lunes, 7 de abril de 2014

SOBERBIA

Hoy es día siete. Ya nos hemos comido una semana de abril, sin luna, como esa canción que pellizca el alma. Siete días, siete lágrimas, siete decepciones y siete pecados capitales.
    Ayer por la tarde, mientras iba conduciendo, se me ocurrió el tema de hoy, como normalmente se me ocurren las ideas, en esas horas robadas a mi tiempo, en la soledad de mi nave de hierro y cristal.
   Soberbia. Orgullo elevado a la exageración, intransigencia, altanería. Yo soy soberbio en ocasiones, me subo a los altos de mis ínfulas, para luego caerme hacia los suelos de la vergüenza y el silencio. Decía San Agustín, que no era tonto precisamente, que la soberbia no era grandeza sino hinchazón, y que lo que está hinchado no está sano, y mucha razón llevaba. La soberbia es el punto de partida para la envidia, otra de las plagas que todos tenemos en nosotros mismos, más o menos latentes, y que en ocasiones se despierta como fiera incontrolable, y el que no esté libre de pecado que tire la primera piedra.
    Aunque no es lo mismo soberbia que algo soberbio. La primera es mala, humilla, envilece y precipita a un descalabro tardío o temprano. Lo soberbio es lo grandioso, lo espectacular, lo bien hecho...Curiosas paradojas de la polisemia.
     No soy más que nadie, pero tampoco menos, aunque se empeñen en hacérmelo creer. Por eso me reboto a veces con una soberbia artificial e indisimulada. Es lo malo que tienen las inseguridades y esa sensación de ver la vida pasar, sin el aliño que esperas o necesitas.
      Lunes de pasión. En una semana saldrá Remedio de Ánimas, y me lo volveré a perder. Mientras, escucho soberbias marchas procesionales, para anestesiar heridas aún abiertas, por mi propia soberbia y la de los demás, demasiados demás.

4 comentarios:

  1. La soberbia, es como la gaseosa. Una vez abierta se le va toda la fuerza.
    La soberbia va de la mano de la arrogancia, del estiramiento, del orgullo mal entendido y de la inseguridad de la persona.
    Feliz Lunes de Pasión y si el Lunes que viene te lo pierdes, es porque quieres y porque tú corazón en estos días anda en otros lares.

    Chao....

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  2. No es uno de mis pecados...se me ocurren, como buena pecadora,otros que no están en los mandamientos...jajajajajaa.....
    Seguiré pecando, y quien este libre de pecado, que me lo diga y le paso unos cuantos,......vamos que voy derechita al infierno, de todas maneras pienso que tiene que ser más divertido que el cielo, no??...ya os contare...
    La Polo

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  3. Pues hace falta ser valiente (y bastante humilde) para reconocer en uno mismo la soberbia y ponerlo por escrito. No creo que lo seas. Para mí una persona soberbia es aquella que hasta para pasar revista a sus defectos, lo hace a caballo. Y su orgullo hace que si puede llevarse a alguien por delante y patearlo, ni lo duda.
    Algún personaje, que no persona, así conozco.
    Son días de ser humildes, no soberbios porque hoy eres el rey del mambo y mañana puedes ser simplemente sus maracas. Ahora más que nunca, eso es posible.
    Besos y buen día.

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  4. Como acepción de soberbia me quedo con una de las que tiene la RAE y que se usa más en el castellano de América "Grandioso, magnífico" (ché, boludo, sós soberbio). Y en ese sentido sí que eres soberbio.
    Ahí queda eso

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