Escribo casi siempre de noche; los avatares de cada día, me dan la clave y el tema para poder plasmar después palabras y sentimientos. Es tarde ya, y sigue fuera el frío, y el gris y el negro. Pero aquí dentro está mi refugio, mi trinchera de velas, de incienso, de libros y de músicas. La tenue y acogedora luz del hogar, de mi rincón, de mi particular espacio, me va llevando poco a poco al cansancio, a que los ojos se vayan desplomando, y escondiendo azules trás del párpado agotado...
Ya es madrugada, y es una nueva historia, una nueva aventura, aunque la peripecia no sea trepidante ni definitiva, pero es vital y es mía. Porque lo importante de veras es lo que es verdadero, lo que es real y lo que es tuyo. Personal e intransferible, es este nocturno pensamiento, que os mando en forma de reflexión, mientras el reloj corre raudo, y la noche entra en su apogeo, previo a su diario deshacerse.
Musica de fondo que es tu voz,
ResponderEliminarpensanmientos que no se los lleva el viento
sino que quedan tan adentro...
y en ese momento en que las cuitas
se te plantan cara a cara,
entre las sombras aparece la luz clara.
Nube redonda de incienso
ascendente, suplicante...
Luz de las luces,
y aun estando a dos velas
resplandecen las creencias
que nunca seran credenciales
ante el Rey que no quiso reinar
Y en este reino sin rey
no nos queda sino esperar...
Esperar... que seria de nuestra vida
sin los sueños y las esperanzas.
Esperanzas en un encuentro lluvioso de madrugada
que cuando empieza la mañana
se hacen realidad en la luz del nuevo día.
No impora el frio que haga fuera,ni lo oscura que pueda ser la noche si existen palabras tan dulces que describan momentos.Escribiendo así, ten cuidado, cualquiera podría enamorarse de ti!!.
ResponderEliminarUn beso enorme desde Barcelona
Desde luego que enamoras con esta forma de escribir y describir éso que todos sentimos en esos rincones de ....nuestro alma, pero que no plasmamos como tu ni de lejos.
ResponderEliminarHaces desear estar en ese rincón.
Ni Itaka ni ná de ná.