Carmen, Carmen. Uno de los nombres más bonitos del mundo, una de las devociones más extendidas, uno de los días especiales del año. Remembranzas de aquel Carmen sevillano, en las vísperas de cantos marianos en la capillita del puente de Triana, oliendo a río y a mar. Frenético maratón por Santa Catalina, San Leandro y la Macarena buscando las Señoras de hábito marrón y capa blanquicrema, que en la maravillosa Hispalís reinan en la tarde-noche del día más carmelitano del año. Soledad claustral del Buen Suceso, que no se asoma a la calle, pero toda la sevillanía carmela va a postrarse a sus plantas. Y el diecisiete, la calle Rioja acoge a la Santa de Avila, al Niño de Praga y a la Excelsa Carmen del Santo Angel, entre pétalos y música. Y parece que huele a sal y arena...
Atardeceres del dieciséis en el Barrio colorado de mi Murcia de amigos y sensaciones. Solitaria Madre del arrabal de enfrente, sin niño en brazos, bella estampa napolitana donde empieza la huerta y sus dominios. Rojo y marrón en este día de simbiosis de Sangre y Monte-Carmelo. Benditas calores, sudores de rezo y raza en el Carmen murciano.
Carmen de San Cayetano. Cuestas cordobesas, tras un día de boda en Córdoba, mi ya olvidada quimera, oliendo noche por las Ollerías, con palio blanco, soñando con otros de Miércoles santos, mientras el Señor Caído aguarda en su capilla. Córdoba siempre en mi vida, en mi deseo.
Estancia en el carmen de Calahorra, con la imponente señora que veló mis sueños aquella semana, y que me dio el privilegio de pasar de mi estancia a su capilla cuantas veces quise, mirando el río Cidacos y la bella catedral calagurritana. Tiempos aquellos...
Mil besos a Castañuela, Ternurica y a mi prima Carmen. Mil abrazos a sus devotos. Mil cariños a los que aman el mar. Mil afectos a quienes hacéis posible mil y un Cármenes.
Hoy me pongo mi escapulario, de oraciones, lágrimas y sentimientos. Que siempre me asista y nunca me abandone. Dieciséis de julio...¡Viva la Virgen del Carmen!
El 16 de julio, siempre me supo a pueblo, mas que a mar, recuerdo perfectamente y ya algo idealizadas, las tardes en el patio de mi abuela, cambiando las macetas de los lirios, de las suegras y las nueras, pues según ellas las cebollas se cambiaban para el Carmen, arreglando ese particular vergel manchego, donde un día hubo higuera, geranios, jazmines, donde se escondían lagartijas, y donde la sombra de un toldo de telas viejas resguardaba del sol. En este día salía yo del pueblo con la bici camino del cementerio a ver a la Carmelitana por la cerradura de su capilla. En un día como este, recibí yo la noticia que desahogaría un verano que se presentaba doloroso, y desde entonces lo celebro con una siesta en el Ramblón, con una mirada al Mundo, con algunas notas de órgano, y un popular paseo con esa mujer de largo cabello castaño, de tez de porcelana y graciosa descendencia. Y regresando a mi casa, ya sin patio, sin macetas y sin abuela, recuerdo estas y otras vivencias, y espero que se repitan, y vengan nuevas y mejores, pues para el Carmen, siempre se cambian las cebollas de los lirios.
ResponderEliminarFrancho
Vaya par de poetas estais hechos, piiiijo!!! mancheguicos teniais que ser.
ResponderEliminarun besazo.
Gracias por mencionarme, gracias por acordarte de mí (fuiste el primero en felicitarme).
ResponderEliminarGracias a este blog "templetillero" que nos ha hecho ser más primos, y querernos más. Bendito el día que lo descubrí.
Gracias por ser como eres.
Gracias.
Bendita la Reina del Monte Carmelo
ResponderEliminarque el Santo Profeta Elías previó
llenó de su gracia la tierra y el cielo
y al Barrio del Carmen su nombre le dio
Cantemos su gloria, de Dios fue sagrario
Divinos fulgores irradia su faz
vistiendo a sus hijos el escapulario
les inunda el alma de amor y de paz.
De un carmelitano de nacimiento y de corazón, nacido, críado y protegido bajo el manto de la Reina y Hermosura del Carmelo, de la Patrona del Barrio, de la Azucena de San Benito, de la Madre Coronada... Un fuerte abrazo al autor de tan sentidas palabras en la fiesta del Carmen.
La Virgen salió preciosa a recorrer su Barrio el pasado sábado tras una multitudinaria novena, ofrenda de flores y Misa Solemne en su honor... y subió a lo alto del Puente límite entre el Barrio y la ciudad mientras la vieja campana de la hornacina de los Peligros repicaba y saludaba a la Virgen del Carmen antes de empezar su retorno a la Arciprestal que lleva su nombre. Alfonso.
Como dice la preciosa salve carmelitana de Cádiz......
ResponderEliminarDios te salve, Reina y Madre, Capitana celestial, de los mares, mis cantares, traigo bañados en sal, Estrella de la Mar, Dios te salve, Reina y Madre, Capitana celestial !!!
En efecto, gran día el de Santa María del Monte Carmelo, aunque a mí me gusta y me seguirá gustando siempre el apelativo popular, Carmen, que es uno de los nombres más bonitos que pueda llevar una mujer.....
Bienvenido Jacob a este modesto cuaderno de ideas y sentimientos. Espero que de vez en cuando me traigas la chispa de tu buen humor y la luz de tu tierra indálica, tan querida por mí. Buena gente, mejor cofrade, esta es tu casa. Un abrazo
ResponderEliminarNo podía pasar yo sin ver a la Virgen del Carmen en su fiesta. Pero esta vez ha sido un poco especial para mí, puesto que devoto soy de la del Barrio del Carmen de Murcia, pero este año no he ido a verla a ella, sino a otra más humilde que se venera en un pequeño caserío en las faldas de Carrascoy. En este caserío llamado Cuevas del Norte (Cuevas de Nortes era su nombre original, ya ves!!) nació hace 83 años, Gumersindo Barrancos García, mi padre. Este año he querido que sea así, en su honor. Pero la Virgencica del Carmen de mi Barrio de Murcia que no tema, que el año que viene voy a verla... que lleva en su corona un anillico mio, como prenda de mi cariño hacia ella. Un abrazo templetilleros... un abrazo, Templetillo. Gúmer.
ResponderEliminarGracias de todo corazón por la acogida. Sin duda seré un asiduo de tu blog porque se nota que se hace desde el corazón. Un afectuoso saludo y gracias de nuevo.
ResponderEliminarGracias por la acogida. Sin duda seré un fiel asiduo de tu blog porque me siento identificado con muchos de los posts. Indudablemente salen del corazón tan bellas palabras y eso llega. Gracias de nuevo y un saludo afectuoso.
ResponderEliminar¡Que día más hermoso! Siento a mi lado a mamá-Carmen y tengo a Carmen María.
ResponderEliminarGracias por esta referencia a la Virgen del Carmen.
PD: espero ansiosa el post de Santa Ana
El texto es precioso, como sabes hacer la comparación del mar con el mar de la mancha, las largas llanuras cubiertas de trigales. Y por encima la Madre, bajo la advocación del Carmen, cuidando y protegiendo a sus hijos dispersos por Sevilla, Murcia, etc. Que la Madre del Carmen nos sigua protegiendo con su escapulario, Amen.
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