miércoles, 15 de mayo de 2013

GOYESCAS

Hoy es San Isidro. Pero no voy a escribir del santo patrono de los agricultores, celebrado en tantos lugares con romerías y fiestas. Pero como es el patrón de Madrid, y hace tiempo que no toco las indumentarias, hoy tocan: goyescas.
   El traje de "goyesca", que representa a la Villa Y Corte es uno de mis preferidos, tal vez con el de manchega ( de Albacete, el de toda la vida), labradora valenciana y alguno más. El prodigio de madroños, borlas, encajes, justillos, camafeos y lazos, de un inusitado despliegue de color, conjuga el terciopelo, la seda, el tul, el raso y mil y un componentes para configurar esta indumentaria, de la que no podrán decir los "catedráticos en folklore" que es inventado por la femenina organización, causa de todos los males en el folklore, que ellos ya se encargan de reinventar, readaptar y sobre todo especular económicamente. Y no lo pueden decir, porque el sordo de Fuendetodos nos dejó un completo book de como vestían las majas y los chisperos, que son dos palabras que me encantan,  en las estampas populares de sus cuadros y tapices, como "la gallinita ciega", "el pelele" y tantos otros, en aquellos tiempos de ilustración, invasiones y fracasadas expectativas.
    Las clases altas copiaron el vestir de las clases populares, en un intento de acercamiento a las mismas, tras la entrada de influencias francesas, adaptándolas con ricas telas y adornos. Goyescas madrileñas que bailaban tiranas y boleros, fandangos y seguidillas a la luz de candiles, esperando "manolos" embozados en capa, de altaneras formas y redecillas. Goyescas del intermedio de la ópera granadiana, de altas peinetas, mantillas y guantes. Goyescas de ojos profundos y pícaros tras el encaje del abanico, como la gran Imperio en la película del mismo título.
    Esto si que es siglo XVIII de verdad. Y elegante. Y sobre todo de verdad. Trajes hermanos de los de las piconeras gaditanas y las manolas granadinas. Debería ser adoptado como traje representativo español, que no solo de faralaes vive el hombre. Porque este es señorial, airoso y favorece, y mucho.

      Jugando a la cometa, en la Pradera de San Isidro, junto a la ermita...y Goya mirando de reojo...
     

5 comentarios:

  1. ¡No de faralaes vive el hombre!.
    ¡Ni de fanfarrias, ni de fanfarronerías!.
    Pero la alegría de un volante revoloteando al vuelo y en sones de castañuelas, guitarra, palmas y copla. Si se puede vivir la vida, con el aire de un volante; acariciado por un abanico español y ese viento renovador, podemos llevar mejor los malos momentos.

    Y!......
    sobre las Goyesca.....
    se te olvido las corridas.....

    La corrida goyesca (de Ronda o de cualquier otra ciudad) está compuesta por matadores de toros, banderilleros y picadores, todos ellos vestidos con trajes goyescos, una vestimenta surgida en el Madrid del siglo XVIII y utilizada hasta el siglo XIX por su burguesía para, posteriormente, extenderse su uso al resto de España.
    La primera corrida goyesca de Ronda se celebró con el II Centenario del nacimiento del torero Pedro Romero en el año 1954 y por influjo de Cayetano Ordóñez en la plaza de toros de Ronda, propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda.
    La segunda corrida goyesca hubo de esperar a 1957. Será la primera edición en la que el hijo de Cayetano, Antonio Ordóñez participe. Este matador se convertirá en el auténtico centro de las goyescas y en su empresario. Gracias a su labor durante todos estos años, las goyescas son una fiesta destacada del calendario taurino, ejemplo de la tauromaquia de nuestros días, y en un acontecimiento social y cultural que trasciende a la propia ciudad de Ronda.
    Actualmente, se celebran durante los primeros días de septiembre enmarcadas en la Feria de Pedro Romero junto a una novillada sin picadores y otra de rejones, así como el Concurso Exhibición de Enganches de Ronda. Francisco Rivera Ordóñez desempeña la labor de empresario para esta tercera etapa.

    No solo de Mujeres es el mundo Goyesco!...


    Buen día......

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  2. Goyesco...
    Se me antoja a refinamiento popular. Siempre me gustó ese aire aristocrático y a la vez su empaque puramente español. Al igual que tú, pienso que es el atuendo ideal que representa el espiritu de nuestro pais fuera de cualquier controversia con el resto de trajes(se me viene la memoria tambien el de lagartera, tán rico en filigranas bordadas)...de esta hermosa y diversa España.
    Recuerdo que en casa teniamos como en lugar preferente una reproducción del cartón de Goya "La Vendimia". Si bien el atuendo de las damas en este caso no es "goyesco" el caballero del primer término si lo lleva y con unos colores atrevidos y muy luminosos...bueno me estoy "yendo por los cerros de Úbeda"
    ...que me encanta tu blog de hoy!

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  3. Nene, está muy bonito el traje, el colorido, las hechuras...etc. Pero si miro la foto de las goyescas, es lo único que parece corresponder con la Primavera porque...¿Qué fondo es ese que has puesto? Diria que estamos en otoño de cara al invierno... hay que ver que gris estás, leche.Y no tropieces otra vez con la misma piedra. Mejor cógela y tírasela a alguien a la cabeza....en sentido figurado, claro.

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  4. Aun con el día de perros que hace, la tarde amenazando tormentusco y la pradera encharcada (como para comerse allí la tortilla) está la bajada de General Ricardos hacia la pradera de gente que pá qué. Eso sí, lo que se ven son chulapos y chulapas, manolos y manolas y algún que otro chispero. Pero majos, ni uno. Es más popular vestir de castizo con mantón de manila y vestido chinés las chulapas y con parpusa, mañosa, gabriel, safo y babosa, calcos y alares los chulapos. Y de fiesta para celebrar con La Revoltosa el santo de la Isidra tomando agua, azucarillos y aguardiente, bebiendo agua del santo y comiendo rosquillas tontas y listas. Buen San Isidro

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  5. Reproducciones de los populares cartones de Goya estuvieron colgados en el pasillo de casa años y años...eso sí, pintados con barniz a brocha gorda, para que simularan pinturas al óleo ¡que cosas tenía la Anita! Jajajaja

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