lunes, 10 de febrero de 2014

FRAY LEOPOLDO

Ayer fue el día del beato Leopoldo de Alpendeire, el fraile de Granada, ese capuchino afable y humilde al que el pueblo hizo santo antes que la jerarquía de la iglesia, que como en esto como en todo, va con mucho retraso, muchísimo diría yo.
     Fray Leopoldo es como un abuelito de barba blanca entrañable. Raro que me guste y le tenga una cierta devoción, porque yo no soy de santos fotografiados ni recientes. Pero este hombre me transmite muchas cosas buenas, un mensaje de sencillez, de humildad, de entrega y de silencio...
   Sí de silencio...porque cada vez lo necesito más e intento escucharlo en los alborotos y algarabías de casa, trabajo y calle. A veces el silencio dice más que un millón de palabras. A veces un hombre solo puede mover a millones como es el caso de Fray Leopoldo.
    Quien no haya ido nunca, que se acerque a su tumba en la moderna iglesia de los Capuchinos en la granadinísima Plaza del Triunfo, bajo el Hospital real. Es junto con la Basílica de la Patrona, el gran centro de peregrinación, de fervor, de devoción y de creencia. Porque las gentes humildes siempre han creído en él, y fue un santo en vida, sin grandes  hazañas ni martirios, solo siendo bueno. Personas de toda edad y condición le visitan, le rezan, especialmente los estudiantes en fechas de exámenes. Fray Leopoldo de Alpendeire es un santo de hoy y de mañana, sin leyendas ni adornos. Un testimonio que cabe en una sonrisa y en un recorrer Granada buscando el pan de cada día para los semejantes, y eso que a veces no es el pan de harina el que necesitan, sino otro hecho con levadura de amor y hermandad.
       Siempre lo llevo en mi cartera, con mis devociones más queridas. Tengo que volver pronto a Granada, a no mucho tardar y visitar su templo y sus calles. Os pongo para ilustrar el post la magnífica talla que ha realizado mi amigo Juanjo Páez para Roquetas de Mar. No olvidaros de hablarle, seguro que os escucha y seguro que sentiréis sus sonrisa.
           ¡ Paz y Bien!

2 comentarios:

  1. Es una talla muy buena. Enhorabuena al creador. Por su expresión y acabado, podría haberla hecho un artista fallero de los de renombre. Parece que expresa todo lo que debió ser este hombre bueno.

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  2. Fray Leopoldo de Alpandeire fue beatificado el 12 de septiembre de 2010, 49 años después de que se iniciara el proceso que culmino con la firma del decreto por el Papa Benedicto XVI. El acto solemne de beatificación tuvo lugar en la Base Aérea de Armilla de Granada, y a ella asistieron más de un millón de personas.
    Fray Leopoldo, eso lo sabemos todos, no era granadino; de hecho se llamaba ‘de Alpandeire' porque nació en ese pequeño pueblecito malagueño de la Serranía de Ronda y se acogió a una vieja norma capuchina, imperante entonces, en virtud de la cual los novicio, al profesar, renunciaban al nombre y apellidos con los que habían sido inscritos en el Registro Civil para adoptar el de algún santo en su caso podía estar relacionado con alguna fecha de su vocación y el de la ciudad donde nacieron.

    Buena semana y buen día-

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