Viernes 13. Sin terror, con agua, con frío, sí, ese frío que dejan las humedades de este agosto que nos ha sorprendido con tormentosa rabia, como muchas veces es la actitud de las personas. Granizos destructores, en campos y pueblos, incertidumbre de la inestabilidad sobrevenida antes de empezar la bacanal festiva de la Virgen de Agosto y San Roque. Trece días que restan de verano, que irá languideciendo, y muriendo poco, allá por los días de Bartolomés y Ramones. Trece razones que me traen trece ideas nuevas, trece propósitos, para conjurar supersticiones y lamentos; y en este primer día de asueto y desobligación me juramento para no dejar que mi perdiz mental sea mareada, que no, que ya me vino el descanso y el remanso.
Los cristales empañados después de tanto tiempo, y el pavimento húmedo me traen imágenes de meses pasados, que ya sólo son eso, pasado, algo muerto e irrecuperable. Y el momento me saborea el ahora y me anuncia el y lo que viene.
Tiaaaaa!!!!
ResponderEliminarQue te ha dado el bajonazo estival,no?
No puede ser, no lo podemos consentir. Así que a alegrearse y aescribir cosas alegres porque bonitas lo son siempre.
Un beso enorme.
viernes 13 terrorífico
ResponderEliminar¡qué ratico, hijo mío! ¡qué pedruscos caían del cielo! mi pobre coche apedreado
para mí fue terrorífico, se agradece el fresquito para los que este mes estamos trabajando, pero no con esta violencia
si ya lo dice el refrán: en agosto, frío al rostro
16 de agosto de 2010 12:32