Pensaba hablar hoy de San Pancracio, que para eso es su fiesta. Sí hombre, de ese santo vestido de rojo y verde con el libro en la mano y que rodeado de perejiles es invocado como mediador en salud y trabajo. Ahora vueleve a estar en boga, después de estos años de vacas gordas, ficticias, de brillo falso donde todo sobraba, todo era fiesta. Días de vino y rosas...y que por cierto no conozco a nadie que se llame Pancracio, ni sé si es patrono de algún lugar.
Pero Lorca se me ha metido en el blog, en el pensamiento y en el corazón. Porque hoy ha sido nuestro Haití particular, y veo en la tele el desastre y escucho los llantos de mis niñas lorquinas ¡como os echo de menos! con sus casas devastadas, con la pared y el alma resquebrajada. Lorca es hoy centro del mundo, mientras viniendo de camino ninguna radio informaba de la tragedia porque era todo monotema el partido del Barca, y es que bendito país este...
Ciudad del sol. Taller del tiempo. Rivalidad mariana en blanco y azul. Dolores y Amargura que hoy se hacen más patentes en esta tierra de la patrona real de las Huertas, donde el sol ilumina su horizonte y su verdor,en la polvareda de la tierra desgajada hoy, roto el cielo y el suelo, la paz y el consuelo.
Hoy la parranda lorquina, que salta en el vacío y la gravedad se torna en tristeza de la malagueña sentida y lenta. La jota lorquina no es explosión de gozo y orgullo de ser de allí, está apagada, parada, asustada. Remembranza de tan buenos momentos, de migas compartidas ¡esas migas de Lorca!, esos crespillos, esas risas, tant@s amig@s, inolvidables horas, parada y fonda de mi último viaje en pareja...
Hoy me siento lorquino, blanquiazul. Mayo nos ha traído esta historia de terror que parecía que no va con nosotros. Esta noche me siento privilegiado de dormir en mi casa, en mi cama, olvido desaires y desplantes y borro búsquedas innecesarias de agujas que nunca traen nada bueno, mira sino la Bella Durmiente, la pobre...
Y deseando pasear de nuevo por San Patricio, Santiago y San Mateo, viendo el castillo decapitado en lo alto, y las altivas calles, bajando a la alameda, sintiendo Lorca.
Deseo que toda la buena gente murciana que cononzco estén bien, ha sido impresionante, incluso aqui lo notamos, beso y ánimos para tod@s.
ResponderEliminarLa Polo
Todo el mundo llora a Lorca.
ResponderEliminarEl Peque dice que se ha caído la cúpula de San Francisco y que Santiago no está en pie. Todos vimos por la tele como se derrumbaba la torre de la Virgen de Las Huertas. San Mateo también está afectado y San Diego sin espadaña.
Las casas llenas de escombros: platos, vasos, cristalerías, figuritas, televisores, cuadros, espejos... todo por el suelo hecho añicos.
Tardarán los queridos lorquinos mucho tiempo en recuperarse. Algunos no se recuperarán nunca.
Mi oración por todos ellos (esas dos embarazadas y el niño de 13 años del barrio de La Viña, donde mi hermano estuvo cinco años).
... y sin llamar a Isabel Alcaraz para saber de ella.
Pepi
Una vez enterado que todos mis amigos murcianos están fuera de peligro, elevo mis plegarias por los que lo han perdido todo, incluso su vida. Ojalá Lorca se recupere pronto y vuelva a ser esa población alegre y festiva. Ojalá puedan dejar los cascotes y regresen a esos bordados sin igual. Que la Virgen de los Desamparados les ampare a todos.
ResponderEliminarEste tipo de desgracias, a mi parecer fruto de la tan castigada naturaleza, nos debe abrir los ojos y el alma a los que "la hemos sentido" fisicamente y vivido la catastrofe de Lorca desde la pantalla de televisión.
ResponderEliminarPara hacernos recapacitar que la vida te cambia en minutos o segundos.
Para no darle tanta importancia a lo que no la tiene, y vivir la vida dia a dia lo mejor posible. Aunque sintamos desaires y desplantes.... como tú dices.
Mi solidaridad con la ciudad de Lorca y todos los afectados.
Llevo todo el día con una congoja y unas ganas de llorar. Es que es Lorca, mi amada ciudad de Lorca, la barroca ciudad de Lorca. Y por supuesto que las víctimas son lo más importante, lo que más se siente. Pero los que hace dos semanas estabamos en San Francisco gritando "Viva la Virgen de los Dolores", "Viva el Paso Azul" y ahora vemos cómo la sacan de su templo porque se viene abajo... Se me parte el alma.
ResponderEliminarPero Lorca renacerá de sus escombros, estoy seguro. Y Santiago, San Diego, las Huertas y, por supuesto, San Francisco, volverán a ser lo que fueron. Y espero que, si no el año que viene, al siguiente, pueda volver allí a gritar con fuerte voz: "Viva el Paso Azul"... "VIVA LORCA".
Gracias guapos por llevarnos en el corazón. Nosotros también lo hacemos. Un beso.
Gúmer y Juan Carlos.
Todos estamos conmocionados con lo que ha pasado en Lorca, y más ahora que tenemos amigos lorqueños gracias a este blog
ResponderEliminarson lorquinos y lorquinas, querida e idolatrada devota
ResponderEliminarYo escribí un comentario aquí, que luego no he visto publicado... A veces estas cosas no funcionan... Iba sobre Lorca, mi querida Lorca. La que he aprendido a amar por sus gentes y no por sus múltiples monumentos. En otro país, Lorca sería ciudad monumental de primer orden... Pero cuando se tienen tantos monumentos, se acaba por no hacerles caso. Y mira tú por dónde, ahora que están todos tocados, muy tocados algunos, por el terremoto, se viene la gente a acordar de la monumental Lorca. Y pensar que hace tres semanas yo gritaba con ellos "viva la Virgen de los Dolores... viva el Paso Azul", desde el majestuoso templo de San Francisco... y ahora no se puede entrar y, tal vez, tengan que derribarlo... Me mata sólo el pensarlo.
ResponderEliminarPero mi dolor no es ya tanto por los edificios, que pueden al final reconstruirse. Mi dolor es el verlos a ellos, a mis lorquinos, con miedo, resquebrajados, asustadizos... Eso es duro.
Besos a todos desde Murcia y de parte de mi lorquino favorito, muchos abrazos y las gracias por acordaros de él/ellos. Gúmer.
No se me van de la cabeza. Todos los templetilleros con Lorca, con todo el alma, con toda la fuerza, con todo el amor. Gúmer eres muy grande!
ResponderEliminarCuatro meses y medio después de la tragedia, Lorca sigue temblando lo hace de una manera más discreta, pero cada noticia sobrecoge a cualquiera, incluso de aquellos que juramos no llorar más al oir algo sobre los terremotos.
ResponderEliminarAmigos, 48 horas llorando, un desconsuelo constante... La tierra se sacudió, cual perro mojado que se despoja de las últimas gotas de agua. Todo se cubrió de polvo, tan sólo comparable con las imágenes que tenemos del atentado de las torres gemelas o las guerras lejanas.
Vi como caía el techo de la Iglesia de Santiago, que una vez más en su historia tiene que volver a ser restaurada (anteriormente por otros terremotos, batallas o inundaciones).
Temí porque me cayera encima la Excolegiata de San Patricio, y me sobrecogió el recorrido por el centro de Lorca con los edificios destrozados y la gente herida por las aceras.
No podré olvidar al chico de Protección Civil que me sacó de debajo del Ayuntamiento, en sus brazos, protegiendome y calmandome con su profunda voz. No podré olvidar del momento en que vi a mis hermanos. El tener que trabajar, siendo una damnificado. No podré olvidar la cara de mis familiares cuando a las 2.30 de la mañana llegué a mi pueblo. No podré olvidar la necesidad de decirles a mis hermanos que les quiero. No podré olvidar el sonido de la mañana del 12 de mayo en Lorca, tan sólo sollozos y sirenas. No podré olvidar el abrazo que me dio aquel que el terremoto trajo a mi corazón.
Hoy Lorca intenta renacer... lucha por ello... Se acabó la feria y ahora toca que el sentimiento lorquino, ese que ha hecho grande la ciudad, tome el mando y Lorca vuelva a ser una ciudad patrimonial (hoy nos ha visitado la Ministra de Cultura), turística, comercial y acogedora.