Botellas negras. Esas oscuras botellas, que salen en las fotos en blanco y negro, y que se suponen llenas de vino, tinto siempre. Vidrio opaco que no deja ver su interior, como algunas personas que parecen fabricados de este material, guardando en oculto, sus oscuridades y miserias, haciendo ver que sacan algo que se airee, cuando son productos de bodega llena de telarañas y humedades.
Botellas transparentes. Cristal sin color. Algo que deja ver el contenido en ese continente. Como algunas personas que muestran lo que hay, con luz, siendo blanco fácil para dejar caer de la estantería, y es que es más fácil romper estas, que las más recias y parapetadas de las oscuras.
Botellas verdes. Aunque nos muestran en verde lo que hay, aunque no sea exactamente lo que hay, pero al menos lo pintan de color esperanza, que siempre ha de ser lo último que se pierda, aunque ya se haya perdido del todo.
Botellines de cerveza ¿de que color son? no sabría definirlo...pero que nos refrescan, nos dan la excusa para la tertulia, para la compañía, en esos días de encuentros, reencuentro y minutos de amistad. Decirme alguien de que color son, por favor.
Botellas de butano. Chillones bombonas de color naranja que dieron paso a estas metalizadas, que ya no suben aquellos butaneros, protagonistas de chistes y leyendas urbanas. Y que mal, cuando te quedabas sin ellas a medio, y habia que salir al patio a cambiarla, o esperar al día siguiente que te llegar.
No me gustan los botellones, ni el cuello de botella. Esta noche lanzo un mensaje escrito sin letras dentro de una botella, esperando que alguien lo encuentre en el universo de los mundos, que es como un inmenso océano, en el que solamente somos goticas de agua, menudas e insignificantes, y frágiles, quebradizas, como el cristal de las botellas, que no obstante su debilidad, son capaces de sortear tormentas, mareas y oleajes.
Son de color caramelo, ¡menos las heineken!. Pero si me he de quedar con alguna botella, la de la coca-cola, con sus femeninas curvas i su chispa al abrirse. Néctar divino!
ResponderEliminarBotellas, botellines y derribados, todas son según con los ojos que las mires, unas para calmar la sed, otras para olvidar penas y embriegarse, las más sofisticadas, suelen guardar algún caldo de primera y podemos numerar entre las botellas esas que guardan el oro líquido de mi Andalucía y que desprende ese color y olor verde esperanza de la alimentación Mediterránea y Andaluza.
ResponderEliminarCon las botellas de anís labradas, muchos cantes populares dan sonidos inéditos y muy particulares de alguna que otra región.
Botella y botellín derramado su líquido en copa fina de cristal, brindamos por esta Santa Cuaresma en el año de la fe, para que seamos trasparentes como botellas blancas.
Feliz semana.
los botellines de cerveza son maravillosos, ea.. qué tengas un buen comienzo de semana.. tqt..
ResponderEliminarÁmbar, Juan Carlos, el color de los botellines es ámbar. Ámbar, como el color rubio dorado del líquido que contiene. Está más cerca del rojo que del verde. ¿Que no?: fíjate en los semáforos. Te dice que sueltes el acelerador y que vayas pisando el freno. Ámbar..bonita palabra...
ResponderEliminar¿Botellas? ¿A quien se le ocurre hablar de botellas?
ResponderEliminar¡Que cosas!
Por cierto, son de vidrio, no de cristal. A ver si te voy a tener que dar unas "clasecitas pestiños"
Pepi
Como me ocurre con tantas cosasen esta vida, el vidrio y yo tenemos una relación amor - odio.
ResponderEliminarLa parte de amor: me encanta el vidrio y creo que una de las razones por las que elegí mi profesión por la cantidad de utensilios diferentes de vidrio que se usaba (ahora son otros materiales): pipetas, probetas, matraces, vasos, serpentines, tubos de ensayo, frascos, tarros, ... esmerilados, sin esmerilar, color ambar (AMBAR, Juancar, el color de las botellas de cerveza es AMBAR).... Si tuviera sitio tendría una colección de botellas de mil formas y mil colores y las pondría a la luz del sol para que les arrancara brillos de arcoiris (cursi m´ha quedao). Y me encanta guardar cosas en frascos, y tener las vitrinas llenas de copas de todas las formas imaginables (luego no las uso, claro, como le pasa a casi todo el mundo).
La parte del odio... que soy única para romper lo que cae en mis manos y es rompible (a veces hasta lo que no es rompible). Y la faena que da recoger los cachicos....
Hay más tíos que botellines de cerveza.....ea, por si a alguien le sirve de consuelo...
ResponderEliminarLa Polo
Efectivamente, las de cerveza son color ámbar. Y como dice Pepi son de vidrio, que no es lo mismo que el cristal. Si pudiera leer este post mi amigo Julio, te daría una explicación al detalle del porque de los colores de las botellas (para quien no lo sepa, es el director de una gran empresa que se dedica a fabricar botellas de vidrio para bebidas diferentes). La verdad es que es muy curiosa su fabricación. Yo prefiero las botellas transparentes, como el alma, que se vea bien todo el contenido. Me gustaría coleccionar botellas.....
ResponderEliminarPor cierto, ¿como te ha dao por hablar de botellas? je je
Como están las cabezas!!!!!!!!