"...bajo el palio prisionera, tiembla como hoja en el viento; San Juan a pasito lento, va caminando a su vera...desde su reja Sevilla se emborracha de hermosura y canta por seguiriyas al paso de la AMARGURA"
Es tiempo de cuaresma. Y también de amarguras. Como esta noche amarga de viernes, primero de la más hermosa y añorada cuarentena del año. Llevo todo el día pensando en escribir de tí, Señora de la Amargura, María, dolorosa advocación y atormentado título, que tal vez por eso ninguna mujer lo lleva por nombre, aunque empieza con amar...
Señora y Reina del domingo de ramos hispalense, poder compartido con la más sublime Estrella que trae la luz más brillante del otro lado del Puente. Insigne entre las insignes, que por eso Sevilla te puso la primera de sus coronas a sus virgenes dolientes. Silencio blanco en la Plaza de San Juan de la Palma, aduana entre el centro y la calle Feria. Emociones de tantos domingos de palmas y olivos, saboreados, disfrutados en tu espera y tu contemplación, Amargura de las amarguras, consuelo de los que amargas cuitas sufren. Y siempre con el apóstol a tu lado, porque siempre es necesaria la compañía, el abrazo, el apoyo...Manto rojo, encarnada solera que encierra el compendio de arte y belleza para la más amarga y majestuosa de las penas.
Amargura malagueña. Que nunca te vi ni te rezé en tu capilla. Pero que me subyuga tu leyenda, tus ojos mirando al cielo y la rosa blanca de Zamariilla que se tornó en roja, porque rojo es el color de la pasión y también de la sangre. Perchelera saeta del jueves santo, morena dolorosa malagueña.
Blanca amargura de Lorca de mis amores y mis amigos. Blanca belleza que espera la ciudad entera desde Santo Domingo, porque Ella es reina del Viernes que aquí no es negro, sino blanco, omo tu pureza. Lorca renaciente, Lorca eterna, la Virgen de los blancos, por tí vela, a tí tutela. Lorquina añoranza, amargadoras pruebas de la ciudad del sol, que hizo temblar su tierra...¡viva el paso blanco!
Amargura cordobesa. Que no cierras el cortejo, porque es tu hijo maniatado quien lo cierra. Desde la plaza el alpargate para Córdoba entera, precursora del rescatado, humilde amargura de tierras sultanas, de dulce mirada, de sencillas maneras en otro domingo de ramos en Córdoba lejana y sola.
Mi amargura albaceteña. Abrazada a la cruz, como quien a un clavo ardiendo se aferra. Virgen de mi niñez, de mi iglesia sanjuanera. Tras el cristo de la Agonía, porque no hay mayor agonía que las amargas pruebas...
Feliz fin de carnavales, principio de cuaresma. Templetillo está un poco amargo, no eran tiempos de estos momentos de indeseadas vivencias...pero así son las cosas, a veces dulces y felices, otras amargantes y llenas de tristezas.
Mucho ánimo. Ya sabes: 'Después de la tormenta, siempre luce el sol'
ResponderEliminarPues tienes razón, nadie le pondría a su hija Amargura....y es que bastante amarga es ya la vida, como para llevar el nombre acuestas....
ResponderEliminarPero en fin, tiempos mejores vendrán, que los malos se llevarán....o por lo menos eso espero, por tu parte y por la mia....que bastante tenemos con lo nuestro....muchos besos, y que pronto estes en tu casica.
¡Viva la amargura, viva la que mira al cielo y viva la Virgen guapa!
ResponderEliminarLos Jueves Santos, mientras que yo acompaño a Nuestro Padre Jesús Nazareno, a mi NAZARENO, ella la Amargura recorre las calles de Velez Rubio acompañada de San Juan y la imagen la Verónica, y de un forma modesta y casi silenciosa cierra la procesión de la tarde de los esclavos... En la madrugá ve desde su trono como llega el Nazareno custodiado por romanos hasta el altar de la Iglesia de la Encarnación donde Poncio Pilato lee su sentencia de muerte ... momento en el que para mi... mi Semana Santa termina....
Amargura, siempre dentro, siempre honda......
ResponderEliminarAhora que empieza la Cuaresma, quién mejor que María, que también es Salud de los enfermos, para ser compañera en el no siempre dulce camino de la vida... pero sabiendo que la meta es la Pascua aunque para ello haya que pasar la amargura del Viernes Santo. Un abrazo y en él todo mi cariño.
ResponderEliminarAlfonso.