Abogado de la peste, peregrino francés a Roma, romero medieval, hoy es la fiesta de Roque de Montpellier, que después de ayudar y cuidar a los enfermos, fué un apestado más, aislado, marginado, solamente consolado y acompañado por un perrillo, porque a veces, los animales demuestran más sensibilidad que los humanos. Este país mío de péndulos y pasiones, arde hoy en fiestas también, prolongando el derroche de patronas y asuntas de ayer. El santo de esclavina, báculo y can, sale de sus ermitas y parroquias y a él nos encomendamos ante nuevas pestes, nuevos miedos...porque siempre necesitamos aferrarnos a algo o a alguien en momentos de temor y zozobra. Roque dió testimonio de solidaridad y entrega, y si estuviese en nuestros días probablemente ayudaría a las hermanas de Teresa de Calcuta, o la gente de Vicente Ferrer, o al Padre Pateras o a los miles de anónimos misioneros que dan testimonio de un mensaje cristiano en el que creo y que me reafirmo, y que poco o nada tiene que ver con dogmas, obsesiones y anacronismos de tantas cabezas mitradas y anquilosadas.
Y como Roque, el templetillo emprende un periplo romero, más lúdico, sólo, sin perro, pero con vosotros, porque sé que estáis ahí, y queréis que esté también, afectuosa y sinceramente. Marywan, te echo-chamos de menos, espero que María la Portuguesa te dé recuerdos pa servidor, aunque lo mismo me tienes que preparar el sofá...
Mañana, San Roquillo (continuará)
No nos abandones esta semana por mucho periplo romero que hagas que internet está en todas partes.
ResponderEliminarbesos
Bonito tapizado del blog, ¿es nuevo o lo has sacado del arca?
ResponderEliminarEcho de menos a lepetitedepaille y a la marywan.