Sangra mayo entre venas verdes de las espigas en plenitud. Invaden las amapolas este terruño sobrio y austero que se transmuta en mil y una raya a modo de refajo de "pepinos y tomates", de los que decían mis instructoras de folklores y saberes. Algunas retamas y florecillas amarillas sirven de avance cromático del dorado que en nada cuajará campos y secanos, con la espiga derrotada, senecta y dispuesta al paredón de la hoz, de la siega, del corte.
Del rojo de mayo al amarillo de estío, y después morado de otoño y blanco de inviernos...mi tierra es una recatada paleta de óleos de colores, donde a veces se cuela el negro que se emborracha en grises, de nubes, de desaires, de oscuros. Mientras, me sigo embelesando en la contemplación de colorados paisajes, con el techo del azul intenso ya anhelado, viviendo sin el temor de las pasadas y las inoportunas lluvias, que tal vez limpiaron, o tal vez embarraron la germinación de vidas, flores y sueños. Siempre en rojo, encarnado telón, coralado escenario...pequeño teatro del aire y la tierra, mientras sigue comiéndose mayo mis esperas y algún que otro mal, o regular recuerdo.
Qué chulo, Juan Carlos...como siempre te digo...qué bien escribes jaja espero que te vaya todo bien, y que andes mejor de ánimos. A ver si hablamos, que de aquí a nada tenemos faena. Últimamente ando un poco desconectado del mundo porque estoy en plena campaña de exámenes (que no electoral). Luego te cuento cosicas jajaja UN ABRAZO!!!!
ResponderEliminarGracias amigo mío! me alegra cuando te pasas por a quí, estudia que pronto tenemos zafarrancho porque ya me noto atacado...te llamo
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