miércoles, 1 de agosto de 2012

TORTILLITAS DE CAMARONES

Con harina de garbanzos. Esa es la gracia, añadida a la harina de trigo, que hacen uno de los más suculentos manjares del olimpo gastronómico templetillero. Las gambitas pigmeas, que se rebozan en la masa y se doran en el aceite caliente, y que si duermen se las lleva la corriente, como a nosotros, que nos dormimos, nos despistamos y nos arrastra el tiempo y las mil y una mareas.
   Echo de menos las tortillitas de Cádiz, Jerez y Sanlúcar. Y las del restaurante "El Sol" de Albacete, que por desgracia se cerró, y era un trocito de paladares andaluces en pleno corazón de la ciudad manchega de mi nacencia, a la sombra del depósito del agua, convertido en depósito de libros y palabras.
         Y es que me gusta a mí una tortilla; ya le hice un post a la de patatas, y algún día hablaremos de las de bacalao, que me relamo solo de pensarlas je je. Aunque los achaques empiezan a asomarse a mi balcón, y es necesaria la moderación ¡uf! en el comer, que para mi es un gran sacrificio, porque de otras cosas puede pasar, pero del buen yantar, como que no, pero a veces no hay más remedio.
   Tengo que bajar al Sur a darme un homenaje. Viendo un atardecer atlántico, de esos de cielos azules y rojos, con brisas acariciadoras, y una buena cerveza fresca, helada que contrapese estos días de millones de calorías en el estómago y en el ambiente. A ver si los parámetros se estabilizan, y todas las primas de riesgo se moderan, y podemos echar a andar y comer. Sino, malo malo.
          Hoy estoy un poco de bajón. Quincena me espera sin tiempo casi. Otro ecuador de año. Y el coronel templetillo si tiene quien le escriba, pero no quien le espere. Y se queda un año más sin ir a Florencia, ni a los fiordos, ni a Soria...¡tampoco pido tanto! y es que el mundo está muy mal repartido, pero mucho. Un poquito de porfavor, por favor, en este mundo de egoismos, ansiedades y camas vacías.

       ¡ah! y ha empezado ya agosto.Casi sin darnos cuenta. Las benditas nieves veraniegas y el perrito de San Roque esperan impacientes sus días y sus horas. Y yo, como un camarón, sigo esperando...

6 comentarios:

  1. y esas tortillitas de camarón que Pepa y Enrique nos enseñaron a Sara y a mí en el Dos de Mayo de la sevillana plaza Gavidia... ¡Eso es gloria! ¡Qué maravilla! Siempre recordaré ese viaje con un cariño extremo por la buena compañía que nos hizo de guías para adentrarnos en las callejas de la Sevilla más devota y especial hasta brindar un beso en las purísimas manos de las Esperanzas hispalenses... y entre Esperanza y Esperanza, caña fresca y delicias culinarias y entre ellas las tortillas de camarón. Alfonso.

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  2. Juan Carlos este post no me gusta, ya que si leo, babeo y me da hambre, entonces adiós a mi sacrificio de poder entrar un mis Short de cuadros estilo golf que me muero por ponérmelos con mis sandalias Pedro García, este post te lo leo hasta la mitad y no lo quiero ver.
    Te quiere Tu Estancia Oriolana.

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  3. mmmmmmm....¡¡Que ricas¡¡....Siempre me han gustado las tortillitas de Camarones.Sobre todo por su sabor.Saben como entre a huevo y a Camaron(es curioso).Es un plato tipico de la zona de Cai,..porque lo inventaron la mama y la tita de Camaron de la Isla,que fue un cantautor de origen gitano,...que tocaba tela de bien,..por tablaos y escenarios ilustres del cercano ''Cai''.Sendas mujeres,...fuero al mercao,a por kilo y cuarto de camarones frescos,de los de aquella mañana,traidos frescos de la lonja,y una vez comprados,....se dieron cuenta que no habia mas dinero para comprar pimienos y ajos,con los que freir aquellos manjares.Entonces,...como a sus maridos,les sobrababn muchos huevos,para aquello del flamenqueo,los utilizaron,para mezclar todos aquellos ricos Camarones de la Isla.Y fue solo asim,...como nacio la rica Tortissha (como diria un exquisito Argentino)de Camaron.Que aprovechen los sufridos lectores,de este,....mi pequño relato gastronomico.

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  4. Todos esperamos y con muchos momentos de soledad que no queremos tener,porque la esperar y esperar no nos gusta a nadie. Solo tenemos que aprender,y el tiempo y los años nos lo dan,a ser pacientes,que nunca se sabe lo que hay detrás de la espera,y a veces es muy bueno.Pero siempre con paz y sosiego,no?

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