lunes, 11 de noviembre de 2013

CON CAPA ESPAÑOLA

Con capa española empiezo este lunes, esta semana media de este noviembre que corre y casi vuela. Y es que hoy es San Martín, aquel que partió su capa en dos para compartirla con un pobre, por lo cual es el patrono de los que lucen esta prenda tan española y tan elegante. Hoy 11 es San Martín, el que le llega a todos los cerdos, aunque a algunos les tarde mucho en llegar, y no solo cerdos de cuatro patas, sino de los otros.
    La capa española es al hombre lo que la mantilla a la mujer. Su origen está en la salmantina Béjar, donde empezaron a fabricarse estos recios paños, de elegante traza, con el botón charro a modo de broche y las vistas, o de interior que se abre tímidamente con bonitos terciopelos. En todo el país se llevaba como prenda de gala, abrigo y distinción. Hubo una antigua en mi familia, que llevaron por las calles de Vianos y las calles empedradas de Alcaraz mis antepasados, que en los tiempos de la posguerra sirvió para cazadoras y abrigos para mis tíos y abuelo, en épocas de penurias y escasez, perdiendo una joya más, una reliquia del pasado, que ojalá hubiera podido conservarse.
     Ha asociaciones de amigos de la capa, bailes que ejecutan con la misma, fiestas de caballeros ataviados a esta usanza. Hubo hasta motines por la prohibición de lucirla y ministros que tuvieron que salir por pies. Tengo amigos que la lucen con salero y elegancia. Yo tengo una, no de las buenas y auténticas, pero que también he intentado portar con estilo. Quizás algún día me de el capricho y me vaya hasta Castilla para agenciarme una de las de verdad, y es que en Ávila vi una, preciosa, cuyo dueño yo creo que ni la estrenó...con lo bien que estaría en mi armario...
    Hace frío. A ver si un día de estos me la pongo, cual majo embozado, cual caballero de capa sin sombrero, y me doy unas vueltas por ahí. Que la capa no se escape, ni ningún momento de calor y de sentirse abrigado, protegido y bien.

        Y eso que a veces haría de mi capa un sayo. Dicho queda.
     
         

5 comentarios:

  1. Los promotores fueron los Duques de Béjar cuando crearon la Industria Textil Lanera hace más de seiscientos años en Béjar (Salamanca). Poseían enormes rebaños de ovejas y, en época del esquileo, por los meses de abril o mayo, una vez hecha la pelada, lavaban las lanas en el río. Comprobaron que el agua del rió de Béjar, el río Cuerpo de Hombre, era excepcional para el lavado y para el tintado. El lavado era fino, sedoso y dulce en la lana y el tinte se mantenía sólido y permanente. Los Duques de Béjar dedicaron una cuidada atención a esta Industria Textil, y dado el gran consumo de capas, se dedicaron por completo a la fabricación de este artículo.

    Buena jornada.

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante, no sabía yo la historia de la capa española, contigo se aprende muchismo......jomío.....
    Y ya quisiéramos que a todo cerdo le llegara su San Martín....
    La Polo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego...y también a toda cerda...que anda que no hay (¿O son turcas?)

      Eliminar
    2. Y arrieritos somos.... JAJAJAJA

      Eliminar
  3. Voto por una asociación de amigos de la capa española en Albacete jeje Yo me uniría, porque, como sabes, tengo una. Un abrazo desde Cuenca ;)

    ResponderEliminar