jueves, 21 de febrero de 2013

IBICENCAS

Hoy toca folklore. Que hace mucho que no lo saco a relucir, y a fin de cuentas es lo mío. Aunque a veces me produzca hartazgo, porque son tantos años ya, tanta dedicación, tanto tiempo robado, tanto tanto...
    Lo mismo que hablé en diciembre de las danzas y el traje de Ibi, uno de mis preferidos, hoy toca el traje femenino ibicenco. Uno de los más peculiares de todo el país, de esa isla, que es la única balear que me queda por visitar, tan peculiar, ancestral y cerrada en sus tradiciones, conviviendo con las más psicodélicas modernidades y similares.
 Los trajes de gala ibicencos son de una riqueza y personalidad fuera de lo común: 
1. El Vestido Blanco: Es el típico de la novia, obviamente de color blanco y se componía de varios refajos, un jubón, el delantal, un mantón y un pañuelo en la cabeza; sus prendas son de oro, con seis o siete semi collares a lo ancho del pecho y dos o tres collares y la cruz con su collar de oro correspondiente, era la dote de la familia para el joven matrimonio; las mangas que tenían botones de oro y los pendientes de filigrana, más los veinticuatro anillos se los regalaba el novio.


2. La Gonella: Es el vestido más antiguo, algunos dicen que es del siglo XVIII aunque hay detalles pueden ser más antiguos. Está compuesto de un refajo, un jubón de lana negra tejida con mangas de satén bordadas con plata y con cintas bastante coloridas, el delantal solía ser dorado y bordado, un mantón y el pañuelo de encaje que se apaña con la cola, todo acompañado por un sombrero negro de fieltro de ala ancha, las cintas que llevaba colgando decían el numero de pretendientes. Junto a sus prendas de coral rojo y plata, compuestas de varios semi collares remataban un collar y una cruz.
La emprendada Ibicenca, su primera función es decorar el traje de baile o de boda, se puede definir como una dote de la familia a la hija que se casa, se pueden encontrar dos tipos de emprendada, la más antigua se compone de plata y coral rojo, esta formada de varias hiladas de collares de coral, los alfileres son redondeados están hechos de plata decorada, la cruz esta hecha de plata muy trabajada con filigrana y con detalles de coral o nácar y piedras preciosas, junto a la cruz esta la 'joia' que es una imagen protegida por vidrio de una virgen.
3. Las variantes: Entre la gonella y el vestido blanco se componen con un refajo, un jubón de lana negra, un delantal colorido y un mantón que hace al mismo tiempo de pañuelo, una manera mas de vestir la parte alta, sus prendas son de oro, con unos cuantos semi collares a lo ancho del pecho y dos o tres collares con el collar de oro y la cruz.

La emprendada mas popular está hecha en oro laminado y trabajado con filigrana, formado por el Collaret que es un collar de dos hiladas de piezas bicónicas, sa creu es un colgante en forma de cruz y la 'joia', una pareja de alfileres rectangulares decorados y varias hiladas de cordoncillo. La emprendada culmina con 'sa joia' (la joya), es un relicario con vidriera y con una estampa que representa una virgen, suele estar adornada con detalles de filigrana y piedras preciosas y colgada con dos cadenillas de oro.

  Recuerdo, cuando hace años coincidí con un grupo ibicenco en un festival en Valdepeñas, y me explicaban el ritual de sus trajes y aderezos. Siempre pedían una caja fuerte a los organizadores de los festivales, porque al valor intrínseco de los kilos de oro que portan, está el hecho de que suelen ser herencias familiares, transmitidas siglo a siglo. Y yo le dije a la directora. ¿porque no los lleváis de imitación? y ella muy pausada, me dijo: "de imitación no tendría gracia" jejeje, y lleva razón, no hay nada como lo original, en todos los aspectos.
  Mi padre vió bailar a estas payesas in situ en los primeros cuarenta del siglo pasado, antes de la invasión de turistas y moda ad-lib. Puede que algun día yo vea a los descendientes de aquellos ibicicencos, bailar, vigorosos ellos al ritmo de sus enormes castañuelas, mientras ellas se mueven en cadencioso baile de pequeños pasos como si muñecas de cuerda fuesen.
   

6 comentarios:

  1. FOLKLORE Y TRADICIONES POPULARES.
    Eso es lo tuyo y no te quejes con la que tenemos encima en nuestro País.
    Comprendo tu cansancio y tanto kilómetro, pero también veo las alegrías, satisfacciones y el disfrute de muchas veces en tu trabajo. Reconocido y valorado por los que te conocemos, apreciamos y queremos.
    El cansancio y agotamiento, se relaja en los días de descanso y piensa que queda poco para ello.
    Feliz jornada laboral. templetillo....

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  2. ¡Madre mía, lo que debe pesar ese aderezo!
    Yo no me lo pondría si no fuera con escolta...
    Gracias por tu dedicación a todo esto. Es un trabajo bonito y que te permite conocer a infinidad de personas. Eso te hace más rico, no en oro pero sí en afectos.

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  3. No sé que decir, no entiendo ni papa de lo que me estás hablando,pero es muy interesante,
    hoy estoy como la Chabely, que se cree que Albacete está en las Canarias.....ea, y se habrá quedao tan agusto....
    La Polo

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  4. Sencillico si que parece el ato, mire usté.

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  5. Ibiza y otros más en España. Hay indumentarias tradicionales muy ricas y variadas.
    Lo que no me gusta de Ibiza son los bailes. Que quieres que te diga
    Pepi

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  6. Ibiza tiene algo mágico, no es un tópico. Playas de arena blanca y aguas azules y transparentes, se diría que tropicales, en pleno mediterráneo. Un interior mediterráneo al cien por cien, auténtico, con pueblos minúsculos de casitas cúbicas encaladas, con pequeñas iglesias también encaladas. La capital, preciosa, con bellas callejuelas y la pequeña catedral en lo alto. Y sus gentes...yo dirá que con rasgos ya un poco bereberes, muy morenos, hablando un catalán cerrdao, isleño, pero con algún toque valenciano (Dénia está a 70 km). Lo mejor de su folklore es su rareza extrema, su primitivismo, y cómo no , su ropa. Porque no llevan reproducciones, ni idealizaciones. Como bien dices llevan "lo de verdad". En realidad no ha dejado de vestirse asi, almenos las mujeres. Todavía en el 99 pude ver a una señora vestida con refajos, trenza, pañuelo a la cabeza y pamela acompañar a su nieta, vestida igual, a un festival folklórico. La nieta ya iba "disfrazada", no era su ropa habitual...pero la abuela no, la abuela iba como todos los días, era su indumento. Increible, y precioso.

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