Autovía de Murcia. Pasado Hellín unos kilómetros, desvío Agramón-Jumilla. Giro a la izquierda. Red de carreteras de Castilla-La Mancha, y un poco más adelante cambia el logotipo por Rm (región de Murcia). Pasando la Celia, se adivina ya la cercanía y bajando las cuestas del parque solar, se divisa el castillo y enseguida el campanario de Santiago y la torre modesta de Santa María.
Cumpliendo el rito de volver siempre en estas fechas, desde hace más de veinticinco años. Y casi siempre, porque mi anual y obligada visita coincide con el inicio de mis vacaciones. Calles cortadas, gente, bullicio.
Se cruzan gentes vestidas de moros y cristianos. Hay desfile. La multitud de niños y familias se encaminan a los puestos del jardín del rey D. Pedro. Irrenunciable aperitivo en la cervecería Levante, croquetas de queso y solomillo a la almendra. En la glorieta se ultiman los preparativos. Reencuentro, abrazos, risas y recuerdos. Vienen los canarios, extremeños, leoneses, andaluces... Protocolo para una noche de música y color, como siempre casi perfecta.
¡Anda! acabo de ver una Perseida, a ver si se enrolla ya de una vez y me concede algo. Aquí el tiempo se condensa y vuela. Y gente y más gente. Y emprendo el regreso, pensando en la vuelta. Arriba, la abuelica Santa Ana está sola y tranquila mirando la ciudad cuajada e iluminada, y su sonrisa gótica se hace más visible y serena. Isla de la Mancha en ¿tierras murcianas?, un año más, he vuelto a Jumilla. Muchos años vuelva.
¿Qué tendrá Jumilla que siempre invita al volver? Mi última visita fue accidentada y triste...pero volveré a esa "Isla de la Mancha" (como tu la calificas) para pasear por sus calles, recorrer sus iglesias y que cierta persona no me mate por no ir a verla, jajajaja.
ResponderEliminarJumilla enamora... Es un lugar lleno de magia...
ResponderEliminarAlgo siempre me unirá a Jumilla, y no digo un antiguo amor, que lo hay, sino una atracción por sus costumbres, su gastronomía, la imagen del castillo o de Santa Ana. Por no decir de la forma de hablar (similar al vuestro manchegos)... por eso... como dicen por allí (y con perdón) ¡valgame la nona!