sábado, 29 de octubre de 2011

ROJO SOBRE MORADO

Llegará el día del manto. La madre tierra escupirá el más numeroso mar de florecillas de color nazareno, en esta quincena de pequeñas mareas diarias, cubriendo de tonos de malvas y morados, las extensas llanuras, los abiertos campos, los horizontes  preñados en llanos.
     Hebras rojas. Como roja es la sangre y la amapola, como rojo son mis atardeceres horneados por el sol de esta latitud. Hilos de abolengo, de un oro que aquí no es dorado sino encarnado, que al calentarlo mengua, como tantas otras cosas empequeñecen con calores y mudan de color, pero siempre queda el rojo, los colorados, sanguina de cromático ser.
     Amarillo casi exiguo, que mancha pétalo y hebra. Tres colores que forman la flor más republicana, o tal vez la dualidad nazarena "moraos-coloraos", bordeando el amarillo que no es albero, sino alimonado, impactante, fuerte entre los otros dos más oscuros.
     Y tal vez las manos se nos manchen y se nos pongan negras. No importan, siempre el aguan purificadora limpia y restaura. Lo malo es si el alma se pone negra, porque entonces no hay agua ni remedio.
      Tiempo de azafranes. Esperando el manto, aguardo que transcurra el tiempo, intentando escuchar el silencio de las hojas cayendo de las ramas...

5 comentarios:

  1. Yo me acuerdo de cómo las vecinas en el pueblo se ponian todas en una mesa a quitar la hebra del azafran, pero de eso hace ya mucho....ya casi se ha perdido,
    cómo tantas otras cosas...perdidas, sin saber si se volverán a recuperar....
    La Polo

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  2. Querido amigo, la primera vez que vi la flor del azafrán me resultó extremadamente bella, me pareció algo tan espectacular, que sólo por su aspecto entendí la delicadeza para su cultivo y para su recolección... y a su vez, al verla su precio me pareció tan sólo anecdótico.

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  3. Ya de vuelta del Camino, ¿para cuando las templecañas?

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  4. tenemos que pelar de rosas de azafrán que... maedeusanta.

    Muaks

    Desamparados

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