calles, la piedra marrón de las casas solariegas que la pueblan, y que encierran asombrosos patios, pequeños relicarios de señorío y mancheguía.
En el campo de Montiel. Como el pueblo de homónimo nombre que da nombre a esta comarca y que apellidó a nuestra manchega más universal, que ayer nos dejó, que siempre reivindicó esta tierra, su Criptana y sus molinos. Infantes, como se la conoce abreviadamente, es uno de esos lugares plenos de magia, de historia, de atracción.
Aquí murió Quevedo, tan socarrón, tan hiriente, un genio de las letras. Aquí se celebran unas peculiares cruces de mayo. Aquí tienen un santo, llamado Tomás, de Villanueva como no, al que celebran fiesta a mediados de septiembre, días después de festejar a su virgen pequeña, de la Antigua con precioso santuario al estilo de los de la provincia ciudadrealeña, con patio circundante donde se hacen festejos taurinos.
Infantes de la Villanueva siempre merece una visita. Para probar el pisto manchego, que aquí está especial y los huevos a la porreta y la ensalá de limón, Yo los he probado, los he saboreado en esta tierra especial, a la que hace mucho que no vuelvo y que siempre tengo en el deseo del retorno.
Antigua Jamila. Nombre hebreo. Jamila ¡ay Jamila! que siglos después se convirtió en el para mi, más bello pueblo de la provincia vecina, con permiso de Almagro y algún otro.Con una plaza imponente, única, invitadora a las tertulias de noches de verano, con un algo fresco en la mano y la garganta, observando la imponente fábrica de la parroquia mayor de San Andrés. Aldabas y rejas, campanarios, escudos. Noche negra y estrellada rodeada de barroco y renacimiento. Silencio de otros siglos aparejado al sonido de tu voz. Los infantes, que no infantas, duermen a la nueva villa. Y yo me duermo con la esperanza, como siempre, de tantas cosas que no llegan, pero que aunque sean así, me dan carrete para seguir escribiendo, para seguir peleando, para simplemente seguir.
TIENES RAZON , QUE BONITO ES INFANTES, YO CONOZCO A GENTE DE ALLI, Y LO CIERTO ES QUE TAMBIEN HACE MUCHO QUE NO HE IDO.
ResponderEliminarAUNQUE TU CONOCIMIENTO DE INFANTES ES MUCHO MAYOR QUE EL MIO ( NO SE SI POR ALGO ESPECIAL,YA ME DIRAS TU) A MI ME GUSTA TANTO COMO A TI ESE SITIO MANCHEGO QUE SABE ESPECIAL Y CON ENCANTO RUSTICO.
SIGUE PELEANDO Y NO TE ME DECAIGAS.
UN BESICO
Oraciones, para la Manchega Universal y respeto a su persona. Que no salgan ahora los aprovechaos de turno a manchar su nombre.
ResponderEliminarElla con su personalidad lo firmaba todo con plumas de oro y no somos nadie para juzgarla a nadie.
Que la dejen en Paz y descanse para siempre en la Paz del Señor.
Poco recuerdo ya de Villanueva de los Infantes. Era un viaje cultural a La Mancha, haciendo la ruta del Quijote. Lo que sí recuerdo era la enorme plaza y la iglesia, que estaba cerrada, en donde nos contaron estaba enterrado Quevedo. Eso sí que me llamó la atención. Yo lo hacía en Madrid!! Tenía yo unos hermosos y tiernos 16 añicos... Algún día volveré con más calma y, eso sí, con algo más de talento. Besos. Gúmer.
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