Un chorro, dos chorros, tres chorros...el agua cae en estampida sobre espaldas, brazos, piernas y hombros. El derroche de agua se convierte en terapia y relax, que a veces se mezcla con un pequeño dolor y quasi-picor por la presión desmedida y salvaje. El agua purifica, limpia y en su dualidad, o espabila o relaja hasta casi el sueño. Las aguas limpias y tranquilas forman la mejor de las músicas posibles, para apagar el interruptor de tantos agobios y estreses. La piel contacta con el líquido elemento, acariciándola, mimándola, renovándola.
Según la Real Academia Española de la Lengua, el término Spa es en su origen un topónimo, el de un centro termal situado en la provincia de Lieja (Bélgica), famoso por las propiedades curativas de sus aguas desde la época romana. A partir del siglo XVII —-como documenta el Oxford English Dictionnary-- se generaliza como nombre común para fuente termal o establecimiento balneario en inglés, spa, y de ahí se extiende a otras lenguas. Su uso en español es muy reciente, a veces con mayúscula inicial, y otras todo en mayúscula SPA, que algunos explican como un acrónimo (salus per acquam). No hay motivo para emplear mayúscula, si se ha lexicalizado como nombre común, spa.
Bonita forma de turismo, de ocio, sin humos, mejor de noche con luz de velas, buena compañía, y si es posible una música chilout o new age. Me gustaría volver, a no mucho tardar y volver a desconectar de ruidos, sequías y rutinas, intentando sentirme parte del agua y el agua parte de mí. Quizás alguien se anime a acomparme, quien sabe... Y es que ya me toca. He dicho.
Es una sensación, una liberación de la mente. La libertad plena del ser humano es estar en un spa, con un chorro de agua bañando la piel y eliminando esas tensiones fisicas y psicológicas que tanto nos agobian en el día a día.
ResponderEliminarHoy, ya con el portatil, te comento, jotero!!
Un saludo, Murrow!
El agua!. De Chorro o en poza. Nos purifica y nos hace nacer de nuevo.
ResponderEliminarBuen día y hoy comienza el quinario al Cristo de la Caridad.
¿me acompañas?.
Chao...
Yo-que-soy-tanguaaaapa y tanlista, yo-que-me-mereeeezcooo-unpríncipeoun dentiiiista.... yo, estaría a remojo la mayor parte de mi vida, como un anfibio. A mí lo que sea agua, me va. Y hasta para limpiar prefiero las tareas que se relacionan con el agua. Y como a parte de anfíbios y sirénas también debo estar emparentada con árabes en la familia, lo que es un hammam me vuelve turuleta. Recuerdo hace unos años con la Meriyou y la Marilines en Madrid, en el Hammam Al-Andalus. Solo me faltó que hubiera menos gente. Eso una mañanica debe ser una delicia.
ResponderEliminar¿Qué tal templecañas en un spa? Pero nada de beber té aromatizado, ni infusión relajante. ¡Con un cubo lleno de hielo y botellines! ¡Uau! ....que me transporto...Y yo aquí... 1 de abril ....Printemps..entre estas 4 paredes... esperando a ver si llega la época del esquile.
Pues organizamos en un pispas una quedada acuática
EliminarPues yo aún no estado en ninguno, y es que con esto de que tengo el tímpano perforado y no me puede entrara agua, parezco una maruja con la permanente recien hecha y que no se quiere mojar el peinado en la playa...ya ves que cuadro....to lo tiene completo mi Maria Antonia.....
ResponderEliminarLa Polo
Genial entrada del Blog, amigo mio... el agua nos renueva... y un spa o un balneario... pues ya la renovación es de cuerpo y mente. Besos
ResponderEliminarNo olvidemos que en la cultura clásica todos los elementos de la antigüedad tenían su contraposición con nuestro cuerpo, dado que el hombre estaba formado de esos elementos.
ResponderEliminarEl fuego es a la vez caliente y seco.
La tierra es a la vez seca y fría.
El agua es a la vez fría y húmeda.
El aire es a la vez húmedo y caliente.
la bilis amarilla (fuego),
la bilis negra o melancolía (tierra),
la flema o pituita (agua),
la sangre (aire).
Tampoco olvidemos que el agua purifica, pero también destruye: infinidad de maremotos y lluvias torrenciales destruyen cosechas y aniquilan hogares y ciudades.
La renovación del turismo ha hecho que se utilicen los elementos de la antigüedad para ofrecer un turismo que busca renovar la piel y la salud, por ende, del viajero. Pero yo qué quieres que te diga, me quedo con el Balneario de toda la vida, que suena más castizo, que renueva por dentro y por fuera y no tiene que ver con los novedosos tratamientos "spa" que no llevan a ninguna parte, jejejeje... Aunque para gustos, colores!!!