viernes, 17 de septiembre de 2010
CIERRE DE PUERTAS
Echo la llave de mi feria; cierro los hierros de mi edificio hasta el año que viene, o hasta quien sabe cuando. Clausuro estos diez días de vanidades, derroches y jolgorios, y también de impostadas sonrisas, forzadas situaciones y artificiales festejos. Acabo con centenarios, quincenas, lustros y segundos, limpiando parafernalias, apartando falsedades y barriendo desprecios. Hoy a las doce, empieza el año nuevo, el nuevo tiempo, y cual cenicienta vuelvo a la realidad, a las calabazas y los ratones, porque las carrozas y los cocheros son ficticios, como tantas veces son las ideas que nos forjamos en la mente, como también irreales son los afectos y las confianzas depositadas. A cal y canto, la piedra y el hierro se conjuran para proteger a este templetillo pillo, iluso y confiado, que aquí se refugia de tantas zancadillas, de tantos obstáculos. Y que siga la fiesta...
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Cenicienta, despierta, antes de que la carroza se convierta en calabaza.
ResponderEliminarDespierta a la cotidianidad.
Deja la piedra y el hierro,
deja el cal y canto
rodeate de madera estofada
de láminas de pan de oro,
que no es sino alimento angelical
Pannis angelicus, nostrum refugium
pecatoribus
pero, ¿qué has tenido que barrer tú, hermoso mío?
ResponderEliminarfray escoba jajajaja
ResponderEliminarAy qué pena me da ver este comentario de la feria, aunque ésta no ha sido la mejor de mi vida. Pero ese cierre de puertas hasta el año que viene me da mucha tristeza.
ResponderEliminarvamos, veo a JT con el llavero echando la llave a la puerta de hierros, y dándole con la escoba a la gente que remolonea en el pincho, y me meo toa...
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