martes, 9 de noviembre de 2010

POR LA CALLE BAILEN


 Calle Bailén adelante, viejo y regio Madrid, en paseos de atardecida en sábados de otoños y eneros. Silueta recortada que se me aparece desde el callejón de la ópera, cambiando el mundo de tráfico y sigloveintiuno por barrocos y cortesanos espacios.
       Arcada umbilical con la nueva catedral de la matritensis episcopalis, que hoy está de fiesta, de esta patrona oficial de la Villa y Corte, siempre a la sombra de la castiza y agosteña Paloma y a remolque del Señor de morado de manos atadas e interminables colas.
   Santa María la Real de la Almudena, inusual patronazgo en este mes de ánimas y sanmartines, constructora de puentes y festivos, elegante y reivindicada, con su cúpula alineada con la del Magno San Francisco, calle arriba.
             Viaducto de las miradas y las muertes acristaladas y saboteadas. Calles que enfrente suben a los austríacos barrios, donde iglesias y palacios conviven con tascas y pubs. Y me llega un ataque de nostalgia, pero también de placenteros recuerdos, porque quien sabe si pronto no paseo por allí de nuevo.
               Y Eolo y sus poderes me tienen agobiado con su cruel y fuerte susurro, rodeado por la conjunción de hojarascas, vendavales y ventiscas, que en esta sexta estancia aún se agigantan y se crecen. Feliz día de la Almudena, feliz paseo, felices sueños...

5 comentarios:

  1. Mary Wan Kenobi almudenado10 de noviembre de 2010, 0:31

    Mucho mas bonica mi casa y mas agradable para sentarse, que la calle bailen. Claro que si sumo las veces que has estado en la calle bailen o en mi casa, pues gana la calle, que a ti te gusta mucho la calle... y un viaje. cuando te vienes? que cambié el baño y no lo has visto...

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  2. refresco tu memoria, pero te recuerdo que sí que conozco y he usado tu baño, cierto sábado de noviembre horas antes de mi periplo por tres provincias en una noche...¿no te acuerdas? y a ver si voy por Los Madriles que desde febrero na, pero na

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  3. Me encanta Madrid, y su Palacio Real, tan grandioso y tan "hogar" en su interior, parece que fue ayer cuando se dejó de habitar. En realidad, Madrid es un poblachón manchego...o era

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  4. Necesito inspiración, unas cañas y unas risas no nos vendrían mal para hacer más llevadero este otoño frío y ventoso. Y la vitrina de mi casa con hueco para el Templetillo de bronce y ná de ná, pues, con tanto desconsuelo no me inspiro.
    Risgusta, ande estás? Que ahora no nos junta porque tú no puedes, vuelve.

    Tengo muchas ganas de veros y de darle un fuerte abrazo a Fernando en estos días tan duros.

    10 de noviembre de 2010 16:12

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