Hoy toca pimientos. Aunque a algunas asiduas de este blog sea una hortaliza que les horrorice, pero claro cada uno es como es, porque habrá mucha gente que se extrañe de mi animadversión a las fresas en cualquier variante, pero para gustos colores.
Y es que me preguntaba que post gastronómico me faltaba ya por incluir en esta bitácora humilde y a veces anárquica. Pues estos pimienticos pequeños triangulares, de la zona navarra, que me he comido yo algunos de los auténticos de Lodosa, que me regalaron mis hermanas en las Angustias de esta villa, que ostenta la denominación de origen, son un auténtico deleite, rellenos de carne, de bacalao, de arroz, de esa especie de ensaladilla fina, de gambas o de lo que usted quiera. Calientes o fríos, que mira que hay pocos platos que resistan esta dualidad de sabores y temperaturas, como la tortilla de patatas que yo prefiero fría más que caliente. Ese piquillo que no se porqué le viene ese nombre pero que se han convertido en una tapa casi obligada y en un manjar exquisito. Os recomiendo si vais a Logroño, hacer un particular viacrucis gastronómico por la calle Laurel, donde en cada bar los hacen de una manera diferente, y cada cual más sugerente y sorprendente que el anterior visitado.
Otro día hablaremos de los pimientos de Padrón, con o sin suspiros de jamón. Y de los pimientos fritos con huevo, cuyo aceite mezcla es el más tentador para hacer barquitos de pan blando, con el consiguiente aumento de peso y colesteroles. Yo es que soy mucho de pimientos, y no digamos ya con pisto, que rico, pues está de maravilla para cuando tu vengas...
¡deja el pimiento! ¡que manera de sobalo!
Piquillo viene de pico, y yo ya me callo el mío que es tarde y ya no hablo más que es la una y pico. Rojos pimientos de piquillo, envoltorio de sabor a asado de los más variados envueltos, lo mismo hoy me homenajeo con unos y os cuento. Buen fin de semana, y no cerréis el pico aquí, que a mi si que no me importa un pimiento, al contrario.
Los pimientos están riquisiiiimos.
ResponderEliminarA mi por ejemplo, me gustan de todos los sabores, colores y mil formas de comerlos. ¡y con gran suerte! que me sienta bien en el estomago, Conozco a personas, que no pueden ni olerlos y les encantan, pero les va mal para su estomago ¡pena, ¿Verdad?.
En México los Chile, que en una variante del pimiento pican, pican, pican, a mi me daban malestar en el estomago, pero me tomaba un omeprasor y punto.
Buen día y que no se nos repitan los pimientos.....
Ajajaja, ¡Hay que ver qué energías tienes a la una y pico!. Yo, a esas horas, no puedo ni con el ruido del reloj.
ResponderEliminarNo me gustan los pimientos....ni de piquillo, ni rojos, ni verdes, ni fritos, ni asaos, ni de ninguna manera....ea.....
ResponderEliminarPero me encanta la frase: me importa un pimiento....creo que deberíamos usarla mas...
La Polo