"El fandango de Almería es azul como las olas.." y azules son las faldas de las refajonas, orladas de lazos también azules, con florecillas azuliblancas y raso celeste en el pelo. Almería es la explosión de cielos en azules, con el sol en lo alto, mirándose en el azul del mar de Cabo de Gata y las Negras...¡ay azul!
Se acercan ya las seguidillas de la Pandorga. Mil y un colores en las sayas de las culipardas, contrastando lanas y flecos. Señoriales mudanzas de Membrilla, Madridejos y Ciudad Real en la puerta de la Morena del Prado, rodeadas de vino desparramado en el renovado banquete estival que cerrará julio. Mi máquina del tiempo me lleva a aquellos maravillosos años, en que tan feliz creí ser, vibrando con las seguidillas de esta tierra que dicen hermana y al tiempo tan lejana...¡ay ayer!
Aniversario de mi año jumillano. Pronto.Este año no tengo castillo, ni duende ni hada. Ni palabra, ni canto. Jumilla iluminado contemplo desde lo alto de su atalaya, con aires refrescantes y nuevos, preludiando prematuras vendimias de un mosto entre granate y dorado, tras la danza de la "pisá". Voy marcando los pasos de una nueva danza, con el miedo a quedarme en blanco, a caerme, a olvidarme. Pero es que ya huelo mi anual e irrenunciable cita en la ciudad del vino, donde tanto aprendí, tanto sentí y tanto vi anochecer y amenecer. A los sones del fandango más cadencioso de España: "quiero vivir en Santa Ana, porque me gusta el oír las campanas del convento..."...¡ay vivir!
Vaya!!!! Y después de traerme a la memoria recuerdos de verano del presente mes, me traes la Pandorga!!! de esa ciudad, Royal City, en la que pasé 5 añicos de mi vida, haciendo lo que gusta, y viviendo como un rey, ahora que lo pienso. Allí conocí el valor de la amistad, lo que se necesita a la familia, mi primera noche de aquel 29 de septiembre, parecia el del Camino de Delibes... y si, lloré como buen dramas que soy. Años dorados en Ronda del Parque y Pedrera baja, que nombres mas regios, para una ciudad de nombre real. Y si me centro en el Prado? ains el Padro, austera y magnifica basílica mas que catedral, la cual veía al mismo salir a la calle, y me dormia con sus campanas que competian con las del convento del Carmen. Con esa manchegona me confesé yo en alguna ocasión, morena, guapa, y siempre presente, vestida de verde prado la conocí y de verde prado me despedí ya hace dos años largos, bueno solo fue un hasta pronto. Con carroza de plata, y retablo de Merlo, raro era no visitarla por la mañana temprano, hacer un alto con la maleta de camino a la estación... vaya!!!
ResponderEliminarLa Pandorga, tan popular como guarra, pues vino hasta en partes del cuerpo que uno no conocia, jajaja. Me recuerdan mas a las cervezadas entre el Ave y la Uni, ains, que bien, y que flequillo el mio en aquellos tiempos... jajaja.
Buena tierra, lejana, idealizada, arromanzada, calurosa y suave... Ciudad Real.
Francho
Mira, no hablemos de Jumilla, que aún viene a mi recuerdo la noche tan heavy que pasamos hace....cuantos años ya? jajaja vaya nochecita, para el recuerdo forever jjjjjj besicos
ResponderEliminarLa Polo
Observo que te has olvidado del día de la exaltación del traje manchego en la feria por parte de aquellos de los que no hablamos...bueno, quizá sea un poco pronto, tienes razón. Estaré atento a tu blog a partir de mediados de agosto...
ResponderEliminar¡que tarde-noche-madrugada aquella! madre mía Polo, que tiempos aquellos con la Japo, la Fergu etc...ya tenemos algo pa contar a los nietos, a los tuyos,claro jeje
ResponderEliminarTiene Jumilla un vinico
ResponderEliminarque es una especialidad
y el que se bebe dos tragos
derecho no puede andar.
¡Vivan los y las jumillanos/as!