Otro viernes. La verdad es que tras el paso fatídico del lunes y el interminable jueves, las semanas se me pasan rápidas. Ya queda un único viernes de cuaresma que además será de Dolores, Lolas y Lolis.
Hoy volveré a comer con entusiasmo los rellenos fritos que mi madre apartará en un plato antes de ahogarlos en el caldo el potaje indispensable de estos días de vigilia. Lejanos quedaron los tiempos en que el bacalao era el único alimento que podía sustituir al cerdo y sus derivados, de la dieta de mis mayores y antepasados. Me crea cargo de conciencia comer carne en estos viernes, y es que uno es muy de tradiciones, pero claro al saborear arroces a banda, potajes y otras delicias de mar, pues como que no veo yo el sacrificio por ningún lado, pero es la fuerza de la costumbre, de lo mamado desde niño, de la renovación de un rito no escrito, de nuestra herencia.
Temperaturas en alza, casi veraniegas. Hasta en Asturias tienen calor sofocante...¡que bueno si hubiese sido hoy viernes santo! pero mucho me temo que el caprichoso clima hará de las suyas y nos dejará el chaparrón sobre el cuerpo y la lágrima del alma, cuando las calles no puedan acoger tanto preparativo, tanta devoción, tanta espera.
Me duele la espalda. También esa amenaza de ciática que me ronda. Pero mi mayor dolor sin duda es el del entendimiento y la desilusión, contra ese no hay pastilla ni tratamiento. Cosas de la edad, de la levedad, de la terquedad...cosas de ser de verdad, sin teatros ni parafernalias.
Mi abuela habría cumplido hoy 111 años. Hace ya veinte que se me fué, pero siempre sigue conmigo, al igual que la otra. Las abuelas son una dualidad de maternidad sosegada y consentidora, dos raíces de distinta tierra, de diferente árbol que confluyen en la rama de todos y cada uno de nosotros. Inolvidables, siempre recordadas, presentes en todo momento.
Castañuela vas escalando posiciones. Ir espabilando que os pilla. Menuda es mi Maricarmen, sobre todo como amiga y como persona. Y sí, Carmen, prima más querida que política, a ver si ya se enamora alguien de mí, pero vamos que está complicada la cosa, imposible más bien. El domingo, pregón de la semana santa virtual en este foro abierto, porque será domingo de pasión y es lo que toca. Ya veremos a ver la entonación y si hay emoción. Y en nada, sábado, sabadete...
me gustan las lolis en su debido término. mejor la lolamelotia. holatiailicitana!
ResponderEliminary la carne hay que comerla cuando se pueda, que ultimamente no te veo sobrado de comer carne... así que remordimientos los justos que ya estamos mayores para eso, y te puede dar una subida de algo...
Otro viernes más, ¡como se pasan!. Deseado por todos que llegue, para cambiar rutinas y disfrutar de un rapidísimo fin de semana. ¡Hay que ver que veloz y rápido es el jodio! Se pasa en su suspiro.
ResponderEliminarFelicidades a las Dolores, Lolas y Lolis de mi parte, por si hay alguna por ahí que lee este blog pero no se atreve a entrar.
Juan Carletes, cuídate esa espalda, tienes que disfrutar esto días que esperas tan ansiados, como a ti te gusta.
Pasar todos, un buen fin de semana, lo más felices que podáis. Divertiros, enamoraros, descansar, disfrutar de estar con los amigos,"a veces con la familia" (ya sabéis...), del buen tiempo ................
OJO CON EL SÁBADO - SABADETE (lo pilláis ¿no?)ja,ja,ja
Besicos.
Otra vez, como tantas, te tengo que dar la razón. En lo de la carne los viernes y en lo de las abuelas. Las tengo a las dos muy presentes en las pequeñas cosas del día a día, continuamente sale aquello de "mi abuela lo hacía/hubiera hecho".
ResponderEliminarHoy te echaremos mucho, mucho, mucho de menos. Este te lo guardamos, pero como faltes a la presentación del nuevo con todas sus valencianas y todos sus boleros, entonces sí que nos vas a oir (y no cantar ni tocar).
El viernes Santo hará bueno. Ya verás.
Muaks
Desamparados
Nene, el pregón de mañana de domingo, para oirlo en directo ¿ a las doce en Gabanna?
ResponderEliminarAclara, por favor, lo de las lolis, ¿no es el próximo viernes?
ResponderEliminarDe acuerdo en todo, Juan Carlos. Con los rollicos fritos, los rellenos dulces, los rellenos del potaje y el propio potaje...no hay sacrificio alguno, pero por lo menos no perdemos de vista que estamos en unas fechas muy importantes. Estoy seguro de que una abuela no se olvida nunca y siempre la sientes contigo. Yo aún tengo las dos, cada vez con más achaques, pero que me duren mucho!! Un abrazo
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