jueves, 24 de noviembre de 2011

MEMBRILLOS

   Huele a membrillos. Al traspasar mi umbral, el agradable y aromático olor de esta fruta envuelve mis cuatro, mis cinco, mis siete paredes. Con algo tan sencillo como este trasunto de limón, se consigue impregnar de esencias la ausencia de olores y colores. Membrillos del veranillo, fruta del que la disfruta, talismán de amarillos y glorias, muchas veces encerrados en cajones, entre sábanas blancas y camisas también blancas, de mi esperanza, llenando de sabor de campos y arboledas, la madera de arcones y cómodas.
       Dejó de llover. Se hizo el sol y a la noche, una densa neblina lo cubrió todo. Es difícil conducir con niebla, y ya lo es sin fenómenos metereológicos adversos. Como caminar entre brumas, sin saber donde ir, ni quien te viene e frente, ni quien te acecha por detrás, ni quien esquiva tu paso o te pone algún obstáculo. Buscando claridad, muchas veces no hacemos sino aumentar oscuridades y opacas situaciones que conllevan y conducen a la caída, al tropiezo.
   Mi casa huele a membrillos. Aunque haya perdido parte de su brillo. Mi casa huele a castillo. Aunque no haya príncipes ni hadas. Mi casa huele a presente. Aunque recuerde el pasado y dude del futuro.

             Un maduro perfume de membrillo en las ropas
blancas y almidonadas… Oh campestre saludo
del ropero asombrado, que nos abre sus puertas
sin espejos, enormes y de un tallado rudo! …  Xavier Villaurrutia   

4 comentarios:

  1. Pocos olores puede haber tan agradables como el de los membrillos maduros, bien avanzado el otoño. Yo quiero que mi casa, mi ropa, mi vida, huelan a membrillo maduro también. Será señal inequívoca de que he conseguido llegar al otoño después de pasar una dulce primavera y un verano quizás demasiado inclemente. Saludos desde Roquetas de Mar.

    ResponderEliminar
  2. Por no saber no sé ni cómo huele el membrillo.....pa que te voy a mentir...
    lo único que he oido de él, es decir a la Ague: "eres más agria que el membrillo" por lo tanto debo suponer que si no está bien máduro, mejor no comerlo....jajaja
    Total que te dejo con tus membrillos, tus castillos sin principe,que no es por ná, pero siento decirte que no esixten....y que no me gusta el membrillo ni en dulce, ea....
    La Polo

    ResponderEliminar
  3. Precioso artículo...debo decirte que el membrillo en dulce es uno de los mejores recuerdos que tengo de otoños ya pasados pero siempre presentes en mí...
    Chema

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar