viernes, 24 de mayo de 2013

TRUJILLO

Uno de esos lugares a los que siempre se desea volver. Una de mis escalas imprescindibles en mis viajes por la tierra extremeña. Trujillo. Ciudad de los conquistadores, de los palacios señoriales, de la gran plaza soportalada, del castillo, de las cigüeñas, de los atardereces.
  Lo he vivido en verano, en invierno y en primavera. Tal vez debería ir en otoño, porque el otoño es una época preciosa del año, y ya casi es la época de la vida en la que me encuentro. Pasear por sus empedradas calles en cuesta, rumbo a la fortaleza vigía, santuario de la virgen blanca de la Victoria, que mira desde su hornacina a la ciudad. Iglesias impresionantes como Santa María, con suelo de recia piedra y cristos góticos, y arte, mucho arte. Patios de los palacios construidos con el oro de las indias, por aquellos soñadores recios, de tierra áspera, que cruzaron mares para conquistar, algo que a algunos nos cuesta, tal vez sea porque no sabemos ni cruzar un charco.
    He vivido en esta plaza el sol, la lluvia, la niebla y el atardecer. Sobria y verde tierra cacereña. Tan cerca de Guadalupe, mi debilidad y de Cáceres, la gran joya desconocida. Reponiendo fuerzas en La Troya, donde el saludo es una tortilla de patatas por cabeza, y si pides sopa no te ponen un plato sino la sopera, y si pides caldereta o migas, una bandeja, hasta que se acabe.
     Dulce regusto de las perrunillas o las yemas de Pizarro. Hace tiempo que no vuelvo por la extremadura, como a tantos sitios, ya va siendo hora, aunque sea sin copiloto. Porque nadie necesita de nadie más que de si mismo. Asi que carretera y manta, y nos vemos en Trujillo, en la plaza, a la hora de comer.

6 comentarios:

  1. En Trujillo, los huevos del caballo del espartero!.
    Y su buena comida!.

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  2. He tenido el placer de visitarlo y es un sitio encantador, merece la pena ir, nosotros paramos a la ida y a la vuelta de camino a Lisboa, y pasamos alli una noche, lo recomiendo, a mi me gusto muchismo.....
    La Polo

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  3. Es curioso que esté trabajando en temas de aquella zona desde aquí y no conozca nada de nada de Extremadura. Incluso creo haber reservado hotel alguna vez a mi jefe en Trujillo. Le voy a dejar caer lo de las Perrunillas o yemas de Pizarro, a ver si se le ve un detalle.

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  4. Extremadura....el nombre no concuerda con sus gentes, ciudades, pueblos o paisajes. Ese "extrema duris" (mas allá del Duero) san benito" dado en tiempos de guerras y reconquistas entre "quasi hermanos" unas veces amados, otras tantas odiados.
    Solo conozco Plasencia (encantadora), Guadalupe (misteriosa y celestial)...y los pueblos de Cuacos de Yuste y Jaraíz de la Vera, de camino a esa ciudad que me atrapa cuando voy que es Lisboa.
    Gracias por llevarnos de tu mano y tu teclado a Trujillo y llenarnos a la vez el estómago y el espiritu.

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  5. ¡Trujillo! una visita encantadora con mi familia "disfruta en esa plaza"

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  6. No puedo comentar este post sin llorar.
    ¡Que recuerdos!
    Pepi

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