Porque la Virgen de Cubas siempre ha estado presente en mi retina, desde niño y a la niñez me devuelve. La vieja estampa en blanco y negro enmarcada en aquel marco encima del mueble, o la que mi padre siempre ha llevado en su cartera. Y me sucede que el paso de los años me devuelve a la infancia, y esta es una de mis imágenes más recordadas, más queridas. Y siempre la hospitalidad de las buenas gentes jorqueranas y ribereñas, que son otra familia paralela más, y donde tan buenos y felices momentos he pasado. Y con acompañantes de lujo, con castañuela en su esplendor...
Ha sido mi mejor jornada de reflexión. Porque viendo la cara de la Virgen , saltándome la lágrima al escuchar las poesías que le recitan, los acordes de marchas procesionales y sobre todo el fervor y la identidad de los jorqueranos, he tenido una meditación sobre el ayer y el hoy, sobre lo bonito y lo bello, sobre la paz y la tranquilidad, sobre todo lo vivido en este 2011... Y siguió la reflexión mientras las campanas volteaban anunciando que la Virgen entraba en la gótica parroquia para pasar en ella su última noche.
Mis deberes ciudadanos me impiden hoy bajar las cuestas contigo, Señora. Pero siempre mi corazón va lleno de tí, de agua del río, de verde de huerta, Señora de Jorquera, flor de Cubas
Que post tan chulo, yo ayer también me emocione un montón cuando la vi en la iglesia preparada para la romeria..., porque siendo mis raices Bormateñas....recuerdo cuando con 15 años nos ibamos andando desde Bormate hasta la casa Trujillo, dónde es el primer alarde, y luego todas las amigas andando hasta Cubas....que tiempos aquellos, nos llevabamos un bocata y a pasar alli el día,y porque no decirlo a tontear con los muchachos Jorqueranos......que alguno había que me pretendia jjjjjj, juventud,divino tesoro.....
ResponderEliminarLas fotos te han salido preciosas, el año que viene volvere a ir, si no al alarde a la procesión, Viva la Virgen de Cubas......
La Polo
Verdaderamente, cuando tienes devoción por una imagen concreta y vas a verla, el primer momento, al entrar a la iglesia y contemplarla, es un momento de emoción intensa, de sensaciones profundas, de recuerdos y lagrimilla contenida. Esa sensación la tengo yo la víspera de la romería de Belén de mi pueblo. Esa imagen que es hija y madre de mi padre, me devuelve su rostro y su voz; su olor y su huella... No debemos perder eso, nuestras tradiciones, nuestro origen. Jamás debemos perderlo, pues nos perdemos a nosotros mismos. Un besico pa la Encarnica y otro para mi Temple. Gúmer.
ResponderEliminarLa Manchuela. Preciosa la región y también tu relato. La niñez. Quizás se disfruta tanto porque en ese estado no existe el mañana...
ResponderEliminarComo siempre preciosos tus posts, pero en este en concreto has dicho una verdad muy profunda que yo también y con tu misma edad he experimentado. Ahora salen muchos recuerdos y enseñanzas de la niñez a resurgir y de una manera fuerte y profunda, el verdadero legado de la enseñanza que percibian nuestros sentidos de nuestros padres y nuestros orígenes.
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