martes, 29 de enero de 2013

EL NIÑO DE LA BOLA

Es el niño de Praga. El infante coronado y revestido de rica túnica y capa. Imagen de cera que desde Sevilla viajó hasta la capital checa, en el ajuar de una noble española que allí matrimonió con importante noble. El niño de Praga adquirió fama de milagroso y hoy en día es uno de los santuarios más importantes del mundo, y su imagen e iconografía está extendida y difundida por todo el mundo.
   Barrio de Malastrana. Al otro lado del puente Carlos. Quien ha, hemos tenido la suerte de conocer esta ciudad, única e impresionante, lleva, llevamos grabados en la retina y el recuerdo, los rincones de sus calles y plazas, sobre todo las de este barrio a mitad de camino entre la alta ciudadela del castillo y la ciudad vieja. Casi paralelo al Moldava, se alza la fachada del convento carmelita de las Victorias, donde en barroco ¡que mira que me gusta lo barroco! retablo lateral, el diminuto niño recibe oraciones y peregrinaciones de todas partes.
      En mi parroquia de la Purísima había una imagen de este Niño. En una remodelación de la misma, desapareció y estuvo años guardada en un trastero. Luego volvió al culto en el oratorio del Carmen, donde preside uno de los altares, como en su casa matriz también carmelitana. Yo no sabía que se llamaba de Praga; mis mayores me decían que era el Niño de la Bola, como la novela de Pedro Antonio de Alarcón, que no sé si tendrán algo que ver, la verdad.
     Su fiesta fue el día 25. Con un poco de retraso como me suele pasar siempre, le dedico hoy este post. Bendito niño sevillano, rey de lejanos reinos centroeuropeos. Puede que algún día enfile de nuevo la calle Karmelitska, en un atardecer de aquellos, que ya viví una vez, pero que como cosa tan bella, la vida debería dar la oportunidad de poder repetir.
      Mira que me gustó Praga. Y dije que volvería, pero así de otra manera, así como que no...

8 comentarios:

  1. Mi gran fervor por los Niños me hace que te escriba este post, yo no he ido a Praga, aunque ganitas no me faltan mi arma, pero sí que tengo en mi casa una diminuta figurita de este famoso Niño milagrero que un amigo en su luna de miel y durante la estancia en esa para llosa ciudad tubo el gran acierto de acordarse de mi.

    ResponderEliminar
  2. El Niño Jesús de Praga devoción Carmelitana y guardianes de su devoción.
    Cuando lo vi por primera vez en Praga y mis oraciones presente mi suplicas y gracias le di, guarde en mi corazón ese momento de privilegio y de honor.
    Desde el puente Carlos te va llamando y al subir su escalinata te va llevando, cuando entras entre sus puertas te recibe con gracias de gloria y al ponerte en sus plantas su mundo en las manos te da. El nos da el mundo y libertad, alegría y verdad. Nosotros con nuestra oración alimentó nos da, en palabras de vida y verdad.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo tengo algo que decir del "Holly Infant of Praha"... al menos es lo que pone debajo de cada figurita que se vende de su imagen en la "Ciudad de las Cien Torres". Estuve en Praga en agosto de 2010 y como cada hijo de vecino, compras algún recuerdo para tu gente, poca cosa, porque los precios tiran p'atrás. El caso es que a mi padre opté por comprarle un niñico y eran todos horribles. Me decidí por uno muy mono, pero muy pequeñito... y aún no había visitado al auténtico. Cuando lo vi, pensé que había acertado, pues era más chico de lo que me imaginaba. Viaje de vuelta a España, 21 de agosto y el Niño de Praga en la maleta cerrada con candado. Al día siguiente, la sombra de una guadaña hizo que tuviera que romper el candado a martillazos, pues no encontraba la llave, para sacar a la imagen del pequeño Niño. Quería que mi padre lo cogiera entre sus manos antes de morir. Todo fue muy rápido. Se lo llevé al hospital, lo besó y me lo devolvió con estas palabras: "llévatelo porque a mí se me va a caer y se puede romper, que es muy bonico". Hoy preside la repisa de su lápida y todos le tenemos mucho cariño en mi casa, pues es la última imagen divina que mi padre besó. Un placer haberlo compartido con vosotros. Muchos abrazos y besos de Gúmer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué historia más bonita. Me has emocionado, Gúmer

      Eliminar
    2. Pues no te digo a mí, que con el bajón que tengo y lo blandita que estoy hoy... solo me faltaba leer esto para terminar de desmadejarme.

      Eliminar
    3. Fue así... tal y como pasó. Pero tengo que volver algún día a Praga para quitarme el mal sabor de boca que me dejó la vuelta. Besos.

      Eliminar
  4. No sabia que el niño de Praga provenia de Sevilla. Cuando mi prima de riesgo baje y me suba el rating, iremos a Praga? prometo visitar todas las iglesias contigo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Vaya Gúmer! esa historia supera a las demás.
    Un beso
    Pepi

    ResponderEliminar