Cincuenta días pasaron del Domingo de Pascua. Resucitó y se llevó con él sones de tambores y morados de túnicas nazarenas, y una parte de mi anual ilusión anual y de mi devoción. Hoy es Pascua de Pentecostés, la otra fiesta grande, día del Espíritu Santo, pascua de mayo en tierras albaceteñas de El Ballestero, que de amanecida llevará por verdes caminos de trigos y amapolas a la Virgen de la Encarnación, hacia el santuario de Villargordo, primitivo emplazamiento de la villa, diezmado por la peste y de donde regresará por San Miguel.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Un señor de barba blanca y triángulo en la cabeza, otro de larga melena y la palomita blanca en medio de los dos. Grabado de la estampa trinitaria, iconografía de Dios, en colores, como los cielos que contemplan el arco iris de trajes, carretas, estandartes y gentes que en medio de las arenas, rodean la blanca ermita de la más blanca paloma, pastora de las marismas, Virgen de los Remedios que derrama el Rocío sobre Andalucía y toda España. Y me quedo con mis vivencias pasadas con rocieros de Villamanrique ¡casi nada! y Gines, gentes de añeja tradición, fuera de modas y estereotipos. Y rezando el rosario nocturno iluminado con bengalas suena la flauta y el tamboril a ritmo de sevillanas...
Rus. La patrona sanclementina regresará el lunes temprano al santuario. Allí trocará trono y andas con la Virgen de los Remedios que la ha sustituido en su camarín. Curioso que la advocación de los Remedios esté tan presente, pero es que ¡es tan necesaria! Tierras de La Mancha conquense y la sonriente Señora de Rus, congrega gentes de la comarca en concurrida romería, que va despidiendo primaveras y acariciando estíos.
También por la Manchuela conquense volverá a su santuario en el Sitio de Consolación, la patrona iniestense, foco de devoción de toda su zona, ermita de exvotos y promesas, entre verdes arboledas y fuentes, porque también nos es necesario el Consuelo.
Y blanca será la marea que traerá en frenética carrera la caja con cristo crucificado, Señor de Sahúcos y romeros, hasta la barroca parroquia peñera, esperando madrugadas de agosto, oraciones de amanecida.
Tiempo de romerías, tiempo de reflexiones. Pentecostés, esperando la gracia del espíritu y la templanza.
QUE BONITO AMIGO,COMO VAS DESGRANADO LAS DISTINTAS ADVOCAIONES DE LA VIRGEN EN ESTA ÉPOCA Y COMO VAS TOCANDO EL TEMA ROCIERO,ESTANDO TODO PRESIDIDO POR EL ESPÍRITU SANTO.GRACIAS POR ESTE RELATO Y QUE EL ESPÍRITU SANTO DERRAME SOBRE TÍ SU GRACIA.
ResponderEliminarNo soy muy rociero, qué le vamos a hacer, he sido víctima del sensacionalismo de prensa rosa y fachada que lo ha rodeado gracias a algunas devotas que más que bien le han hecho mal a este fenómeno religioso indudable en Huelva y por ende en España. Yo soy más sencillo, menos espectacular, me quedo con un pequeño pueblo de La Mancha de cuyo nombre siempre me da gusto acordarme: Qué bonito y emocionante el momento cuando el Sto. Cristo del Sahuco llega al encuentro con sus hijos devotos de las Peñas de San Pedro precedido de una marea de jinetes y mozos que cabalgan los 15 kilómetros que separan su santuario del pueblo del que es santo y seña. Sólo un año pude disfrutar de este lunes de pentecostés a esa de las 8 de la tarde en Peñas y he de decir que ni lo he olvidado ni lo olvidaré. Alfonso
ResponderEliminarPentecostes,con recortes
ResponderEliminarcon muchos costes,
sociales.
Nos habrá avandonado el paráclito?
Pero a pesar de todo,
tú, carita de porcelana
la más bella aldeana
de una aldea llamada Rocio.