Me animé a salir con la caída de la tarde. Corría algo de aire, pero caliente. Pero no preocuparse, que no es la segunda parte de ayer, de la ola de calor, aunque parecerlo pudiera.
Me he acostumbrado a circunvalar el Parque a diario. Hoy en triple circuito, que ayer no se pudo, y mientras ando, que dicen que es muy bueno pa la tensión y el colesterol, he ido haciendo recuento de este verano, que ya se nos escapa, y que a mí creo que se me ha esfumado ya hace tiempo.
El ruido de la fuente granadina, y alguna gota que rebota en la pileta, hace creer en un espejismo de fresco en estas acaloradas noches. Los abuelillos se sientan en los bancos, casi siempre callados, sin mirarse. Por el exterior, corren ellos y ellas, haciendo exaltación del sudor y el deporte. Alguien pasea un perrillo. Antes de anochecer, aún juegan los niños en el remozado parque infantil de mis atardeceres, donde ir era una fiesta, con los padres, los primos y la merienda..¡que lejos se nos antojaba a los del altozano! Una voz amiga, te escucha y te hace hacer escala en la andanada (gracias Polo). El quiosco de la música está vacío, sin notas ni instrumentos. Por la reja exterior, leo el horario de apertura y cierre; no hace tanto, no tenía ni puertas, pero ya se sabe.
La terraza del Pinar, acoge a unos músicos inmigrantes, que tocan bien y llevan escrito en sus rostros, la miseria, la vergüenza y la educación. No hay tantas mesas ocupadas como antes, de hecho este año ni una sola vez probé los caracoles ni las pataticas con huevo. Al lado la dama de piedra, sigue lavándose el pelo, rodeada de pérgolas y pinos. Alguna ardilla corretea, y la gente anda, corre y se sienta.
Me gusta andar. Aunque me molesta el molesto compañero llamado sudor. Pero no hay otra. Sigo pensando y caminando. Pero no sé en que pensar ni adonde encaminarme. Bueno, mañana será otro día...
Y hoy es Santa Rosa de Lima, patrona de Perú, monja tan bonica coronada de flores con el niño en brazos a la usanza de San Antonio. Poco frecuente por estas tierras. Tan bonito como es el nombre de rosa, tan bonita como son las rosas, aunque tienen espinas, que nos pinchan y nos sangran.
Jueves 23. Y hasta el parque ya huele a feria. Ganas me dan de huir...
Uno escapa de la risa, del llanto, de la verdad, de la mentira, de la aventura, del riesgo, de lo bueno, de lo malo, del cielo, del infierno,... huye y aún así queda el señuelo, la ceniza, los pasos, los posos, el recuerdo,... como un duende vagabundea de corro en corro, de casa en casa, de parque en parque, persiguiendo quizás un sueño u ocultando, quién sabe, algún temido secreto. Buenas noches, templetillo, felices sueños.
ResponderEliminarJoe que bien lo narras, seria capaz de sentir esos recuerdos sin haberlos vivido, cuanto mas el que los tiene en su "disco duro". Bueno, mañana salimos de vacaciones una semanica, que ganas por Dios, ya ni me acuerdo de las otras.
ResponderEliminarEs que el parque es muy hermoso para andar....pero no te pases comiendo, que si te pones cómo el tenazas, lo mismo dá que te des tres que cuatro vueltas al parque.....jajaja....y a esta edad el colesterol y los achaques ya empiezan a notarse.
ResponderEliminarJomío, yo estoy perenne el parque, es lo que tiene criar, pero mira en algún sitio hay que estar, asique ya sabes, cuando te canses de andar fijate en el parque infantil y haces una parada como ayer .... ea y to eso te puedo contar.....
La Polo
Que distintos los paseos por la Viena Manchega donde encuentras a tu amiga Polo, a los de esta tranquila ciudad donde aun existe la costumbre de coger el fresco o por lo menos la sombra cuando se va el sol, por que tela yo creo que este verano nos estamos acordando, incluso de los dioses de la antigua Roma como Eolo ya que no corre ni un pelo de aire o de Morfeo por que no hay quien pegue ojo con esta calor, aqui cuando se pasea se tropieza uno con casi todos los vecinos que con su puerta de calle recien regada, descansan en sillas y tumbonas, ocupando las aceras, tu dices que Albacete ya casi huele a Feria pues aquí ya casi huele a Dulce Nombre y vendimia, pero asta que llegue seguiremos paseando por las noches.
ResponderEliminarYo soy de las que le he tomado vicio a andar, y de noche cuando se ha pasado el calor, es el momento ideal. Es de lo poquito que me gusta del verano: las noches, cuando se puede vivir. ¡Que recuerdos del parque! Ahora no voy tan a menudo, pero tengo muy buenos recuerdos de él, de pequeña iba mucho. Pero el mejor recuerdo es que allí me enamoré, y pasamos muchas tardes de novios (unas comiendo pipas, otras imaginatelo...ja,ja.)Los ratos que hemos pasado en el Pinar haciendo planes del futuro......Si el parque hablara.... madre mía lo que tendría para contar!!!
ResponderEliminarMenos mal! ya te iba a dar una colleja jaja, me alegra verte por aquí Carmencica, te quiero más a menudo ¿eh?
ResponderEliminarPasear por la noche, es descanso. Hacerlo por el día nos cansa y pasear con la persona amada nos relaja.
ResponderEliminarPaseos solo son paseos al aire de la luna y del sol, siempre nos reconfortan y nos reparan las fuerzas.