"Por Santa Lucía la más larga noche y el más corto día"
Sol mentiroso de jueves, con gélido ambiente. Aún quedan los rescoldos de las
luminarias de la santa de la vista, que preludia los venideros días navideños. Hoy es día
también de ternura, y encima colorá, que hace pocos años vino al mundo en tierras de
huerta, con raíces de viñas y trigos. Ella es tierna y risueña, y siempre dispuesta a
ayudarme en mi torpeza informática. Muchas felicidades pequeña Mamen, y que la santa de tu día te conceda toda clase de bienes.Tarde de coche y gente, demasiado lío; sueño con manta y sofá. Oscuro paisaje desde la ventana, en escala de nieblas y nubes. Carreteras semivacías, cuerpos atrincherados en ropas y guantes, morriña de sol y calor.
Es malo no poder ver. Y más malo aún cuando se tienen ojos, pero no vista, y no sabemos ver las cosas como son, en realidad, y en su justa medida. Y a la patrona de ciegos, modistillas, canteros y fotógrafos le pido que me los cuide, y no sólo los míos, sino otros ojos claros y cristalinos por los que también quiero ver.
Ermita de Santa Lucía, reina de las ermitas del cap y casal, cerquita del capitulet y del Pilar valenciano. Chiesa de Santa Lucía, barrio marinero napolitano, donde se escuchan aún las notas de la canción del mismo nombre. Altar de Santa Lucía, contiguo a la peana de mi Virgen del Olvido,de la que no me olvido nunca, allá en San Bartolomé entre andamios y lonas. Ermita de Santa Lucía en El Jardín, modesta espadaña, caminito de Alcaraz, oliendo y sintiendo ya la paz del Real Santuario de Cortes. Y tantas otras Lucías, que hoy lucen más con sus ojos del rostro y del plato.
Diciembre llega a su ecuador, mientras Lucía hace que luzca en nosotros un renovado brillo en el futuro, una nueva mirada a nuevos días no sólo de fríos, sino también de primaveras y azules.
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ResponderEliminarAyyy! Que ilusion que casi se me saltan las lagrimas, que bonito lo que has dicho! Muchas gracia por dedicarme un espacio en este valioso tesoro que es tu blog! :)
ResponderEliminarUn besico!!
Lady Renfe con globos de cumpleaños
¡LUCÍA! Luz y guía del invidente. Protestora y bastón de compañía.
ResponderEliminarTengo alguna que otra Lucía en mi vida. Felicidades a todas.
Luz Casal, también es su Santo. Felicidades por ti y por tu participación en la VOZ.......
Perdón es Malu con tilde en la U. Corrígelo si puedes?.... Se me fue la olla con la actuación de los Rosarillos.
ResponderEliminarLucía es el nombre que yo elegí cuando me preguntaron, hace ya más de 11 años, cómo llamaría a la hija mayor de mi hermana Isabel... y mi hermana me propuso ser su padrino y decidió poner a la niña Lucía. Y yo no puedo estar más orgulloso de ella!! Y tiene unos ojos más grandes que la cara. Que Santa Lucía nos conserve la vista a todos. Besos desde Murcia. Gúmer.
ResponderEliminarMi mamña-carmen, cuando era pequeña, me llevaba a la Catedral a rezarle a Santa Lucía. Ahora yo también o hago. Hoy mismo que, además es su día, le pido que me ayude. Al salir de clase tengo cita en el oftalmólogo. Como siempre.
ResponderEliminarPepi
(que veo menos que un "gato de yeso", diagnóstico de mi oculista favorito, Pepe)
Maravilloso, como siempre. Yo añadiría la iglesia veneciana de San Jeremías donde se conserva el cuerpo de la santa siracusana.
ResponderEliminarMe encanta Santa Lucía. Porque los ojos y la vista son algo tan importante que son de esas cosas que se valoran de verdad cuando las pierdes, y yo que no llevo gafas, que llevo dos lupas, pues que te voy a contar. Ayer tuve la visita obligada a la ermita, en la víspera de la fiesta, para acudir a la tabalà. Y hoy, visita con mi padre al oftalmólogo. Y es el nombre que le pondré a mi segunda hija. Pero en valenciano, Llúcia.
ResponderEliminarBesets
Desamparados
Dale limosna mujer,
ResponderEliminarque no hay en el mundo nada,
como la pena de ser,
ciego en Granada.
En los paises nordicos hoy comienza la navidad, y para mi es una fecha y será siempre una fecha fundamental en MI VIDA.
ResponderEliminarYo siempre he dicho que por Santa Lucia ya huele a navidad,Navidad con olor a horno repleto de mantecados, royetes de anís y ricas pastas de almendra con suspiros de coco, que recuerdos de infancia.
ResponderEliminarDeseando desempolvar las figuritas del belén y las bolas y espumillones del árbol, que no era abeto, sino un precioso pimpollo que mi padre nos traía del pinar, cuando aún se criaban muchos y se podían talar por que se respetaba mucho más que ahora el medio ambiente.