jueves, 30 de junio de 2011

SAN PEDRETE

 Viene después de San Pedro. Y este año empapadico estoy de ambas fiestas, en el pueblo del mismo nombre donde tantos nervios pasé y tantas atenciones me encontré. Vuelta a ya lejanos tiempos, de llegar a la cama cuasiamaneciendo, de ingesta moderadamente alta de naranja refresco con soviético alcoholizante. Calor de julio adelantado que solamente la cerveza fría en fría jarra me combate y por ello con ella me alío.
      Hoy sale la imagen antigua y pequeña, en otros tiempos retirada en la sacristía, desahuciada. Y es que me gusta más que la talla del patrón "oficial", a pesar de su tosquedad, pero ya se sabe que a servidor una cosa antigua, como que sí.
    Pedro es un nombre cercano a mí, numeroso en mi familia. Me gusta, es fuerte, intemporal. También los Pedritos, Pericos y Pedretes, más raro es una Petra, que por cierto a ver cuando algún alma caritativa me lleva de una vez, antes que se líe por allí, que veo que no voy.
    Mi semana va desgastándose, apagándose. Un nuevo julio se acerca, mes agridulce, de encontradas sensaciones. Al menos, la noche pasada dormí tapado, que no acompañado jejeje... (continuará)

1 comentario:

  1. En este amasijo de fiestas en el que se juntaron San Juan el Bautista, el Corpus Christi, los Santos Pedro y Pablo... llega hoy la octava del Cuerpo de Cristo y la gran fiesta eucarística del Seminario del Corpus Christi, "el Patriarca", erigido por San Juan de la Ribera. Corpus sobrio, solemne, con su procesión claustral en la que, a los pocos pasos, se vuelcan las bandejas con pétalos de rosa y se inciensa al Santísimo, bajo palio portado por gentilhombres vestidos de chaqué, pese al calor reinante, con su danza de los seises recuperada el pasado año(¿para cuando la de la Catedral?). Digno colofón en esta Valéncia, eucarística por antonomasia y custodia de la joya con la que Cristo celebró la última cena. Cuerpo y Sangre.

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