Días de recolección de ajos y cebollas. Los alrededores de Albacete, pueblos de La Herrera, San Pedro y Balazote, se convierten en extensas alfombras ocres y casi doradas, donde bajo el chozo, se guardan y se cortan los ajos morados, blancos y chinos.
Amaneceres del primer verano, en este axfisiante comienzo, donde las canículas de julio se han presentado de golpe y porrazo, sin tregua ni aviso. El ajo se coge con el mayor calor, con el sol más duro, que lo seca y casi quema, no como en los días pre-otoñales de vendimias y uvas, que también son moradas, porque malo si están verdes...
Me gusta el ajo. Aunque sea fuerte, aunque se repita. Ajo picado y ahogado en agua para las patatas a lo pobre, con vinagre al ajo cabañil. Ajo picado en el mortero con huevo, exquisito ajo "atao" como le llaman en Munera. Ajo que se divide en dientes, como los que a veces nos chirrían, como los que muerden, como los que se aprietan en algunos momentos. Huele a ajo, ahuyento de vampiros, por si acaso.
La cebolla que para tanto sirve. Rehogada. Encerrada en el río pantanoso del tomate picado del mojete veraniego, donde flotan el huevo cocido, la sardina o el atún. Cebollas, que nos hacen llorar, sin motivo, porque escuecen los ojos, como escuece el alma y la vida en tantas ocasiones. Y más pequeñas, en vinagreta, que no soy de vinagre, si soy más de vino, aunque me pirra la vinagreta de salpicón y boquerón.
Entre polvo y sudor nacen y se recogen los ajos y las cebollas. Como nacemos las personas, como peleamos, como trabajamos. Y se va muriendo junio. Hoy es el día del Perpetuo Socorro, el icono mariano más venerado y universal, patrona de médicos y aseguradores, también de los funcionarios de Hacienda ¡agg! que me toca pagar, y ojalá que por muchos años.
Mañana si estoy mejor tal vez me haga un pan tostado con tomate y ajo, tal vez...total no pienso besar a nadie, y ya sería casualidad je je
como los que muerden.. me gusta.. que tengas un feliz día.. besos!
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