Lluvia llueve.
Y no llueven millones, ni besos,
solo lluvia y agua.
Agua y noche.
Y es más noche, es más negra,
tanta agua y oscura.
Las gotas se pegan y se precipitan por los cristales y barandillas. El día después. Y la gente tiene miedo, a los que han ganado, a los que han perdido. Miedo a las lluvias torrenciales, sin puentes sobre aguas turbulentas. Yo no quiero tener miedo ni miedos; lo cambio por sueños, aunque de ellos me despierte antes de vivirlos, aunque se mojen, aunque se deshagan.
Y es lunes aunque ya llegó el martes. Seguirá lloviendo y tal vez germine algo, de eso que sembramos aunque la semilla nunca se sabe si está bien puesta, si es la correcta.
Mientras, sigue lloviendo, sigue escampando, sigo viviendo, sigo pisando charcos. Al menos, eso creo.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
ResponderEliminartristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!
No es mio...Federico García Lorca escribe mucho mejor que yo....jajaja
pero es un trocito de unos de sus poemas que más me gustan...
Besos
La Polo
Lo bueno que tiene vivir Albacete es que sabes que cuando acabe la estación lluviosa estaremos meses bajo el sol y sin una nube. Todo pasa. Lo bueno y lo malo.Un abrazo JK, espero que vaya todo bien :)
ResponderEliminarBendita lluvia que tanta falta hace.
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